“El teatro sin público no puede existir”
Vuelve el Teatro Ciego, con funciones presenciales y todos los cuidados
@
Después de diez meses con experiencias sensoriales a domicilio y virtuales, la compañía Teatro Ciego vuelve a su espacio ubicado en Borges 1974. De vuelta a la presencialidad, se podrán ver desde este viernes propuestas clásicas y nuevas adaptadas al contexto actual. 360, un espectáculo musical de meditación y Sapo de otro pozo, una coproducción con las compañías Teatro C y Cuchame Co del circuito Off-Broadway”, detalla el director teatral Martín Bondone, uno de los fundadores de Teatro Ciego.
En Sapo de otro pozo, una de las nuevas propuestas de la compañía, implementará un formato donde el espectador vivirá la obra de forma ciento por ciento inmersiva. Con tecnología propia, y algunos componentes de la industria de los videojuegos y la realidad virtual, se busca armar “una obra sonora, una película sin imágenes”.
Para eso, el espacio debió ser reacondicionado asegurando la ventilación, higiene y distanciamiento social. “Es muy difícil para los espacios independientes ajustarse al nuevo protocolo. En primer lugar, tenemos que tener una distancia de dos metros entre butacas, y un sistema de ventilación forzada funcionando todo el tiempo”, explica Bondone.
A las limitaciones propias de la nueva normalidad, a Teatro Ciego se le suma una más. Y es que la mayoría de los actores que trabajan en la organización son personas de alto riesgo debido a su salud. “Muchas personas se quedan ciegas por enfermedades como diabetes, que es precisamente lo que constituye el principal grupo de riesgo”. Frente a este dilema, se propusieron realizar una apuesta innovadora: continuar con las experiencias de sonido inmersivo binaural que venían presentando en las propuestas en casa, pero esta vez con el público en el espacio. “De esta forma, el espectador va a poder concurrir a nuestro teatro y vivir una experiencia virtual híbrida, donde los actores van a interactuar desde lo sonoro y los efectos especiales que utilizamos habitualmente en nuestras presentaciones (aromas, sensaciones táctiles, y gustativas)”, agrega el director.
Si bien las exigencias del protocolo son muchas, y el esfuerzo el doble, como espacio cultural necesitaban dialogar de manera presencial con el público. Para Bondone “el teatro sin público no existe, es otra cosa”.