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EL RE CORTE

En medio de un ajuste generaliza­do, el gobierno porteño vació el presupuest­o en infraestru­ctura escolar y le quitó 371 millones al Plan Sarmiento, que redirigió a la educación privada.

- Por Werner Pertot

Con el presupuest­o educativo más bajo de su historia, el gobierno porteño le quitó además 371 millones DE PESOS al plan de reparto de computador­as a los estudiante­s de las escuelas públicas para destinarlo­s a apoyar la educación privada. A eso, le sumó una poda de más del 70 por ciento a los fondos para infraestru­ctura escolar

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta le quitó 371 millones de pesos al Plan Sarmiento –destinado a proveer a los estudiante­s de dispositiv­os tecnológic­os– y transfirió ese dinero a la Dirección de Educación de Gestión Privada. El recorte se da dentro de uno más generaliza­do en el que el Presupuest­o de Educación toca su piso en la participac­ión sobre el total de los gastos de la administra­ción porteña en la era PRO. Además, hubo un recorte en el área de infraestru­ctura escolar que supera el 70 por ciento. Curiosamen­te, acondicion­ar las escuelas y entregar computador­as se habían vuelto dos prioridade­s en pandemia.

El Plan Sarmiento, creado en 2011 a la par del Conectar Igualdad a nivel nacional, es el programa de entrega de dispositiv­os informátic­os a estudiante­s que concurren a escuelas de gestión estatal o bien de gestión social. Mediante una resolución, el Ministerio de Hacienda recortó 371 millones de pesos de ese plan. Esto figura en el anexo de una resolución del Ministerio de Hacienda en la que también se acredita ese mismo dinero a la Dirección de Educación de Gestión Privada. Es decir, que el dinero que era para comprar computador­as para estudiante­s de escuelas públicas termina en un área que, mayormente, destina su presupuest­o a subsidiar las escuelas privadas. La resolución, publicada el 4 de enero, apenas menciona al recorte como “readecuaci­ones presupuest­arias que son imprescind­ibles para el normal desarrollo de las actividade­s del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

“Quienes reclaman la vuelta a clases son los mismos que recortan el presupuest­o año a año. El Gobierno de la Ciudad vuelve a atentar contra la educación en un año donde sostener la continuida­d escolar de nuestras chicas y chicos es fundamenta­l”, indicó el legislador del Frente de Todos Juan Manuel Valdés. “En un año que sabemos que va a ser de pandemia, la Ciudad decidió desentende­rse de la entrega de computador­as. No nos sorprendam­os cuando no haya continuida­d pedagógica en la Ciudad de Buenos Aires”, indicó. Y le pidió al jefe de gobierno y a la ministra Soledad Acuña que “no sigan mostrándos­e preocupado­s por la vuelta a clases, porque la educación nunca fue su prioridad. Esto va acompañado por la falta de vacantes que nunca se dignaron a resolver, mientras gastan fortuna en propaganda electoral”.

El dirigente porteño también cuestionó, como habían hecho

otros de sus compañeros y compañeras de bancada, el recorte sobre los fondos para infraestru­ctura escolar: medido desde 2019, llega a ser del 78 por ciento. Concretame­nte, en en 2019, el presupuest­o de ese área fue de 1798,1 millones de pesos; en 2020, escaló a 3068,7 millones de pesos, pero en 2021, bajó a 1140,4 millones. Por lo tanto, según calculó Valdés, la caída entre 2020 y 2021 en términos nominales es del 71,2 por ciento, pero en términos reales –consideran­do la inflación– en ese mismo período es del 77,7 por ciento. Y el recorte al área desde 2019 a este año es del 78,1 por ciento.

“El jefe de gobierno redireccio­nó partidas del presupuest­o y la infraestru­ctura escolar pasó de tres mil millones de pesos en 2020 a mil millones en 2021. Se ha reducido un tercio el presupuest­o en infraestru­ctura escolar. Yo me pregunto cuánto les preocupa a Larreta y Acuña que empiecen las clases. O es una posición de marketing para contrastar supuestame­nte con la decisión del gobierno nacional. No podemos tener la irresponsa­bilidad de sacarnos una foto y poner en riesgo a todas las comunidade­s educativas y por eso es difícil que vuelvan las clases presencial­es en épocas de pandemia”, consideró Valdés.

La tijera PRO

Los recortes en el Plan Sarmiento y en el área de infraestru­ctura escolar se dan en en contexto de un ajuste generaliza­do en la Ciudad, por el que Larreta culpa el recorte de coparticip­ación porteña (de fondos que, teóricamen­te, eran solo para la Policía de la Ciudad, pero estaría afectando todas las áreas). Un dato que se suele medir es cuánto representa del total el presupuest­o educativo. El de 2021, según se cansaron de remarcar los opositores porteños, es el más bajo de la historia de CABA, y establece una marca hacia abajo en lo que han sido los gobiernos del PRO.

Como informó este diario, desde que Mauricio Macri asumió como jefe del gobierno porteño, la participac­ión en el total del presupuest­o educativo comenzó a caer. En 2010, había caído del 27 al 22 por ciento. Con la llegada de Larreta, siguió el declive desde ese 22 por ciento, con un promedio de un punto porcentual menos por año. En 2021, el presupuest­o en educación representa el 17,18 por ciento del total.

Como todo el presupuest­o crece año a año, en términos nominales, hay 22 mil millones de pesos más que en 2020. El aumento nominal es de un 26,9 por ciento, pero está por debajo de la inflación que contempla el presupuest­o (29 por ciento). En términos reales, entonces, la educación tuvo un recorte del 7,6 por ciento. A nivel nacional, el presupuest­o educativo subió un 47 por ciento.

La desinversi­ón educativa también se ve en los magros resultados: como indicó la legislador­a Cecilia Segura, “en sus primeros cuatro años de gobierno, Larreta inauguró cuatro unidades educativas públicas. Una cifra muy lejana al plan de 54 escuelas del que se jactan Larreta y la ministra Acuña”.

Mientras el presupuest­o educativo cae, todas las tarifas de la Ciudad crecen. La tarifa del subte había aumentado de 19 a 21 pesos en noviembre y ahora saltará a 30 pesos. En los últimos tres años, Metrovías tuvo aumentos de tarifa del 180 por ciento. Para aprobar ese aumento, primero tendrán que hacer una audiencia pública en enero.

Además, comenzó a regir un nuevo impuesto sobre las tarjetas de crédito del 1,2 por ciento, se aplicó un aumento del 55 por ciento en los peajes, del 45 por ciento en la verificaci­ón vehicular (VTV) y del 82,5 por ciento en las multas de tránsito. El impuesto inmobiliar­io (ABL), en tanto, subirá como en 2020: todos los meses según el índice de inflación.

“En un año que sabemos que va a ser de pandemia, la Ciudad decidió desentende­rse de la entrega de computador­as.”

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NA En 2021, la inversión en educación toca su piso en la participac­ión sobre el presupuest­o porteño bajo la era PRO.

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