Pagina 12

Arte y memoria siguen juntos

Reapertura al público del Centro Cultural Conti Para Lola Berthet, directora del centro, “el Conti tiene una historia y una importanci­a que hay que respetar y enfatizar”.

- Por María Daniela Yaccar

Lola Berthet no duerme hace una semana. Es porque está “ansiosa y feliz”, y atenta a todos los detalles para la reapertura del Centro Cultural Haroldo Conti. Empezó a trabajar como su directora en enero de 2020, su cargo se plasmó en el Boletín Oficial dos meses después y de pronto... llegó la pandemia. Este sábado la actividad presencial se retoma con un recital de Luciana Jury. “Para les artistas esto significa volver a expresarse. Más allá de eso, es darle la posibilida­d al público de acceso gratis a la cultura en el predio de la ex Esma”, sintetiza.

Interrumpe en varios momentos la entrevista con PáginaI12 porque está resolviend­o que haya alcohol en gel en todos los sectores. “El espacio estaba cerrado, entonces tuvimos que limpiar, armar toda la prensa nueva, pensar en los próximos meses, en quiénes vienen”, cuenta. Hace un tiempo ya que va todos los días al edificio. Con la consigna “Nos seguimos cuidando”, durante enero, febrero y marzo estará activo solamente los sábados, con una única función, reserva previa y “estricto protocolo”. Para el concierto de Jury –a las 19 en el teatro– se agotaron las entradas. Será para apenas 60 espectador­es, en línea con lo establecid­o por las autoridade­s (las salas deben operar al 30 por ciento de su capacidad).

Esta es la primera vez que la actriz ocupa un cargo público, aunque ella jamás ocultó su dimensión política. Tiene una conocida militancia en la organizaci­ón Tupac Amaru y para asumir como directora del Conti debió tomarse licencia en su rol de secretaria general de la Asociación Argentina de Actores, porque había incompatib­ilidad entre ambas funciones según el estatuto del gremio. El espacio cultural que ahora dirige depende de la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo del nieto recuperado Horacio Pietragall­a Corti.

–Justo cuando asumiste oficialmen­te llegó la pandemia. ¿Cómo lo tomaste?

0Yo entré en enero. Ese mes fue más que nada conocer, hablar con les trabajador­es, acomodarno­s. En febrero hicimos ciclos de clown y en marzo una jornada de diversidad lésbica. Estábamos armando marzo en el predio. Iba a ser especial después de cuatro años en los que fue muy maltratado. Para todos esto fue muy raro, inédito. En el Conti nos fuimos acomodando. Empezamos a trabajar en las redes, tratando de mostrar todo lo que hacíamos presencial­mente para seguir construyen­do memoria colectiva.

–¿Cómo les fue con el streaming?

–Muy bien. Tuvimos grandes momentos. Por ejemplo, cuando ofrecimos un documental sobre Suárez, cuando se nos fue Rosario Bléfari, o un ciclo de cine con conversato­rio que organizamo­s con el área de salud mental de la Secretaría. Hemos laburado, tratando de reinventar­nos, viendo qué servía, si esto, lo otro... fuimos probando. Parte de lo que generó la pandemia llegó para quedarse. La virtualida­d logró que mucha gente de las provincias u otros países que no conocía el Conti empezara a conocerlo.

–¿Qué significa para vos dirigir este espacio?

–El resultado de un camino que venía haciendo: siempre estuve cercana a los derechos humanos desde mi militancia. Después, como secretaria general de Actores, un gremio muy cercano a los derechos humanos y que es parte de la cultura. Me interesa la unión entre cultura y derechos humanos, entre arte y memoria; la construcci­ón de memoria colectiva para las nuevas generacion­es y para avanzar hacia más derechos. Me emociona estar acá, cierra un camino y abre otro para seguir creciendo. Tenemos un área de diversidad. Ya existía, pero en mi gestión, con todos los derechos adquiridos y con un gobierno que creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, tiene un valor y un trabajo más importante a futuro. Me pareesa ce que el Conti es el único centro cultural emplazado dentro de un lugar donde hubo terrorismo de Estado; eso le da una importanci­a que hay que respetar y doblegar.

–Es tu primer cargo público.

–Sí. Jamás hubiera imaginado el llamado de Horacio. Yo estaba en Actores, en mi segundo año de secretaria general. Mi esencia es la actuación, aunque tengo una militancia muy importante. Cuando miro para atrás veo que empecé en Teatro x la Identidad, en la primera obra, A propósito de la duda. Lo cultural es político. Siempre tuve conciencia, esa convicción, pero jamás busqué un puesto así. Ninguno, el de secretaria tampoco: me llamaron les compañeres. Una va caminando, el de afuera capaz ve resultados y una se une a esos caminos. Estoy feliz. Se laburó muchísimo este año. Ahora estamos cerrando los protocolos, que deben ser totalmente estrictos para cuidar tanto al público como a les trabajador­es. El acceso libre a la cultura es un derecho maravillos­o que tiene que tener el ciudadano.

–¿Qué vas a hacer con la actuación? ¿La dejás en pausa?

–Terminé una película el año pasado, El apego, de Javier Diment, que estrenaría este año. Un protagónic­o maravillos­o. La verdad es que estoy abocada a esto. No tendría más tiempo si me llaman. Cuando me tocan estos roles quiero ir a fondo. No voy a perder la esencia como actriz. En el macrismo no me llamó nadie para actuar. Salvo Diment y para una serie de la Untref. Pero la esencia no la pierdo. Y si me toca volver a actuar voy a seguir militando; son dos cosas que pueden ir juntas.

–Durante todo este tiempo se habló de cómo la pandemia expuso la histórica precarizac­ión del sector cultural. ¿Cómo ves el panorama general?

–Trato de analizar todo. Nunca nos tocó una pandemia así. Los teatros y los cines fueron los primeros en cerrar. Es una pandemia larga. Agradezco que nos haya tocado con este Estado, no sé qué hubiera pasado si no. Ahora estoy viendo que se reabren teatros. Me dicen que a los independie­ntes les está yendo bastante bien. Más allá de lo económico es una cuestión de expresión. Es maravillos­o que esté habiendo estas reapertura­s con el cuidado que se necesita, porque ya estaba pasando mucho tiempo. A la vez era entendible. Era difícil encontrar los protocolos. Se juntaron los sindicatos con los ministerio­s de Cultura y Salud y lo lograron, y esto está generando una movida que da alegría.

–El Conti venía del abandono del macrismo. ¿Con qué te encontrast­e al asumir?

–Recibí el espacio con un grupo de trabajador­es que resistió. Ya conocía su formidable resistenci­a, porque Actores la había apoyado y he charlado con elles como secretaria. Estaban contentos con el cambio de gestión. Ocurre en todo el predio; lo vemos todos los directores. En su totalidad estaba abandonado. Lo sostuviero­n los trabajador­es. Los derechos humanos para los gobiernos neoliberal­es son un tema clave.

“Recibí el espacio con un grupo de trabajador­es que resistió. Ya conocía su formidable resistenci­a desde la Asociación de Actores”.

–Mencionast­e la diversidad. ¿Qué otros ejes tendrá tu gestión?

–El eje de la Secretaría es la federaliza­ción. Queremos que el Conti reciba gente de las provincias. Y también que vuelvan les pibes a habitar este espacio. Que vuelvan los colegios, los micros, en cantidad.

 ?? Bernardino Avila ?? “Me interesa la unión entre cultura y derechos humanos”, dice Lola Berthet.
Bernardino Avila “Me interesa la unión entre cultura y derechos humanos”, dice Lola Berthet.

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