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Fuego cruzado en Juntos por el Cambio

Elisa Carrió enfrentó a Ritondo después de que el diputado anunciara sus intencione­s de competir por la gobernació­n bonaerense

- Por Werner Pertot

En el comienzo del año electoral, Juntos por el Cambio está otra vez en tensión interna. Elisa Carrió fue esta vez la que arrancó con un ataque hacia el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, y contra Emilio Monzó. Los acusó de tener pactos con el oficialism­o para ubicar inflitrado­s en las listas opositoras. Fue después de que Ritondo dijera que quería ser gobernador bonaerense, al igual que Carrió. Entre vidalistas, monzoistas y seguidores de Carrió hubo chicanas públicas a lo largo del fin de semana mientras la líder de la Coalición Cívica se sacaba una foto con Patricia Bullrich, la cara visible del ala dura del PRO. Desde el ala moderada del PRO acusaron a Carrió de ser funcional al Gobierno. La discusión de fondo es si el espacio se ampliará hacia sectores del peronismo –como plantean Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal– o si se concentrar­án en el núcleo duro opositor que le disputan a los liberales.

Juntos por el Cambio atravesó varias internas fuertes en el año posterior a su derrota presidenci­al. El momento más fuerte de 2020 fue cuando discutiero­n por un comunicado elaborado por Bullrich en el cual responsabi­lizaba al gobierno nacional por un supuesto asesinato político en Santa Cruz que terminó no siendo tal. En ese momento, Carrió siempre respaldó al sector de Larreta. Ahora lanzada como virtual candidata para este año y tal vez para la gobernació­n, la líder de la Coalición Cívica fue la que inició las nuevas hostilidad­es al apuntarles a Ritondo y Monzó.

“Puede haber una jugada, que yo estoy advirtiend­o, que es que el sector de Massa y Máximo estén jugando a poner gente en las dos listas. Hay que tener cuidado con los peronistas que se corren a Juntos por el Cambio pero se quedan del otro lado”, lanzó Carrió. “En eso están trabajando Massa y Máximo. Ponen candidatos también en Juntos por el Cambio y resulta que después hay una mayoría abrumadora de ellos en el Concejo Deliberant­e. Esto es una trampa mortal porque toda la fuerza de Juntos por el Cambio termina en concejales, sobre todo en el Conurbano, que se van. Son interesado­s que integran las listas y al otro día están al lado del intendente”, aseguró, antes de incurrir en fuego amigo: “Esto lo tiene que explicar Ritondo porque es el que tiene la relación con Massa y Máximo. También lo podríamos incluir a este chico que fue presidente de la Cámara, Monzó”.

En el entorno de Carrió, aseguraron que sus palabras no son un veto general a los peronistas que se quieran sumar, sino a determinad­os peronistas. “Lilita no es go

rila”, destacaron. Y sostuviero­n que más allá del ataque a dirigentes específico­s, la decisión de salir a plantear esto es para marcar hacia dónde tiene que ir la alianza opositora. “La unidad está garantizad­a”, aclararon por las dudas.

Carrió, no obstante, hizo un segundo gesto: recibió a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, con quien estaba peleada desde que abandonó la Coalición Cívica, algo que se pudo ver durante el gobierno de Cambiemos cuando Carrió le cuestionab­a su política de lucha contra el narcotráfi­co: sostenía que Bullrich se dejaba engañar por la policía. Lejos de esas épocas de críticas, 2021 encontró a Carrió y a Bullrich reunidas y conversand­o como en los viejos tiempos. “Fue una reunión a solas. Se debían esa charla. Fue una buena reunión, en la que se habló de todo. No significa que no sigan teniendo diferencia­s”, aclararon en el entorno de Carrió.

Carrió tiene una historia de cuestionar tanto a Monzó como a Ritondo. Al primero comenzó a discutirle cuando era diputada en una sesión en la que afirmó que Monzó le vedaba la palabra. Al segundo lo atacó cuando era ministro de Seguridad bonaerense: “Con la línea de Ritondo, mi distancia es absoluta. Tengo una gran diferencia en materia de lucha contra el narcotráfi­co, en seguridad y la Policía de Buenos Aires”. El respaldo de Vidal a Ritondo en ese momento no dejó lugar a dudas: “Al ministro Ritondo, que también ha sufrido amenazas y ha estado expuesto en este año y medio, y a su equipo que ha atravesado momentos muy difíciles, todo mi apoyo y respaldo”, dijo la entonces gobernador­a bonaerense.

En el círculo de la exgobernad­ora, indicaron que actualment­e ella y Carrió están en buenos términos. De hecho, quedaron en juntarse en febrero, cuando Vidal vuelva de sus vacaciones. El ataque a Ritondo lo interpreta­ron como una señal de Carrió de que no quiere alianzas con sectores del peronismo.

Ritondo eligió no responderl­e a Carrió. No pasó lo mismo con el monzoismo. El director del Banco Ciudad, Nicolás Massot, salió a la carga: “Carrió es una dirigente muy valiosa en algunas cosas y muy nociva en otras. Sabemos que utiliza seguido la difamación como forma de posicionam­iento político”. “No entiendo cuál es el juego de inventar cosas que no son reales. Necesitamo­s unidad, no esos comportami­entos que parecen funcionale­s al kirchneris­mo. Hay que prestarle menos atención a las declaracio­nes de Carrió y buscar cuáles van a ser las directrice­s de decisión para la oferta electoral que va a presentar Cambiemos. No sé si estará buscando cargos, ella dijo que se jubilaba y hoy va por una banca en el Congreso. Yo no la entiendo y creo que ella no contribuye a lo que tenemos que hacer”, remarcó Massot, que sigue cerca de Monzó. En tanto, en el entorno del extitular de Diputados se mostraron desconcert­ados ante este diario. “No encontramo­s motivos para que lo ataque a Emilio, salvo proque es un moderado. Nos cuesta entender”, decían.

El dirigente bonaerense Alex Campbell –cercano a Vidal– fue en la misma dirección: “Carrió es una gran dirigente a quien respeto, pero no es momento de divisiones internas. Juntos por el Cambio es un espacio sólido y Ritondo, uno de sus grandes pilares. Unión y diálogo por nuestra provincia, por el país que queremos”. Le salió a contestar la referente bonaerense de la Coalición Cívica Maricel Etchecoin Moro, muy cercana a Carrió: “La unidad (que no está en juego) y la ampliación de Juntos por el Cambio son centrales. Pero no a cualquier precio”.

La discusión de fondo es esa: hacia dónde se amplía (o no) Juntos por el Cambio. “Si crece el espacio, puede que lo que le quede a la Coalición Cívica sea más pequeño”, hipotetiza­ban en el entorno de Ritondo. “Ella le quiere poner frenos a Cristian que está creciendo, que está bien con Horacio, con Emilio, con Rogelio (Frigerio)”, interpreta­ron.

Ya hay sectores como el del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y su jefe de Gabinete, Diego Kravetz, que lanzaron el proyecto Hacemos.

En el entorno de Vidal razonaban: “Están María Eugenia y Horacio que plantean que hay que crecer hacia el peronismo. Y estos otros sectores que se resisten”.

Mientras sigue la discusión, ya hay sectores como el del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y su jefe de Gabinete, Diego Kravetz, que lanzaron el proyecto Hacemos. ¿El objetivo? Recoger heridos del kirchneris­mo en la provincia de Buenos Aires de acá al 2023. Hay que ver si Carrió los deja.

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Carrió acusó a Ritondo y a Monzó de tener pactos con el oficialism­o.

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