Un delito muy usual
El Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense elaboró una cartilla informativa para visibilizar la Sumisión Química (SQ), una estrategia para la comisión de delitos que se da al administrar a la víctima sustancias psicoestimulantes sin su consentimiento, con el objetivo de advertir a las y los jóvenes sobre los riesgos de esta práctica usual en ambientes de la nocturnidad. “Pese a que en distintos países se avanzó en políticas públicas de abordaje y prevención, en la Argentina es todo incipiente. Es más, la SQ carece de una denominación y no es mencionada y discriminada en la estadística criminal nacional”, dijo el Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello, responsable del Observatorio. La Sumisión Química (SQ) es una estrategia para la comisión de delitos como robos, abusos sexuales o violaciones que ocurre cuando una o más personas administran sustancias psicoestimulantes sin el consentimiento de la víctima, para modificar su estado de conciencia, manipular su voluntad o colocarla en una situación de vulnerabilidad.