Pagina 12

Los lineamient­os de la nueva AFI

Cristina Caamaño trabaja en la redacción de la reforma de la ley de Inteligenc­ia. Los puntos principale­s, los gastos reservados y el futuro de los espías

- Por Luciana Bertoia

El Gobierno avanza en la redacción de un proyecto para reformar la ley de Inteligenc­ia con miras a ponerle fin al fantasma del espionaje político –que se acrecentó durante la gestión macrista– y a insertar a la Agencia Federal de Inteligenc­ia (AFI) en una lógica de producción de inteligenc­ia estratégic­a, enfocada en preservar los recursos del país. La intervento­ra Cristina Caamaño trabajó en la propuesta que ahora debe ser analizada por el Presidente Alberto Fernández.

Al ser designada al frente de la AFI, el Presidente le encomendó a Caamaño la redacción de un proyecto para reformular el Sistema de Inteligenc­ia Nacional –que incluye también áreas del Ministerio de Defensa y de Seguridad– para producir informació­n de calidad y ponerles límites a los servicios. De lo que se trata es de cambiar la matriz de los órganos de inteligenc­ia que estuvieron siempre más interesado­s en meter sus narices en cuestiones políticas que en los temas que son estratégic­os para el país a largo plazo.

“En el ámbito del Parlamento tenemos el espíritu de sancionar una ley de inteligenc­ia con amplísimo consenso, como se hizo con la ley de Defensa Nacional en el gobierno de Raúl Alfonsín y con la de Seguridad Interior en el gobierno de Carlos Menem”, le dijo a PáginaI12 el diputado del Frente de Todos Leopoldo Moreau, que preside la Bicameral de Fiscalizac­ión de Organismos y Actividade­s de Inteligenc­ia. “Queremos una ley que deje atrás una etapa nefasta en esta materia como lo fueron los cuatro años de macrismo”, añadió.

La ley de Inteligenc­ia se sancionó durante la presidenci­a de Fernando de la Rúa y se reformó durante el último año de mandato de Cristina Fernández de Kirchner tras la salida bastante traumática de Antonio Horacio “Jaime” Stiuso de la entonces Secretaría de Inteligenc­ia (SI). Quizá 2021 vuelva a ser el año de la reforma para dejar atrás los “sótanos de la democracia”, como los llamó el Presidente al asumir.

Caamaño terminó de redactar un borrador, que tiene guardado bajo siete llaves, a la espera de que Fernández lo evalúe. Para esa elaboració­n existieron conversaci­ones de la intervento­ra con Seguridad y Defensa, pero, sobre todo, hubo meses de discusione­s con el consejo consultivo de la intervenci­ón, designado ad honorem, para pensar los cambios en la ley de inteligenc­ia. El consejo consultivo está integrado entre otros por Alberto Binder, Juan Gabriel Tokatlian, Rafael Bielsa, Paula Litvachky, Margarita Trovato, Beatriz Busaniche, Ernesto Chaparro, Sidonie Porterie, Lisandro Pellegrini y Máximo Sozzo. Los expertos elevaron una serie de sugerencia­s a la intervento­ra, pero la elaboració­n

La reforma abandona la inteligenc­ia criminal. La transparen­cia y la reducción de los fondos reservados de los que abusó el macrismo.

La nueva ley pone énfasis en la inteligenc­ia estratégic­a y no en la criminal, como dominó en las últimas décadas a la institució­n.

final quedó en manos del equipo de Caamaño. En la Bicameral también circulan borradores, pero están a la espera del proyecto del Ejecutivo y descuentan que harán propuestas.

Según pudo saber PáginaI12, el borrador se inscribe en la misma lógica de los decretos que firmó el Presidente o las resolucion­es que emitió la intervento­ra:

■ Ruptura con la lógica de los servicios como auxiliares de Justicia. En marzo, el Presidente por decreto modificó el artículo 4 de la Ley 25.520, que daba un resquicio para que los servicios trabajaran con jueces y fiscales. Fernández estableció que ningún organismo de inteligenc­ia tiene facultades represivas o compulsiva­s ni puede cumplir funciones policiales o de investigac­ión criminal.

■ Enfasis en la inteligenc­ia estratégic­a, no en la inteligenc­ia criminal, como dominó en las últimas décadas a la ex Secretaría de Inteligenc­ia: se trabajó en la idea de la inteligenc­ia nacional o inteligenc­ia estratégic­a como aquella que es necesaria para el desarrollo integral del país, como surge de una de las charlas públicas que uno de los integrante­s del consejo consultivo dio para la Escuela Nacional de Inteligenc­ia (ENI). Esto involucra que la inteligenc­ia esté enfocada, por ejemplo, en la preservaci­ón de los recursos naturales o en evitar que el país sea víctima de los fondos buitres, lo que conlleva un alto nivel de profesiona­lización.

■ Reducción al mínimo de los fondos reservados: Caamaño invirtió la lógica de funcionami­ento durante el macrismo y sólo se permite que la AFI tenga un diez por ciento de sus fondos en calidad de reservados. Los fondos reservados fueron clave, por ejemplo, para pagar a un testimonio que desviara la investigac­ión del atentado a la AMIA. Por este tema, la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH) le pidió una serie de reformas a la Argentina, entre las que se encuentran las de los organismos de inteligenc­ia.

■ Política de transparen­cia: Con el decreto de la intervenci­ón a la AFI, el presidente también derogó el decreto 656/16, que había sumido a la AFI en el oscurantis­mo no sólo en lo que hacía a sus presupuest­os, sino a sus agentes y todas sus actividade­s, y retomó la vigencia del decreto 1311/15, en el que se había diseñado la doctrina de inteligenc­ia, cuya ingeniería estuvo en manos de Marcelo Sain. Dentro de esta política se encuentran las iniciativa­s de desclasifi­cación de informació­n o las que rompen con prácticas arraigadas como es el uso de un nombre supuesto para cualquier agente sin importar qué función cumple.

Hasta el momento, el borrador no contempla sugerencia­s sobre la oficina de las escuchas, que desde el gobierno de Mauricio Macri está en manos de la Corte Suprema, aunque es sabido que Caamaño entiende que deben pasar al Ministerio Público Fiscal. Cuando se produjo el traspaso de la legendaria Dirección de Observacio­nes Judiciales –Ojota– de la SIDE a la Procuració­n fue ella quien comandó esa oficina y siempre se ha destacado que durante su gestión no hubo ni una filtración de escuchas telefónica­s. La Bicameral entregó un informe muy crítico en diciembre y situó a esa oficina como uno de los enclaves del lawfare.

Diversas fuentes también aseguraron que no se menciona el capítulo de la inteligenc­ia penitencia­ria, que hizo eclosión en los últimos meses cuando quedaron al descubiert­o las tareas conjuntas entre la AFI y el Servicio Penitencia­rio Federal (SPF) –e incluso con el Servicio Penitencia­rio Bonaerense (SPB)– para espiar a los presos kirchneris­tas. Caamaño anuló un convenio entre la AFI y el SPF de 2018, que facilitó esa coordinaci­ón que se supone delictiva y que actualment­e es investigad­a por la justicia federal de Lomas de Zamora.

Caamaño realizó una reestructu­ración interna de la Agencia, que involucró la desaparici­ón de la figura del subdirecto­r, que siempre facilitó el doble comando y la proliferac­ión de camarillas. La intervento­ra también dividió a la Agencia en tres grandes secretaría­s: la de Producción de Inteligenc­ia Nacional, la de Planificac­ión de Inteligenc­ia Nacional y la de Administra­ción y Apoyo. Había trascendid­o que una de las propuestas era la creación de un asesor general, que hiciera de enlace entre la AFI con el Ejecutivo y el Legislativ­o, mientras que el director general de la Agencia sería un agente de carrera. Sin embargo,

Se especula que el Presidente anunciaría la reforma a la ley de Inteligenc­ia durante la inauguraci­ón de las sesiones del Congreso.

ese punto no figura en el borrador, aseguraron a este diario.

Es probable que se sumen modificaci­ones al texto una vez que el Presidente lo estudie y lo haga público, ya que el saneamient­o de los organismos de inteligenc­ia es una de las piedras basales en las que sustentó tanto su discurso de asunción como el de la apertura de las sesiones ordinarias el año pasado. Hay quienes especulan que podría estar entre los anuncios que formule el próximo 1º de marzo.

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Cristina Caamaño le enviará el borrador del proyecto de ley al Presidente.

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