“No hay lugar para el racismo”
El clásico de Milan por la Copa de Italia disputado el martes tuvo un desarrollo caliente, con Zlatan Ibrahimovic expulsado y posteriormente acusado de racismo, tras un fuerte cruce con su ex compañero Romelu Lukaku. Ante esa situación, el delantero sueco se defendió de quienes lo acusaron de racista luego de su pelea con el goleador belga en el duelo que el Inter ganó 2-1 y avanzó a las semifinales del torneo.
“En el mundo de Zlatan no hay lugar para el racismo”, escribió Zlatan en su cuenta de Twitter. “Todos somos la misma raza. Todos somos iguales. Todos somos jugadores. Algunos mejores que otros”, añadió el sueco en la red social, donde tiene más de siete millones de seguidores.
En el clásico milanés disputado en el estadio Giuseppe Meazza, Zlatan y Lukaku estuvieron frente a frente cruzando insultos por algunos segundos cuando terminaba el primer tiempo y recibieron una tarjeta amarilla cada uno. Lukaku se enojó por una fuerte infracción que le había cometido Alessio Romagnoli, lo que provocó una pequeña trifulca, que involucró a varios futbolistas y que terminó con el sueco y el belga a los insultos y enfrentados cara a cara, incluso con invitaciones a pelearse afuera de la cancha.