A COSTA DE TODOS
PRIVATIZACION DE COSTA SALGUERO
Después de la Audiencia Pública, donde más del 90% de las ponencias rechazaron la venta de las tierras de la Ciudad, la oposición disecciona el modelo privatista del PRO y plantea alternativas frente a las trampas oficiales. “Los porteños somos cada vez menos ciudadanos y más clientes; lo único verde que promueven son las transacciones en dólares”, aseguran
“Larreta tiene una Legislatura más afín y avanzó más rápido que Macri: privatizó en cuatro años más que Macri en ocho”.
“Los porteños somos cada vez menos ciudadanos y más clientes. Los derechos se conciben como servicios”. Marziotta
“Lo histórico de la audiencia no es solo lo masivo, también lo transversal y diverso de los planteos en contra del proyecto”. Cámpora
Reunidos por PáginaI12 Mariano Recalde, Gisela Marziotta, Lucía Cámpora y Matías Barroetaveña hablaron del modelo de ciudad que expresó el Gobierno de la Ciudad en el proyecto de privatización del predio costero. Pero, sobre todo, de lo que dejaron la inéditas jornadas de participación ciudadana.
La audiencia pública por Costa Salguero que finalizó el miércoles pasado dejó una foto muy nítida de la ciudad que peligrosamente se está imponiendo, y también otra, la que reclaman los vecinos y vecinas de Buenos Aires. Con una inédita participación de más de 7.000 inscriptos y 2.058 expositores en 30 jornadas a lo largo de dos meses, ocurrió que sólo 55 se pronunciaron a favor de la decisión de privatizar los predios de Costa Salguero y Punta Carrasco. De ellos, 34 fueron funcionarios. Más del 97 por ciento de los expositores apuntó contra lo que, reunidos para hablar del tema por PáginaI12, legisladores del Frente de Todos definen como la muestra de una gestión que tiende “a una ciudad cada vez más cara”, “que expulsa”, y que contrariamente a lo que comunica “no escucha a las ciudadanas y ciudadanos”. El senador por CABA Mariano Recalde, la diputada nacional Gisela Marziotta y los legisladores Lucía Cámpora y Matías Barroetaveña, definieron el modelo de ciudad que se expresó en esta histórica audiencia, pero también de una ciudadanía que ha sabido organizarse para expresar sus reclamos.
“Costa Salguero es una foto de la discusión sobre el modelo de ciudad, y las tierras públicas como un bien escaso son parte de esa discusión. Entre las gestiones de Macri y Larreta, la ciudad privatizó más de 400 hectáreas, en ventas y concesiones”, sostiene Marziotta. “Y no es un hecho aislado, Larreta incluso fue más profundo y más rápido que Macri”, confirma Recalde repasando el proyecto oficial que destina trece hectáreas de la costanera a proyectos inmobiliarios.
“Larreta tenía además una legislatura más afín que la que tuvo Macri, también por eso pudo avanzar más rápido: privatizó en cuatro años, más que Macri en ocho años”, advierte Recalde. “Esta privatización explícita muestra la tendencia implícita a privatizar la educación, o la salud” agrega Marziotta. “Si no generás vacantes suficientes en escuelas, tendés a privatizar la educación” reflexiona. Y si no se puede pagar la escuela ‘se cae en la educación pública’”, completa Recalde, con ironía.
La lógica de gobernar para la foto y gestionar para pocos está aceitada, coinciden, y dan ejemplos. “Comunican una buena gestión porque arreglan veredas, cambian baldosas y luces, pero educación o salud en las provincias están en cabeza del gobernador. Y acá, como funcionan mal, generan confusión para poner esa responsabilidad en el gobierno nacional”, señala Lucía Cámpora.
“Ya lo vivimos con De la Rúa y con Macri, que parecían eficientes con un presupuesto extraordinario que aplicaban a obras menores como un metrobus, y cuando pasan a gobernar el país se lo ponen de sombrero”, grafica Barroetaveña. Asegura que en la ciudad se apuesta al marketing: solo realizan mejoras en urbanizaciones sobre las autopistas, “las que se ven”. Por eso, para Lucía Cámpora –abogada, feminista, sobrina nieta del expresidente Héctor Cámpora–, la idea es “demostrar y comunicar que la ciudad tiene más responsabilidad de la que asume, porque no es un municipio”.
En la intención de privatizar la costa del río se evidencia esa dinámica, coinciden también: Marziotta recuerda que durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio “el gobierno de CABA no entregó computadoras que tenía para clases virtuales, no se hizo nada para garantizar el acceso a la educación. Ni siquiera habilitó wi-fi para espacios públicos”. “El subte tiene wi-fi libre, las escuelas no”, ilustra la paradoja Recalde.
“Los porteños somos cada vez menos ciudadanos y más clientes. Los derechos se conciben como servicios a pagar”, describe Marziotta, y avanza: “La tierra pública se privatiza, el transporte también, van a ampliar la red de parquímetros, van a cobrar la ecobici. La tendencia propone que el ciudadano no es un sujeto con derechos, es un mero consumidor”.
A pesar de estas políticas regresivas, el oficialismo PRO en CABA tiene un alto porcentaje de votantes que lo mantiene desde hace 14 años en el poder. ¿Cómo se explica? Para los legisladores, la comunicación construye gran parte de su base electoral. Marziotta señala “algo que hacen muy bien y ni siquiera lo dicen: pintar de amarillo lo que consideran que está bien. La maceta, la bicisenda, los faroles. Las escuelas no, los patrulleros tampoco, parecen de la Federal. Las políticas de fondo comunicacionalmente no son de la ciudad, pero sí lo que se ve, para mostrar: ¡Cómo trabaja Larreta!”.
Un electorado sobre el que se ha trabajado una instalación del sentido común de lo “antipopular” se define en este perfil comunicacional. Muy eficaz a la hora de instalar ese sentido común, pero ineficiente para las políticas públicas “en serio”. Esta mecánica se rompe con eventos como la discusión sobre el destino de Costa Salguero. Y se evidencia en la disyuntiva: parque público o edificios privados. “Hay que gobernar para todos y no solo comunicar lo superficial”: la exégesis de los legisladores resume la evaluación de la gestión oficial. Barroetaveña lo sintetiza: “Larreta quedaría como ‘el que privatizó la costanera’”, si avanza el plan.
La costa tan preciada
La audiencia que acaba de concluir permite a los legisladores sacar algunas conclusiones de los numerosos y abarcativos fundamentos expuestos. Para Recalde la cantidad y calidad de las intervenciones a favor del parque, demuestra que “la ciudad, todo lo que puede vender lo vende, pero la ciudadanía le está diciendo basta a esa política”. Como los terrenos de Costa Salguero estaban concesionados, para el senador, el oficialismo tenía “la oportunidad de que la ciudad los recupere para la gente, pero Larreta hace algo peor, los vende para siempre”. Allí se focaliza la reacción expresada en la participación pública.
“Lo histórico de la audiencia no es solo lo masivo –sostiene Cámpora–, también lo transversal y diverso. Adultos mayores y jóvenes, colectivos ambientales,
universidades de arquitectura y de las artes se expresaron en contra. Cuando el Gobierno intentó decir que Arquitectura de la UBA acompañaba el proyecto, pero quienes expusieron de esa facultad, lo hicieron en contra. En un reflejo genuino se elige un parque urbano ambiental, con flora y fauna nativa como propone el Frente de Todos, con instalaciones para el disfrute público y en vinculación con el río”. –¿Qué argumentos consideran de mayor peso en defensa de lo público?
Matías Barroetaveña: -Los fundamentos legales y de tono ambiental. En la ciudad hay unos 5 metros cuadrados de espacio verde por habitante, cuando para la OMS deben ser entre 10 y 12. Pero la construcción de lujo busca ser un espejo de Puerto Madero donde solo el 28% de las viviendas están ocupadas, porque es una reserva de valor para que la gente especule en dólares. La contracara es el 40 por ciento de inquilinos, las 300 mil personas en villas, o la imposibilidad es de acceder a una primera vivienda. La consecuencia del gran negocio inmobiliario perjudica y aumenta el déficit habitacional en la ciudad.
Gisela Marziotta: –Como símbolo del macrismo explícito muestra una forma de gobernar, y descubre la falacia discursiva de un gobierno que dice escuchar a los vecinos, pero va contra la ciudadanía. Con lo cual, eso de escuchar es falso de toda falsedad. Esta podría ser la oportunidad real de ser un gobierno que escucha y ejecuta políticas para las vecinas y vecinos que reclaman desde un mecanismo institucional como la audiencia, donde hubo más de 7.000 inscriptos, aunque no todos pudieron participar. También daría lugar a generar espacios verdes y así cumplir una de las viejas promesas del macrismo: hacer una ciudad verde. Porque es una ciudad gris, una ciudad de cemento.