Pagina 12

En venta en la dark web

Espías, atrasos y mercado negro

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dos en otro correo, donde la AME expones “tres objeciones mayores”: varias plantas de producción no habían sido aún examinadas, faltaban datos sobre los lotes comerciale­s de la vacuna y, sobre todo, los datos de que se disponía mostraban diferencia­s cualitativ­as entre los lotes comerciale­s y los que se habían utilizado durante los ensayos clínicos.

Esa fue, durante varios días, la principal preocupaci­ón de los evaluadore­s de la Agencia porque el porcentaje de ARN íntegro era inferior al que se constató en las pruebas clínicas. Los lotes comerciale­s contenían un promedio de 51% a 59% de ARN contra 69% y 81% para los otros. La agencia juzgó que se trataba de “un punto de bloqueo” (23 de noviembre). El ARN es el elemento clave de la vacuna porque, una vez inyectada, el ARN fabrica la proteína Spike del virus con la cual el sistema inmunitari­o reconoce el componente patógeno y lo neutraliza.

El 26 de noviembre, Pfizer y BioNTech aclararon varios puntos y prometiero­n aumentar la integridad del ARN a un 60% en las primeras produccion­es de la vacuna. Sin embargo, el 30 de noviembre, la EMA insiste con sus dudas y escribe que “esos problemas son considerad­os como críticos”. Al final, el 21 de diciembre, la Agencia Europea de Medicament­os dio el visto bueno a la fórmula Pfizer/BioNTech, tres semanas después de la otorgada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá, un plazo que la Comisión Europea juzgó “inadmisibl­e”. Interpelad­a por el vespertino Le Monde sobre esos “problemas críticos”, la agencia respondió que “la empresa (el laboratori­o) pudo resolver esos problemas y suministra­r las informacio­nes y los datos necesarios para que la EMA evoluciona­ra hacia una recomendac­ión positiva de la vacuna”. ¿Y quien robó los datos ? Algunos culpan a Rusia, otros a grupos industrial­es adversos. Los documentos difundidos en el Dark Web llevan un titulo muy simbólico: “pruebas sobre la gran estafa de los datos de las vacunas de Pfizer”.

Lo cierto es que la rápida autorizaci­ón para que la vacuna Pfizer/BioNTech ingresara en los países de la Unión Europea condujo a otro enorme problema: la demora en la entrega de las dosis prometidas y la aparición de un mercado negro. PáginaI12 consultó los portales internet del Dark Web donde la vacuna se vende entre 250 y 350 euros “con entrega garantizad­a en cualquier lugar del mundo”.

Hay otras estafas más inocentes. En el Aeropuerto de París Roissy-Charles-de-Gaulle se pueden comprar por un monto que oscila entre los

150 y los 300 euros falsos certificad­os de PCR negativos. Lo peor del ser humano goza de muy buena salud.

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