Curiosa experiencia de una película en vivo
Gustavo Postiglione filmó y estrenó Simulacro en OctubreTV
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“El arte es una cuestión de experimentación”, dice en Simulacro un dramaturgo que comanda el casting para una futura obra. La frase, si bien grandilocuente, está en sintonía con la película a la que pertenece, último trabajo de Gustavo Postiglione exhibido el jueves en la plataforma Octubre TV. Exhibido y filmado, puesto que se trató de una aventura inédita en el terreno audiovisual nacional y con pocos antecedentes en otras partes del planeta: una película “en vivo”; es decir, una cuya emisión fue simultánea al rodaje, anulando toda distancia temporal entre creación y estreno. Durante casi 80 minutos, Lara Todeschini, Claudia Schujman y Gustavo Guirado se pasearon por el teatro del Complejo Cultural Atlas de Rosario interpretado a una actriz, un reputado director y una periodista, seguidos de cerca por el responsable de El asadito y un pequeño equipo técnico que, instantes después, veía en la plataforma lo mismo que cualquier espectador en su casa.
En blanco y negro, Simulacro es hija de tiempos pródigos en nuevos formatos y exploraciones. Difícilmente el consumo de películas y series sea igual que hasta marzo 2020 en la “nueva normalidad”,
Podría haber sido solo teatro filmado, pero el realizador fue más allá con una interesante experiencia de reformulación audiovisual.
esa promesa en un horizonte cada vez más cercano. Aunque la idea surgió antes del parate, los tiempos muertos de abril y mayo dieron forma a un relato entre el escenario y los vestuarios de un teatro, con tres personajes involucrados con la disciplina. Si a eso se suma un despojamiento de la posproducción (la orquesta tocó en vivo), es inevitable preguntarse si fue una película o si cayó en el “teatro filmado”. Pero el uso del espacio, el relato encapsulado en un único plano secuencia -elemento de concepción cinematográfica- y un director eligiendo qué entra o sale del cuadro, qué se deja afuera o qué información se da, la distancia de lo teatral. Aunque se habla de teatro, pero también de otras cosas. La primera imagen es la de una actriz frente a un vidrio que la separa de una cámara manejada por un dramaturgo, en el casting para un rol que ella no había pensado interpretar, hasta que la cancelación de viajes y trabajos la obligaron a otros caminos. Un camino conocido, dado que apenas culmina el casting empiezan a charlar con la confianza de quienes se conocen desde hace tiempo. Los reflejos son propios de dos seres fragmentados, personalidades que muchas veces deben adecuarse al contexto antes que seguir los impulsos y deseos.
La charla empieza a correrse de lo profesional para pasar por temas más íntimos. Algunos de indudable pertinencia temporal, como la soledad, el encierro y las rutinas de la pandemia. Otros tienen un largo recorrido en el universo artístico, en cine o teatro, como el proceso artístico, la composición interpretativa y la necesidad de un tercero para reflejar en él méritos propios. No parece casual que entre los afiches en una pared esté Opening Night. Como en el clásico de John Cassavetes, Simulacro ensaya un camino inverso a la mayoría de las películas haciendo de su historia una consecuencia de las decisiones de sus personajes, y no al revés. Para Postiglione el escenario no es solo el lugar donde se trabaja el texto y las actuaciones. La vida misma es una gran puesta en escena, una simulación tanto o más grande que lo que pueda ocurrir en una pantalla.