Una clase sobre cómo evitar dar explicaciones
El gobierno porteño esquivó la audiencia sobre el inicio de clases
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Primer acto: el gobierno porteño recusa al juez Roberto Andrés Gallardo con una fake news entre los argumentos, para evitar dar explicaciones sobre el comienzo de clases en un audiencia judicial a la que estaba citada la ministra de Educación, Soledad Acuña. Segundo acto: la gestión PRO pide ante la nueva jueza –que instruye la causa mientras se resuelve la recusación– que se suspenda una audiencia y se archive la causa. Tercer acto: la Cámara rechaza la recusación por lo que Gallardo debería volver a la causa, pero cincuenta minutos más tarde de esa decisión la jueza que lo reemplazaba en forma temporal resolvió archivar todo y suspender la audiencia. No es una obra de teatro, es la forma en la que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta logró no dar explicaciones ante el Poder Judicial sobre el operativo para testear a los docentes y no docentes ante el comienzo de clases presenciales.
Todo comenzó con un amparo de un dirigente de Sutecba que buscaba garantías para los auxiliares de portería de las escuelas ante el regreso a clases. En la causa, el juez Gallardo pidió información sobre cómo iba a ser el sistema de testeo a docentes y no docentes y citó a la ministra Acuña y al ministro de Salud, Fernán Quirós, a una audiencia judicial, a la que también convocó a los que pidieron el amparo y a los gremios docentes.
De inmediato, medios cercanos al PRO lanzaron la noticia falsa de que el juez había ordenado suspender las clases. Otros medios sostuvieron que en su cabeza ya tenía decidido hacerlo (confirmado: habría periodistas que leen la mente). En base a estas fake news, el gobierno porteño presentó una recusación contra el juez Gallardo. En el escrito, hicieron un largo
La Cámara rechazó la recusación del juez Gallardo pero, cincuenta minutos después, la jueza que lo reemplazaba en forma temporal resolvió archivar todo y suspender la audiencia.
administrativo. Allí, Gallardo presentó su defensa: “No se logra entender cómo la mera convocatoria a una audiencia para recabar información puede constituir un acto que denote falta de imparcialidad”. El magistrado indicó que, con la lógica de esa recusación,
La jueza Ana Paola Cabezas Cescato es una de las pocas que rechaza amparos por falta de vacantes, en línea con el discurso oficial.