AIRE
Casi 9 millones de personas murieron en 2018 en el mundo por respirar aire contaminado con partículas procedentes de la quema de combustibles como el carbón, la nafta o el gasoil. El estudio comandado por la Universidad de Harvard y el University College de Londres concluyó que “no podemos continuar dependiendo de los combustibles fósiles cuando sabemos que existen efectos tan severos en la salud y conocemos alternativas viables y más limpias”. El este de América del Norte, Europa y el sudeste asiático tienen las mayores tasas de mortalidad por esta causa.