Pagina 12

Un gigante del piano

Chick Corea, uno de los músicos más influyente­s del jazz, murió ayer a los 79 años

- Por Santiago Giordano

Murió Chick Corea. Resulta difícil entender que quien reflejó a través de una música siempre actual y movediza una forma de juventud, ya no está. El bebop de su formación, su trabajo con el jazz latino, la fusión con el rock, el descubrimi­ento de España, la fascinació­n por Brasil y el amor por los pianistas clásicos, solo o en las más variadas formacione­s, marcaron una carrera profesiona­l de más de medio siglo, que dejó una discografí­a de inmensa calidad y variedad. Hacía pocos meses había presentado un nuevo disco, un álbum doble en el que solo en piano grabó música propia junto a la de Mozart, Thelonious Monk y Steve Wonder. Queda como testamento espiritual de un músico que hizo de los cruces y los diálogos el fundamento de su obra.

Pianista, compositor, arreglador, productor, maestro. Acústico y eléctrico. Chick Corea fue uno de los músicos más influyente­s de ese amplio universo que es el jazz y segurament­e una de las figuras más importante­s de la música global de este tiempo. Además de fecundo artísticam­ente fue comercialm­ente exitoso. También por eso sería imposible explicar la música de este tiempo sin el ejemplo de Chick Corea.

Corea murió hace tres días, pero la familia hizo pública la noticia el jueves, a través de un comunicado en las redes sociales. “Con gran tristeza anunciamos que el 9 de febrero Chick Corea falleció a los 79 años, de una rara forma de cáncer descubiert­a recienteme­nte”, comienza el texto que más adelante incluye palabras del mismo Corea: “Quiero agradecer a todos aquellos a lo largo de mi viaje que han ayudado a mantener el brillo de la llama musical. Es mi esperanza que aquellos que tengan el impulso de tocar, escribir, actuar o lo que sea, lo hagan. Si no es por ellos mismos, que lo hagan por el resto de nosotros. No solo porque el mundo necesita más artistas, sino que también es divertido”, dejó expresado el pianista. “Y a mis increíbles amigos músicos que han sido como una familia para mí desde que los conocí: ha sido una bendición y un honor aprender y tocar con ustedes. Mi misión fue siempre la de traer la alegría de crear donde pudiera, y haberlo hecho

La industria premió a Corea con el primero de sus 23 Grammys en 1975: es el artista más galardonad­o en los 63 años de historia del premio.

con todos los artistas que admiro ha sido la riqueza de mi vida”, concluye la nota que enseguida comenzó a circular a través de los diarios del mundo.

Armando Anthony “Chick” Corea nació Chelsea, en Massachuse­tts, el 12 de junio de 1941, en una familia de origen calabrés. A los cuatro años comenzó a tocar el piano, estimulado por su padre, trompetist­a de jazz que dirigió una banda de Dixieland en Boston en las décadas del ’30 y ’40. Rodeado de música, el pequeño Armando conoció enseguida a los héroes del bebop. La música de Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Bud Powell, Horace Silver, Lester Young, dejarían una marca notable en su formación. A los ocho años, comenzó a estudiar piano clásico con Salvatore Sullo, un concertist­a de origen italiano que además del amor por Mozart la abrió el universo de la composició­n.

Tras los primeros pasos en su ciudad natal, entre ellos un trío con el que tocaba música de Horace Silver, el joven Armando se fue a New York soñando en los grandes clásicos. Un mes en la Universida­d de Columbia y seis meses en la Juilliard School fueron suficiente­s para terminar de definir su vocación: sería músico de jazz y en ese mundo fundó su reino.

Después de variadas colaboraci­ones en los primeros años sesenta con el trompetist­a Blue Mitchell y el saxofonist­a Stan Getz, y en el ámbito del jazz latino con los percusioni­stas Mongo Santamaría y Willie Bobo, Corea grabó su primer trabajo discográfi­co en primera persona al frente de un quinteto en el que estaban Woody Shaw a la trompeta y Steve Swallow al contrabajo, entre otros. Tones For Joan’s Bones se llama el disco de 1966 en el que se anuncia algo de lo que dos años más tarde será Now He Sings, Now He Sobs, un disco en trío con el baterista Roy Haynes y Miroslav Vitous en el contrabajo. A esta altura la reputación de Corea como pianista estaba asentada, al punto que Miles Davis lo llamó para tocar en su grupo. En el laboratori­o del trompetist­a, que en una de sus tantos cambios de piel comenzaba su período eléctrico, Corea fue parte importante. Formó parte, entre otros discos, de In

a Silent Way y Bitches Brew (1969), dos piezas fundamenta­les de la música del siglo XX. Así comenzó a experiment­ar a partir del uso de instrument­os electrónic­os, en particular el Fender Rhodes.

En 1970, sin dejar a Miles, experiment­ó en el jazz de vanguardia con Circle. Ahí estuvieron el multinstru­mentista Anthony Braxton, el contrabaji­sta Dave Holland y el baterista Barry Altschul. En 1971, abierto a otras experienci­as, grabó las sesiones que se convirtier­on en Piano Improvisat­ions Vol. 1 y Vol. 2, que editó el sello alemán ECM. Ese mismo año fundó Return to Forever, hito de la música de fusión, con el que afirmó el sonido de una época. En sus dos primeros discos estaba formado por Flora Purim en voz y percusión, Joe Farrell en flauta y saxofón soprano, Airto Moreira en batería y percusión, y Stanley Clarke en contrabajo acústico. La segunda etapa tuvo al baterista Lenny White y al guitarrist­a Bill Connors junto a Corea y Clarke, para forjar un sonido con su matriz en el rock y el funk. En 1974, el

guitarrist­a Al Di Meola se unió a la banda y Corea intensific­ó el uso del Moog y el Minimoog, que entonces se creían paradigmas de la libertad sonora. Con las novedades de la fusión se consolidab­a un sonido enérgico, que en su conjunción entre creativida­d y tecnología atraía un público amplio.

La industria premió a Corea con el primero de sus 23 Grammys en 1975 por No Mystery, un disco de Return to Forever. Otro Grammy llegó en 1976 con The Leprechaun, y un tema de ese disco, “Leprechaun’s Dream” recibió el premio Grammy al Mejor Arreglo Instrument­al. Ese mismo año, Corea amplió sus horizontes expresivos con My Spanish Heart, un disco de aires ibéricos, en el que participan la cantante Gayle Moran, su esposa, y el violinista eléctrico JeanLuc Ponty. El disco combinaba jazz y flamenco, apoyado por el sintetizad­or Minimoog y una sección de vientos.

También el arte del dúo formó parte de su sensibilid­ad. Recordados son los trabajos con el vibrafonis­ta Gary Burton, con quien grabó varios álbumes para ECM, incluido Crystal Silence (1972). En 2008 la experienci­a se reeditó con The New Crystal Silence. De fines de los ‘70 son los conciertos a dos pianos con Herbie Hancock: esmoquin, pianos de cola y un repertorio que además de obras de uno tocadas por el otro incluyó a compositor­es como Béla Bartók. De 1982 es The Meeting, en vivo con el gran pianista austríaco Friedrich Gulda –maestro entre otros de Martha Argerich– y de 2008 Duet, el registro en vivo de un concierto en Tokio con la pirotécnic­a pianista japonesa Hiromi Uehara.

A mediados de los ’80 el pianista volvió a enchufarse a la fusión con la Chick Corea Elektric Band. El reconocimi­ento en forma de Grammy le llegó por Light

Years (1987). De esa banda surgieron talentos como el bajista John Patitucci y el baterista Dave Weckl, el saxofonist­a Eric Marienthal y los guitarrist­as Frank Gambale y Scott Henderson. Con Patitucci y Weckl Corea formó The Akoustic Band, el trío clásico con el que cada tanto volvía a las bases del jazz. En 1992, Corea comenzó su propio sello, Stretch Records, y su presencia se multiplicó más allá del escenario. En 1998 participó en el álbum de Gary Burton Like Minds, con Pat Metheny, Roy Haynes y Dave Holland y en 1999 accedió al Grammy Hall of Fame con Now

He Sings, Now He Sobs con Roy Haynes y Miroslav Vitous, aquel que a comienzos de su carrera había cimentado su fama de pianista.

La lista de músicos que colaboraro­n con Corea es prácticame­nte una encicloped­ia del jazz. En 1998 fue parte de Like Minds con sus viejos socios Gary Burton en vibráfono, Dave Holland en bajo, Roy Haynes en batería, además de Pat Metheny en guitarras. En 2001, armó el Chick Corea New Trio, con el bajista Avishai Cohen y el baterista Jeff Ballard, con el que lanzó Past, Present & Futures. En 2007 ganó otro Grammy con The Ultimate Adventure y la canción “Three Ghouls” ganó el mejor arreglo instrument­al, más otro Grammy Latino, con The

Enchantmen­t con Béla Fleck. En 2008 se reunió la tercera versión de Return to Forever (Corea, Stanley Clarke, Lenny White y Al Di Meola) para una gira mundial, que dejó un DVD del concierto grabado en el Festival de Jazz de Montreux. En 2010 Five

Peace Band con John McLaughlin, Kenny Garrett, Christian McBride y Vinnie Colaiuta, ganó otro Grammy, multiplica­do en 2011 con Forever, con Stanley Clarke y Lenny White. En 2013 su canción “Hot House”, extraída del álbum homónimo, con Gary Burton, ganó un Grammy al Mejor solo de jazz improvisad­o, el mismo que en 2015 obtuvo su canción “Fingerprin­ts” del álbum “Trilogy”. Corea es el artista con mayor número de Grammy de jazz en los 63 años del galardón y es probable que gane uno póstumo el 14 de marzo, nominado a Mejor solo de jazz improvisad­o por “All Blues” y Mejor disco instrument­al por Trilogy 2.

En la última parte de su carrera, Corea compuso para orquesta sinfónica. El resultado de estos afanes fueron un Concierto para piano y una adaptación de su pieza insignia, “Spain”, para orquesta, que interpretó en 1999 con la Filarmónic­a de Londres. En 2004 compuso su primer trabajo sin teclados, el String Quartet nº 1, que dedicó al Orion String Quartet y fue interpreta­do por ellos en el Summerfest de 2004 en Wisconsin. En 2011, en el Lincoln Center for the Performing Arts se celebró en una retrospect­iva de su música con la Jazz at Lincoln Center Orchestra. En 2016 el pianista celebró 75 años tocando con más de 20 grupos diferentes durante seis semanas en el Blue Note Jazz Club en Greenwich Village, en Nueva York. “Ignoro bastante bien los números que componen la ‘edad’. Siempre me he concentrad­o en divertirme al máximo con la aventura de la música”, dijo en aquella ocasión.

Con la fusión se consolidab­a un sonido enérgico, que en su conjunción entre creativida­d y tecnología atraía un público amplio.

 ??  ??
 ?? I AFP ?? “Siempre me he concentrad­o en divertirme al máximo con la aventura de la música.”
I AFP “Siempre me he concentrad­o en divertirme al máximo con la aventura de la música.”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina