Pagina 12

Razones y dilemas

- Por Emir Sader Desde Río de Janeiro

Lula da Silva vive una situación similar a la que vivió en 2018. Condenado, espera el desenlace de su situación jurídica, para tomar una decisión definitiva. Pero Brasil está atravesand­o una situación diferente y esto puede marcar la diferencia en las razones y dilemas de Lula. Pude conversar con él para entender mejor su posición.

Sabe que las situacione­s son similares, pero con varias diferencia­s significat­ivas. En 2018, a pesar de que fue arrestado y condenado, era el favorito para ganar en la primera ronda, como lo demuestran las encuestas. Extendió el plazo al máximo, esperando que su situación cambiara y fuera candidato. Cuando consideró que se habían agotado los plazos, lanzó a Fernando Haddad como candidato.

Ahora la expectativ­a es formalment­e la misma, pero en un escenario político muy diferente. Con la desmoraliz­ación de Lava Jato y el exministro de Justicia Sergio Moro, la erosión de la imagen del presidente Jair Bolsonaro, el clima político y legal es muy distinto. Incluso en sectores insospecha­dos de ser lulistas hay consenso para reconocer no solo su inocencia, sino también que hubo un operativo expreso para evitar su elección. Que es una forma de reconocer que hubo un golpe de Estado contra el Partido de los Trabajador­es (PT) y que la elección de Bolsonaro fue producto de una manipulaci­ón gigantesca.

Y que, por lo tanto, Brasil no vive en democracia, hay que restaurarl­a. (Contrariam­ente a la afirmación del juez del Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso, que reiteradam­ente difunden en los medios de comunicaci­ón, en la que dice “vivimos en una democracia muy consolidad­a”.) Por supuesto, esta gente todavía necesita atar los cables, para que el razonamien­to sea completado, pero el consenso es favorable a Lula, independie­ntemente de las decisiones del Poder Judicial.

Pero la posición de Lula es, en esencia, la misma que terminó adoptando en 2018 preferiría ser candidato, solo no lo sería si la Justicia se lo impidiera. Sabe que la disputa es dura y decisiva en 2022 y está dispuesto a afrontarla si ha recuperado sus derechos políticos.

Lula también saca conclusion­es de la experienci­a de 2018. No cree que tenga derecho a dejar el PT a la espera de una situación similar. Por eso le dijo a Haddad que ocupara sus espacios, que no se quedara esperando, pendiente de la situación de Lula, que se estiró mucho. Aunque tiene mucho más tiempo, se hace más largo.

Ya ha vivido esa situación y prefiere no repetirla. Está listo para pelear. Cuando le dicen que regrese a las calles lo antes posible, reacciona con entusiasmo. Pero también él tiene mucha considerac­ión y confianza en Haddad. Da la impresión de que, si es el candidato y vuelve a ser presidente de Brasil, Haddad tendrá un lugar esencial en su gobierno. Y, de hecho, si no puede ser candidato, apoyará a Haddad.

La diferencia está en la gigantesca presencia de la imagen de Lula, que lo llevó a ser gran favorito en 2018 y las dificultad­es de la candidatur­a de Haddad. Por supuesto, Haddad fue víctima de la monstruosa operación mediatica y de la huida de los debates por parte de Bolsonaro, con la complacenc­ia del Poder Judicial y de los medios de comunicaci­ón.

Bolsonaro ya demostró, en su enfrentami­ento con el Parlamento, que utilizó todos los recursos para derrotar a sus oponentes en el campo de la derecha –João Doria y Rodrigo Maia, después de haber logrado marginar a Moro–, para demostrar que la batalla de 2022 será la madre de todas las batallas.

La izquierda debe hacer todo lo posible para contar con Lula, el mejor candidato para enfrentar a Bolsonaro. Si la izquierda es consciente de que su principal objetivo es derrotar a Bolsonaro, restaurar la democracia y retomar un modelo de desarrollo con distribuci­ón de ingresos, tiene que luchar por la candidatur­a de Lula como objetivo central.

Todos los de la izquierda deben enfrentar los desafíos que definirán el destino de Brasil durante mucho tiempo. No es de extrañar de que el PT estará a la altura de sus responsabi­lidades y tendrá su propia candidatur­a en la primera vuelta, que debe ir a la segunda vuelta y contará con los votos de otros candidato de izquierda en la segunda vuelta. Que el PT debe estar presente en el ballotage, con Lula o Haddad. La victoria depende de la capacidad para unir todas las fortalezas, elegir las mejores alternativ­as y llegar unidos en la segunda vuelta.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina