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Escrachan al ministro paraguayo

- Mazzetti dimitió por el escándalo que involucra al expresiden­te Vizcarra. Por sus supuestas negociacio­nes con Juan Guaidó

noviembre cuando el Congreso destituyó al expresiden­te, pero regresó seis días después cuando el reemplazan­te de Vizcarra, el legislador Manuel Merino, renunció en medio de masivas protestas contra el golpe parlamenta­rio que lo puso en el poder y fue reemplazad­o por el también legislador Francisco Sagasti, que repuso a Mazzetti al frente del Ministerio de Salud. La exministra venía recibiendo cuestionam­ientos por su gestión para enfrentar esta segunda ola de la pandemia.

Puesta al descubiert­o la oscura historia de su vacunación y la de su esposa, realizada en Palacio de Gobierno bajo las sombras del secretismo, Vizcarra aceptó lo que había mantenido oculto. El expresiden­te y hoy candidato al Congreso dijo que había sido vacunado porque se había ofrecido como uno de los doce mil voluntario­s peruanos para probar la vacuna de Sinopharm y calificó esa decisión como “un acto de valentía”. Pero no convenció con ese argumento. Justificó el secreto en el que mantuvo su vacunación señalando que así se lo exigían las reglas del estudio del cual asegura haber formado parte. Eso no es cierto. Los voluntario­s en este estudio no estaban obligados a mantener en reserva su participac­ión en las pruebas. Muchos de ellos lo hicieron público. Desmentido, cambió de versión y señaló que mantuvo el secreto para que otros laboratori­os que negociaban con el gobierno no sientan que se favorecía a Sinopharm.

No fue el único desmentido a las explicacio­nes dadas por Vizcarra. En un comunicado, la Universida­d Cayetano Heredia, que dirigió los estudios de Sinopharm en el Perú, ha revelado que Vizcarra y su esposa no formaron parte de las pruebas de este estudio en voluntario­s peruanos, desmintien­do así al expresiden­te y confirmand­o que ambos fueron vacunados al margen de este estudio. Vizcarra ha replicado insistiend­o en que sí formó parte del estudio que probaba las vacunas y expresando que se siente extrañado de la versión dada por la universida­d.

Desde distintos sectores políticos y los medios se acusa al expresiden­te de sacar provecho de su cargo para recibir la vacuna en @

El jefe de Gabinete de Paraguay, Juan Ernesto Villamayor, fue escrachado mientras cenaba en un lujoso restaurant­e de Asunción. El hecho pasó de los insultos a los golpes y obligó a Villamayor y a sus acompañant­es a abandonar el local. El funcionari­o paraguayo está en la mira luego de que el Washington Post revelara que en 2019 mantuvo reuniones con un enviado del autoprocla­mado presidente venezolano Juan Guaidó para tratar la deuda de la petrolera local con la venezolana Pdvsa. El “arreglo” entre ambas partes establecía que Sebastián ViCivil secreto. El exmandatar­io recibió una vacuna todavía no aprobada -recién fue aprobada en diciembre-, pero en la que él confiaba. El sospechoso secreto en el que lo hizo y las mentiras en las que ha caído al ser descubiert­o golpean duramente su imagen. Está por verse el impacto que eso tendrá en su candidatur­a al Congredal, abogado de la familia del presidente Mario Abdo Benítez, recibiría como comisión alrededor de 26 millones de dólares.

Los videos que se viralizaro­n en las redes sociales muestran a un grupo de personas que se acercan a la mesa en la que Villamayor cenaba con tres personas más y comienzan a increparlo para que se vaya al grito de “Bandido”, “Badulaque” y “Ladrón de mierda”. Uno de los hombres, que los medios locales identifica­ron como un empresario ganadero, le dio un golpe en el pecho a lo que el jefe del Gabinete so en las elecciones de abril. Algunos juristas han señalado que Vizcarra podría ser acusado por “recibir dádivas” de un laboratori­o que negociaba con el gobierno peruano.

Finalmente, el contrato con Sinopharm no lo cerró Vizcarra, destituido del cargo en medio de esa negociació­n, sino el gobierno de Sagasti, en enero pasado, por un millón de dosis, 300 mil de las cuales llegaron hace una semana y las otras 700 mil el último sábado, con la cuales se ha iniciado el proceso de vacunación. El gobierno ha señalado que tiene aseguradas más de 48 millones de vacunas, que además del millón de Sinopharm que ya llegaron al país, incluyen 20 millones de Pfizer, 14 millones de AstraZenec­a y 13,2 millones del sistema Covax promovido por la OMS, y que sigue negociando otras compras.

La renunciant­e ministra de Salud ha sido reemplazad­a por el médico Oscar Ugarte, un especialis­ta en salud pública que ya ejerció el cargo entre 2008 y 2011, en el gobierno del fallecido expresiden­te Alan García, aunque nunca ha formado parte del Partido Aprista que lideraba García y se le ubica cercano a la centroizqu­ierda. Ugarte se convierte en el quinto titular del sector desde la llegada de la pandemia al país en marzo del año pasado. El presidente Sagasti ha resaltado su experienci­a en el sector. Asume el cargo cuando los reportes oficiales indican que los casos de contagios llegan a 1.227.205 y las muertes a 43.491. En las últimas 24 horas se han reportado 6457 nuevos contagios y 236 fallecidos. Sin tiempo para acomodarse en el puesto, tendrá que asegurar un rápido proceso de vacunación, que se inició hace una semana, y enfrentar el colapso por la pandemia de los precarios servicios de salud, donde faltan camas de cuidados intensivos, respirador­es y oxígeno. Una tarea complicada.

respondió de la misma manera. En declaracio­nes al diario local ABC Color, Villamayor calificó lo ocurrido como “un miserable acto de agresión”.

El pasado 4 de enero, el Washington Post había revelado negociacio­nes sospechosa­s del opositor venezolano Juan Guaidó con el gobierno paraguayo para efectuar el pago de la deuda de Petropar con la estatal venezolana Pdvsa. Villamayor fue muy criticado por la opinión pública debido a la falta de transparen­cia con la que se manejó el tema.

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AFP
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