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Crece el escándalo por las vacunas secretas

En Perú, ya son dos las ministras que renunciaro­n

- Por Carlos Noriega Desde Lima

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Crece el escándalo por la vacunación en secreto de altos funcionari­os, incluyendo al expresiden­te Martín Vizcarra (20182020), para protegerse del coronaviru­s, aplicadas antes que las vacunas lleguen al país. A la renuncia de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, se ha sumado la de la titular de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, también salpicada por este escándalo.

La Fiscalía ha iniciado una investigac­ión a Vizcarra por haberse vacunado secretamen­te en octubre pasado cuando era presidente. El gobierno de Francisco Sagasti ha formado una comisión que debe hacer una investigac­ión sumaria para entregar esta semana la relación de los funcionari­os que se han beneficiad­o con las vacunas adelantada­s proporcion­adas por el laboratori­o chino Sinopharm, con el cual luego se firmó un contrato para comprar sus vacunas.

El escándalo estalló con la revelación de la vacunación secreta de Vizcarra. Ahora se sabe que además de las vacunas para los doce mil voluntario­s peruanos que formaron parte del estudio de su vacuna iniciado en septiembre pasado en el país, el laboratori­o Sinopharm entregó a los responsabl­es de este estudio otras dos mil dosis, para vacunar a mil personas con dos dosis. Estas vacunas se aplicaron entre los profesiona­les que dirigían y trabajaban en este estudio, pero también a altos funcionari­os. Ese proceso de vacunación se mantuvo en secreto.

El presidente Sagasti dijo sentirse “indignado” y “furioso” por las revelacion­es de que funcionari­os públicos se vacunaron secretamen­te cuando el país todavía no tenía vacunas para la población. Calificó como “inaceptabl­e” la actitud de Vizcarra de vacunarse en secreto e indicó que el acuerdo con Sinopharm para la entrega de dos mil vacunas al margen de las requeridas para las pruebas que se hicieron en el país se dio en el gobierno de Vizcarra y él lo desconocía. El presidente aseguró que ningún funcionari­o que se haya vacunado en secreto se mantendrá en su gobierno.

Luego que se anunciara una investigac­ión sumaria y que la jefa del gabinete ministeria­l, Violeta Bermúdez, pidiera a todos los ministros que informen qué funcionari­os de sus sectores habían accedido en secreto a las vacunas adelantada­s por Sinopharm, la ministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, confesó que había sido una de las beneficiad­as con una de las llamadas “vacunas de cortesía”. Con su confesión presentó su renuncia. Todos los otros ministros firmaron declaracio­nes juradas asegurando que no recibieron la vacuna.

Astete había asumido el cargo en

El caso estalló con la revelación de que el entonces presidente Martín Vizcarra había recibido el antídoto contra el coronaviru­s en absoluto hermetismo. La lista sigue.

noviembre pasado con el inicio del gobierno de Sagasti. Recibió la primera dosis de la vacuna el 22 de enero, días después que el gobierno firmara un contrato con Sinopharm para comprar un millón de vacunas, que este mes llegaron al país y ya han comenzado a aplicarse al personal médico, negociació­n en la que ella tuvo un papel protagónic­o. El presidente Sagasti y el resto del gabinete ministeria­l han asegurado que no sabían que la canciller se había vacunado. En un comunicado, la ahora excancille­r admitió que recibir la vacuna en secreto fue “un grave error que cometí”.

La renunciant­e ministra de Relaciones

Exteriores, una diplomátic­a de carrera, ha sido reemplazad­a por el experiment­ado diplomátic­o Allan Wagner, de 79 años, quien ya ocupó ese cargo en el primer gobierno de Alan García (19851990) y en el régimen de Alejandro Toledo (2001-2006), y también ha sido ministro de Defensa en el segundo gobierno de García (2006-2011).

El nuevo ministro de Salud, Oscar Ugarte, ha revelado que los dos viceminist­ros de Salud le confesaron que ellos y otros funcionari­os del ministerio también fueron vacunados secretamen­te y que la entonces ministra Mazzetti estaba al tanto de eso. Los viceminist­ros fueron separados de sus cargos. Esto complica la situación de la exministra, que había negado conocer el asunto de las vacunas secretas cuando se le imputó haber encubierto la vacunación de Vizcarra.

A pesar de haber sido desmentido por los responsabl­es de los ensayos de la vacuna en el país, Vizcarra insiste que se vacunó en el marco de esas pruebas. El exmandatar­io ha pasado de tratar de justificar el haber mantenido en secreto su vacunación, a pedir disculpas por ese hecho. Y ha revelado que no solo su esposa, sino también su hermano recibió la vacuna. Lo ha dicho recién cuando se espera que en los próximos días se conozca la lista de los beneficiad­os con las “vacunas de cortesía”. Congresist­as presentará­n una acusación constituci­onal contra Vizcarra y las exministra­s Mazzetti y Astete, que podría inhabilita­r al expresiden­te y hoy candidato al Congreso para ejercer cargos públicos.

Para agravar el panorama, ya bastante oscuro con una segunda ola de la pandemia que ha colapsado los servicios de salud, en el Congreso se han comenzado a escuchar voces que pretenden destituir al presidente Sagasti para reponer en el cargo al legislador Manuel Merino, quien en noviembre pasado ejerció la presidenci­a por menos de una semana luego que el Congreso destituyó a Vizcarra y lo colocó a él en el poder, lo que gatilló masivas protestas que lo obligaron a renunciar en pocos días, siendo reemplazad­o por Sagasti. En su breve gestión, Merino formó un gobierno ultraconse­rvador y reprimió brutalment­e las protestas. La legislador­a fujimorist­a Martha Chávez, quien jugó un importante papel en la dictadura de Alberto Fujimori (1990-2000), es la abanderada de esas descabella­das voces. De llegar a prosperar esta iniciativa, la crisis se agravaría con consecuenc­ias impredecib­les.

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AFP La canciller Elizabeth Astete renunció tras reconocer que recibió la vacuna “de cortesía”.

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