Apelaron la pena por el beso en Constitución
Maltrato policial tras un beso entre mujeres
La defensa de Mariana Gómez, la joven de 28 años condenada en 2019 a un año de prisión por resistencia a la autoridad y lesiones leves contra dos efectivos de la Policía de la Ciudad que la increparon por fumar mientras se besaba con su pareja, Rocío Girat, en un espacio semiabierto, expuso los argumentos de su apelación ante la Cámara Nacional de Casación Penal, que convocó también a esta audiencia virtual como “amigos del tribunal” al Inadi, la Defensoría General de la Ciudad y la Federación LGBT+.
El fallo que condenó a Mariana Gómez fue dictado el 28 de junio de 2019 por la jueza a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 26, Marta Yungano.
Todo comenzó el 2 de octubre
Teszkiewicz manifestó que “la jueza realizó una evaluación arbitraria de la prueba y desestimó los dichos de testigos presenciales”.
“Si Mariana Gómez no fuera mujer, lesbiana y pobre, no hubiéramos llegado a este proceso”, argumentó el defensor, Lisandro Teszkiewicz.
de 2017. Mariana Gómez y su esposa, Rocío Girat, conversaban y fumaban mientras se despedían en el Centro de Trasbordo de la línea C de subtes, en Plaza Constitución. Rocío Girat lloraba porque estaba próxima a enfrentar en un juicio a su padre, un oficial de la Armada que abusó de ella durante años. Un empleado de Metrovías las observó durante varios minutos. Molesto porque una de las jóvenes lloraba, interpretó por su cuenta que, como una de ellas tenia aspecto algo masculino, “estaba haciendo sufrir” a su novia de apariencia más femenina. El empleado le pidió al policía con el que tenía confianza, Jonatan Rojo, que se ocupara de la lesbiana con aspecto masculino. Llovía y muchas personas fumaban en la estación de transbordo, pero el oficial Rojo solamente increpó a Mariana Gómez, tratándola de “pibe”, para que dejara de fumar. Mariana respondió: “Termino el cigarrillo y me voy”. Y cuando la joven lesbiana intentaba irse, Jonatan Rojo se lo impidió, le tocó un pecho empujándola mientras le decía “pibe, vos no te vas”.
Al comenzar la audiencia virtual, el defensor Lisandro Teszkiewicz manifestó: “Si Mariana Gómez no fuera mujer, lesbiana y pobre, no hubiéramos llegado a este proceso”. “Este proceso ya lleva tres años, casi cuatro, por un incidente surgido en una estación de subte. Y solo encuentra explicación en una situación de discriminación y menoscabo de mi defendida por su orientación sexual”, continuó.
La jueza Yungano hizo lugar a todos los argumentos de la fiscal Diana Goral para acusar a Gómez por “resistencia a la autoridad y lesiones” y desestimó los dichos de los testigos presenciales, y sobre todo el de la policía Karen Villarreal, que no apoyó el testimonio de su compañero Rojo.
Ante la Cámara de Casación, Teszkiewicz manifestó que “la jueza realizó una evaluación arbitraria de la prueba. Asimismo desestimó los dichos de testigos presenciales, que confirman el trato despectivo y en género masculino que recibió mi defendida por parte del oficial Jonatan Rojo”.
Como amigos del Tribunal, participaron también Marcela Millán, por la Defensoría General de la Ciudad; Emiliano Morini, por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi); Flavia Massenzio y Miriam Maguicha, por La Fulana, y Analía Mas y María Rachid, por la Federación Argentina LGBT (Falgbt).
María Rachid manifestó ante el Tribunal que la detención de Mariana Gómez fue un “acto de violencia y discriminación que ejerció la policía y perpetuó la Justicia. Si Mariana y Rocío hasta entonces no tenían miedo de besarse en la calle o en un taxi, la próxima vez lo pensarán dos veces. Esto es parte del disciplinamiento del sistema patriarcal y machista, que busca que tengamos miedo de ser quienes somos”.