Más pruebas contra la acusación de Nisman
Documentos de Cancillería muestran que el Memorándum con Irán no hizo caer las alertas rojas
Documentos de Cancillería, en un intercambio con Corea del Sur, muestran que Argentina reclamaba la detención de sospechosos iraníes un año después de la firma del Memorándum con Irán. El gobierno de Cristina Kirchner ratificó los pedidos ante la Justicia
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El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Héctor Timerman como canciller, sostuvo a rajatabla las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol libradas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Y sostuvo las órdenes de captura, aún después de haber firmado el Memorándum con Irán. Así lo demuestra la documentación de Cancillería conocida ayer y que surge de una consulta hecha por Corea del Sur, a principios de 2014, respecto de una posible invitación a Mohsen Rezai, excomandante de los Guardias Revolucionarios e incluido en las alertas rojas. Corea del Sur alegó que quería colaborar con la distención que por entonces proponía el presidente norteamericano, Barack Obama, y pensaba invitar a Rezai a Seúl. La respuesta firmada por el vicecanciller Eduardo Zuaín, con fecha 25 de abril de 2014, advierte que si Rezai va a Corea, la Argentina pedirá la extradición y, por lo tanto, que se lo detenga. Poco después, la Cancillería además notificó al juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, del sondeo coreano por una eventual invitación a Rezai. Los documentos demuestran que un año después de la firma del Memorándum y mucho antes de la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina y Timerman, la Argentina mantuvo firmemente la postura de que nada cambiaba la situación de prófugos de los sospechosos.
La carta de Zuaín al embajador de Corea y la notificación al juez Canicoba Corral fueron enviadas tras una obvia consulta al canciller Timerman y de éste a la expresidenta.
Un intercambio diplomático con Corea del Sur demuestra que, tras la firma del entendimiento, el gobierno encabezado por Cristina Fernández de Kirchner mantuvo firmemente la postura de que nada cambiaba la situación de prófugos de los sospechosos.
Los documentos se conocieron también ayer a través del programa Minuto Uno de C5N. “Quiero manifestarle que de concretarse la invitación y la visita del funcionario mencionado (Mohsen Rezai) o de cualquier otra persona en la misma situación, nuestro país solicitará la inmediata aplicación del Tratado de Extradición firmado entre la República Argentina y la República de Corea y que entró en vigor el 9 de noviembre del año 2000”. En una palabra, si Rezai va a Seúl se pedirá su inmediata detención y puesta a disposición de la justicia argentina y del juez que instruye la causa AMIA, tal como lo establecen las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol.
La secuencia se inició dos días antes, el 22 de abril de 2014, con la visita a la cancillería del número dos de la embajada de Corea, consejero Joyoung Jeon, recibido por el representante especial para Asuntos de Terrorismo, ministro Fernando Lerena. La visita está consignada en un documento que
Los documentos prueban que aun después de firmado el Memorándum con Irán, la Argentina hacía respetar las órdenes de captura.
tiene el título de Confidencial. El informe señala que Jeon les manifestó que “ante la mejora de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán, la República de Corea quiere dar un paso adelante, mejorando sus propias relaciones con Irán. Entre las iniciativas que se están evaluando se encuentra la invitación al funcionario iraní Mohsen Rezai, futuro candidato presidencial en Irán. Rezai es motivo de una alerta roja de Interpol solicitado en el marco de la causa AMIA. Ante esa situación, preocupa a Corea cuál podría ser la reacción argentina, teniendo en cuenta la vigencia del tratado de extradición firmado en 2000”.
El detalle saliente del texto es que el funcionario coreano habla de la política de Obama de llegar a un acuerdo –un Memorándum– con Irán, que fue firmado en abril de 2015, entre Estados Unidos, Rusia, Alemania, China, el Reino Unido y Francia, por un lado, e Irán por el otro. Consistió en el levantamiento de sanciones a cambio de reducción de los programas nucleares iraníes. Ese acuerdo ya se negociaba de antes y en ese marco Corea intentaba también el acercamiento con Irán.
El documento que se conoció antes de ayer es un informe interno de la Cancillería dirigido al vicecanciller Zuaín y al canciller Timerman. El punto neurálgico de la documentación es la carta de Zuaín, tras consulta con Timerman y Cristina Kirchner, en que se advierte a Corea de que la Argentina procederá de inmediato a pedir la extradición, lo que obligaba a Seul a detener a Rezai y entregarlo, tal como está consignado en el tratado entre ambos países.
Finalmente, no menos importante es la notificación del Director de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Horacio Basabe, al juez Canicoba Corral. En el texto se le avisa al magistrado que un funcionario coreano se presentó en la Cancillería y consultó cuál sería la postura argentina ante una invitación coreana a Rezai. “Esta Cancillería le manifestó que de inmediato se pedirá la aplicación del tratado de extradición entre Argentina y Corea”, consigna el informe dirigido al juez.
Los documentos prueban de forma contundente que aún después de firmado el Memorándum con Irán, el 27 de enero de 2013, la Argentina hacía respetar las órdenes de captura. Es todo lo contrario de lo que afirmó Alberto
Nisman en la denuncia que realizó pocos días antes de su muerte. El texto del fiscal, desordenado, hecho a las apuradas, sin pruebas, dice que el acuerdo contemplaba la impunidad para los iraníes, empezando por incumplir las órdenes de captura.