El proyecto en defensa propia
Un diputado quiere penar “falsas denuncias o escraches”
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El diputado sanjuanino Eduardo Cáceres (JxC), procesado judicialmente por “lesiones leves agravadas por el vínculo” luego de que su expareja lo denunciara por violencia de género, presentó un proyecto para modificar la Ley Micaela, de capacitación obligatoria en género para funcionarias y funcionarios del Estado. La iniciativa, que ingresó formalmente a la Cámara con avales de otres 14 diputadas y diputados macristas, recurre al término “perspectiva de diversidad de género” para hilar algo más de 20 artículos. Al proyecto, ingresado formalmente con el número de expediente 7042-D-2020 y que el diputado procesado hizo circular por redes sociales tras asegurar que “la violencia no distingue géneros”, lo sustenta la noción de que “la violencia que sufren los hombres como los travestis, transexuales y transgénero, se presenta como un fenómeno distinto al de violencia de género”, por lo que, según fundamenta, “debe legislarse como tal, debido a que su naturaleza, causas y consecuencias serían distintas, así como los espacios y formas en que se manifiestan”.
El proyecto es el primero que anuncia el diputado procesado desde su regreso a la Cámara, el 12 de este mes, cuando se venció la licencia de dos meses iniciada cuando su ex pareja, la vicepresidenta del PRO sanjuanino, Gimena Martinazzo, lo denunció ante la Justicia por violencia de género. Entre otras cosas, el texto busca tipificar “falsas denuncias o escraches sociales”, y “juzgamiento de su rol paterno o de pareja, acciones de distanciamiento e impedimento de contacto con sus hijos, y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación”.
Cáceres, a quien en diciembre el juez Federico Rodríguez procesó tras valorar peritajes médicos, psicológicos y también otros realizados sobre el teléfono de su expareja, además de la declaración de la denunciante, se reincorporó a la Cámara de Diputados el viernes de la semana pasada. A mediados de esta semana, acompañado por colegas de bloque alineados habitualmente en la oposición a iniciativas en favor de la diversidad, la ESI y los derechos de mujeres y minorías, hizo correr la versión de que presentaría un proyecto para modificar la Ley Micaela, de capacitación obligatoria en perspectiva de género para agentes del Estado, ya que esa capacitación, objetó, suele estar encarada desde “la perspectiva de las mujeres”. Declaró que se llamaría “Ley Alejo”, en referencia al joven Alejo Oroño, apuñalado por su pareja la semana pasada; el texto es el primero que el diputado propone desde el 3 de noviembre de 2020, cuando ingresó un proyecto de resolución para “expresar pesar por el fallecimiento de periodista y locutor Mario Pereyra”.
El proyecto, ingresado finalmente en Diputados con el número de expediente 7042, y como parte de la labor del período de sesiones extraordinarias, reúne firmas de un pequeño dream team antis de la Cámara, que intentan construir sus perfiles en base a la agenda de oposición a derechos. Entre ellos, se encuentran el pastor evangélico neuquino David Schlereth (defensor de la injerencia religiosa en el espacio laico, e íntimamente vinculado al fundador de “Jesús es Rey” y la Asociación Mutualista Evangélica de Neuquén, Hugo Márquez), el también sanjuanino Marcelo Orrego autor de un proyecto para derogar la ley de IVE-, y la correntina Estela Regidor Belledone -quien en 2018, durante el debate sobre legalización de IVE, comparó a las personas gestantes con “perritas”, y que es autora de una iniciativa de “adopción de la persona por nacer”. @
Matías Ezequiel Martínez, detenido por el femicidio de Ursula Bahillo, enfrentó este jueves el juicio por la causa en la que está acusado por “lesiones leves y amenazas calificadas” contra una de sus ex parejas, Belén Miranda, quien lo denunció por violencia de género en 2017. La fiscal Fernánda Sánchez, a cargo del proceso, pidió una condena de cuatro años de cumplimiento efectivo.
La audiencia se llevó a cabo de forma presencial en el Juzgado Correccional N°1 de Junin y contó con la declaración de la denunciante. “Me saqué esa gran mochila que llevaba durante 4 años”, expresó la mujer, quien se había reunido con Ursula antes de que fuera asesinada. Según señaló a este diario el fiscal Sergio Terrón, que investiga la causa por el femicidio de Bahillo, el proceso “va perfilando judicialmente quién era Martínez, ya desde antes del crimen”.
Al finalizar el juicio, Miranda señaló que “si la justicia hubiera actuado antes, nada de esto estaría pasando”. Según informaron a PáginaI12 fuentes judiciales de la Fiscalía, la resolución del juzgado, a cargo del magistrado Héctor Alberto Barbera, se espera para el próximo lunes. Durante el juicio, la denunciante relató los acontecimientos sucedidos en 2017, cuando Martínez, efectivo de la Policía bonaerense, la agredió físicamente y la amenazó con un arma, ante lo cual el acusado reconoció la culpabilidad de los hechos. De esa manera, la defensa estuvo de acuerdo con el pedido de la fiscal Sánchez. “Mi momento llegó y se hizo justicia, tarde, pero ya está”, escribió la denunciante en sus redes sociales.
El hecho por el cual Martínez fue juzgado este jueves ocurrió hace cuatro años, cuando Miranda y él eran pareja. Según relató la mujer luego de enterarse del femicidio de Ursula Bahillo, quien también había denunciado al agresor en distintas
“La violencia no distingue géneros”, aseguró el procesado por violencia Eduardo Cáceres, que busca modificar la Ley Micaela.
“Tengo la plena conciencia de que podría haberme pasado a mí, y también sé que le puede pasar a cualquier mujer, pero no estamos solas”.
oportunidades, “una sola vez me agredió fisicamente y fue lo peor que pasé en mi vida”. El episodio ocurrió en la localidad de Rojas, cuando el hombre llegó a la casa de Miranda y se quejó porque uno de los hijos se había hecho pis en la cama. Cuando ella le dijo que se fuera, “él empezó a gritar”, la agarró del cuello y la sujetó contra la pared. Cuando ella cayó al suelo, él sacó el arma y amenazó con matarla.