Un plan improvisado en la Ciudad
Críticas e incertidumbre por la campaña de vacunación del gobierno porteño
Las expresiones de felicidad por la vacunación se superponen a los reclamos por falta de vacunas, a las quejas porque no se completa la vacunación a los equipos de salud pública, al cuadro de enfermedad seguida de muerte de dos médicos del sistema público de la Ciudad de Buenos Aires, ocurridas esta semana. Y sobre estas escenas se impone el vacío de información acerca del destino inmediato de más de 60 mil dosis –según el Monitor nacional entregadas por el gobierno nacional al porteño–, y se despliegan suspicacias y sospechas alrededor del criterio de la administración de Horacio Rodríguez Larreta en torno a su plan de vacunación contra la covid-19.
“Desprolijo, improvisado, y sin respeto por los trabajadores de salud que somos la primera línea”, sostiene Héctor Ortiz, en nombre de la red que nuclea a los 34 hospitales públicos de la ciudad. Las muertes recientes “podrían haberse evitado” señala. Y apunta al gobierno de CABA: “La mitad de los trabajadores de salud no está inmunizada, hago responsable al ministro (Fernán) Quirós y al jefe de Gobierno Rodríguez Larreta por estas muertes, y esperemos que no muera otro colega más por la irresponsabilidad de no vacunarnos a todos”, advierte Ortiz, preocupado, dolido.
Las vacunas no alcanzan, sostienen en la Ciudad. Incluso intiman a Nación a repensar el criterio de distribución. “¡Pero están vacunando!”, exclama Mariano Veiga, psicólogo del Hospital Moyano y secretario general adjunto de la gremial de ese hospital. “En River se vacunan profesionales autónomos privados con solo presentar la matrícula –agrega Veiga–, muchos no ejercen, otros no tienen obligación de ir a sus trabajos, atienden consultorio virtual, o son nutricionistas o kinesiólogos ¡no son la primera línea!”, subraya.
El personal de salud pública reclama que falta vacunar a 15 mil personas, además de las 8 mil que hoy no asisten por afecciones preexistentes “pero que vacunados, podrían estar activos”, señala Ortiz, trabajador de los Hospitales Durán y Pedro de Elizalde, y delegado de ATE.
Los casos observados muestran cierta falta de planificación. En un geriátrico privado de Caballito solo han vacunado a dos de las 15 personas que trabajan ahí. En la residencia que dirige la doctora Norma Ghio, en Almagro, ocurre al revés: “Vacunaron a todo el personal, pero la doctora Lutz y yo –cuenta–, que soy primera línea y estuve en terapia por covid, esta
El plan de vacunación de CABA es criticado por trabajadores y profesionales de la salud porque no prioriza al personal sanitario ni de áreas estratégicas del sector público. Los datos oficiales.
mos colgadas de una palmera. Dicen que hay problemas con la página, hace días”, reclama.
En los centros de salud privados, tampoco son todas flores. Desde una prestadora de servicios de salud prepagos, afirman que esta semana habilitaron los turnos para el personal: “En La Rural y en el Malbrán”. Lo curioso fue que “al principio ¡la gente no quería vacunarse!”,
“En River se vacunan profesionales privados con solo presentar la matrícula, y muchos no son la primera línea.”
cuenta uno de sus directores. Hubo que poner la condición de “vacunarse para seguir trabajando”. Y confiar en lo que ocurrió, relata el empresario: “A medida que la epidemia baja, hay más confianza y la gente accede a la vacunación”. Pero sobre el operativo señala: “Cuando las personas llegan al vacunatorio no se les pide identificación, parece el primer mundo”, ironiza. Luego señala que, en otros países del mundo, también se tercerizó la vacunación a prepagas para agilizar el alcance. Algo que aquí, no es bien visto por todos. “Es que así, acceden a las vacunas los socios de las prepagas y no cualquier ciudadano”, puntualiza Veiga.
“La producción de vacunas en el mundo es deficitaria”, señala Alejandro Amor. Aun sobre esa certeza, el defensor del Pueblo de CABA presentó un pedido para que se “fundamenten las causas por las cuales se priorizó la vacunacion de profesionales independientes sobre el personal de salud de los establecimientos públicos”. Y entre otros puntos, conocer “el procedimiento de selección del personal de salud independiente que recibió vacunación, en prioridad sobre el personal de establecimientos públicos”.
“No entendemos por qué no terminan con los trabajadores esenciales. Esto muestra improvisación.”
Números oficiales
Según el Monitor Público Nacional, CABA recibió hasta ayer a las 6AM, 226.725 dosis, de las cuales se aplicaron 164.726. Las 61.999 dosis que se pierden en un agujero negro de información alcanzarían para vacunar a todo el personal de salud pública, sostienen sus delegados gremiales. Y a esto le suman al reclamo sobre un porcentaje –9900 dosis, inicialmente– destinado al sistema privado. Algo que fue pensado para que los afiliados mayores de 80 años de estos “efectores privados” puedan asistir al “centro más cercano a sus domicilios”, explican desde el gobierno porteño, que abrió su vacunación a ese segmento etario, al incluir como vacunatorios a 29 postas extrahospitalarias, además de 7 instituciones privadas: hospitales con prepagas, obras