Del colapso web a una fiesta con despedidas
Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado y el Indio A los pájaros,
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Se puede caer en la tentación de decir que el montaje final es muy curioso, que no deja de asombrar la ola de reacciones que desata el personaje y sus canciones, que el sábado una legión de personas se emocionó, cantó, bailó, hizo catarsis en tiempos de mierda, todo frente a una pantalla. Las pruebas están ahí, en las redes sociales, donde además todos necesitaron compartirlo, encontrarse en el otro en noches otra vez cuarentenadas. Pero no, no es curioso, porque se trata del Indio. Y el Indio, mal que les pese a quienes lo quieren mal, es una figura de enorme popularidad. Con una obra que justifica ese impacto en públicos de todas las edades. Y en un momento en el que todos tratan de acostumbrarse a la idea de no verlo más sobre el escenario real.
Por eso, también, las dimensiones del papelón de Ticketek. El show de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado debía comenzar a las 21, se terminó liberando en YouTube a las 23.55, cuando ya algunos se habían rendido y muchos tenían la cerveza y el ánimo caliente. Las redes ardían de insultos y comentarios que desataban carcajadas. Gaspar Benegas y Pablo Sbaraglia, directores musicales del asunto, penaban por un colapso inexplicable: lo curioso del montaje es que un streaming profesional no pueda sostener el ingreso simultáneo de quienes habían pagado su entrada, cuyo número no podía ser desconocido. A los pájaros, registrado en Villa Epecuén, comenzó así con el pie izquierdo. Pero terminó con los dos bailando y las emociones en llamas. 90 mil conexiones en YouTube que suponen varios miles más de personas, miles y miles de visualizaciones contando al cierre de esta edición.
No es fácil adaptarse a la situación. Porque Los Fundamentalistas –Benegas, Sbaraglia, Baltasar Comotto, Fernando Nalé, Deborah Dixon y Luciana Palacios, Sergio Colombo, Miguel Angel Tallarita y Ramiro López Naguil– son una banda ajustadísima, excelentes músicos, compañeros de ruta del Indio, conocedores del paño. Las canciones del Indio y los Redondos caen como piñazos, la memoria emocional completa el combo y es imposible no disfrutarlo. Pero aún así cuesta no escuchar la voz de Solari, la expectativa crece y crece a lo largo del setlist. Y encima se asoma el Indio y pasan cosas fuertes.
Porque fue la ocasión para presentar dos temas nuevos, y con una carga pesadísima. Desde las pantallas, haciendo mímica sobre su voz grabada, el Indio dejó caer “Rezando solo” y dejó KO a miles con “Encuentro con un ángel amateur”. Si el excelente libro de Marcelo Figueras es una suerte de
La banda tuvo que liberar en YouTube “concert film” con tres apariciones del Indio, rescates históricos y una canción cuya letra suena a un adiós.
en palabras del Mister,
la carga emotiva de frases como “Un ángel zonzo amateur me condenó al paraíso / Solo me falta saber la fecha y el lugar y allí iré cantando / Yo ya no puedo cumplir hazañas que prometí / solo marchar cantando”
devastó a varios. Aun en tiempos de sucedáneos virtuales para lo que no puede suceder en vivo –en este caso, más allá incluso del coronavirus–, los adioses implícitos en semejante canción terminaron de sacudir a miles de seguidores.
Por eso es difícil analizar con fría objetividad la película de concierto realizada por Matías Mera y Edgardo Kevorkian para Cráneo Films, con el magnético entorno del pueblo arrasado por una inundación en 1985. Cada cual elige su propia aventura. Se la puede abordar desde el amor a un tipo que dio tanto a la cultura argentina, o desde el cinismo de verlo como una puesta en escena para alimentar el negocio. No son discusiones nuevas. Ni conciliables: difícil que unos puedan convencer a otros.
Pero entonces quedan las canciones. Y los rescates. Las inflexiones demasiado solarianas de Benegas se contrapesan con la monumental performance de Deborah Dixon –vaya novedad– en “Un tal
Brigitte Bardot”. En el final aparecen decisiones acertadísimas, como ir al libro profundo ricotero para perlas como “Rock de las abejas”, “Quema el celo” y, golazo del Diego en México 86, “Pura suerte”, ese temazo del Demo RCA que Patricio Rey nunca registró en disco. El Indio volvió para estrenar “Strangerdanger” de El Ruiseñor, el amor la muerte. Cosas como “Rock para el Negro Atila”, “La Parabellum del buen psicópata”, “Héroe del whisky” y “Semen Up” revolvieron recuerdos y sensaciones, y cada cual hizo lo que pudo. En 32 canciones coronadas por –claro– “Ji Ji Ji”, Los Fundadespedida
ymentalistas alimentaron ese vaivén entre disfrutar lo que hay y extrañar lo que fue. No hay conclusiones certeras ni veredictos. Tampoco se necesitan.
Queda por ver qué decisiones tomará Ticketek. El reclamo por la devolución de un servicio no prestado choca con la cuestión de que parte de la recaudación se destina a Artistas por la Patagonia, que trabaja por la reconstrucción de viviendas quemadas en la Comarca Andina. En la mañana de ayer, Benegas seguía manifestando su tristeza en redes por lo sucedido, y luego el grupo colgó un comunicado invitando a ver el show en la plataforma y preservar lo recaudado para la Patagonia. Ticketek consiguió trasladar al mundo virtual los quilombos que solían desatarse en los accesos a los shows reales: una anécdota más en en esta caja de sorpresas permanente que es la República Argentina.
Y en el medio de todo, un hombre calvo, de gafas negras y el aura de los artistas realmente populares, anunciando que está listo para marchar cantando. Más de uno sintió que las ruinas de Epecuén eran el simbolismo perfecto de lo que le pasaba a su corazón. Pero pudo quedarse con el calor de las canciones para creer en milagros.