Otro paso para la renovación en Cuba
Miguel Díaz-Canel reemplaza a Raúl Castro al frente del PCC Ingeniero electrónico, es el primer civil en dirigir el partido y su única experiencia militar fueron tres años de servicio en una unidad de misiles antiaéreos.
de 700 mil militantes, votaran el domingo para elegir al Comité Central, integrado por 114 miembros. Este comité dirige la agrupación política entre congresos, selecciona de su seno al buró político y se encarga de nombrar a su primer y segundo secretario.
La salida de Raúl Castro del PCC está acompañada de la jubilación de otros militantes que lograron el triunfo de la revolución cubana, como el segundo secretario José Ramón Machado Ventura, de 90 años, y Ramiro Valdés, de 88. La mayoría de los 11,2 millones de habitantes del país sólo conocieron a Fidel, fallecido hace diez años, y a Raúl Castro al frente del poder. “Yo desde que nací conozco un solo partido y hasta ahora se vive con él, y nadie se muere de hambre”, manifestó Miguel Gainza, un artesano de 58 años, que trabaja en La Habana Vieja y apoya al gobierno.
Entre los nuevos integrantes del órgano más poderoso del PCC están el primer ministro del país, Manuel Marrero, y Luis Alberto Rodríguez López Callejas, exyerno de Raúl Castro. Se mantienen en el máximo órgano de dirección del PCC, además de Díaz-Canel, el presidente del Parlamento Esteban Lazo, el vicemandatario Salvador Valdés, el viceprimer ministro Roberto Morales y el canciller Bruno Rodríguez.
En total, al nuevo órgano lo integran 14 dirigentes, tres menos que la composición anterior. Entre ellos hay tres mujeres: la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle, la científica y directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Marta Ayala, y la primera secretaria del PC en la provincia de Artemisa, Gladys Martínez. Con 49 años, es además la más joven del poderoso órgano del PCC.
Al frente del recambio generacional
Nacido luego del triunfo de la revolución en 1959, Díaz-Canel encarna la nueva generación en el poder en Cuba. Su origen humilde no le impidió realizar estudios universitarios graduándose como ingeniero en Electrónica en 1982, año en que se incorporó a las fuerzas armadas para cumplir únicamente con el servicio militar.
De joven integró una misión internacionalista a Nicaragua con otros miembros de la juventud comunista. Fue jefe del partido en dos provincias, ministro de Educación Superior y vicepresidente en 2013 antes de ser designado presidente de Cuba. En el informe central al octavo Congreso del PCC, Raúl Castro reconoció que Díaz-Canel “no es fruto de la improvisación, sino de una pensada selección de un joven revolucionario con condiciones para ser promovido a cargos superiores”.
Cuando llegó a la presidencia en 2018 se escribió mucho sobre sus traslados en bicicleta mientras trabajaba en provincia, su pasión por los Beatles o el uso habitual de celulares y tablets. Ciertamente Díaz-Canel exhibe un estilo más moderno que el cultivado por los hermanos Castro. Así terminó con el verde olivo de sus ilustres predecesores: por primera vez en décadas, Cuba pasó a ser presidida por un civil.
El mandatario cubano ha basado su estilo de gobierno en la presencia constante en el terreno, ya sea física con numerosos viajes a las provincias, o virtual mediante la apertura de su cuenta de Twitter, que usa para comunicarse varias veces al día.
Durante estos años de mandato se incrementaron las sanciones de Estados Unidos y se recrudeció el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington impone a la isla. Además Cuba recibió el duro impacto de la pandemia de coronavirus. Como contrapartida, el trabajo científico y tecnológico de la isla le permitió desarrollar cuatro vacunas contra la covid-19. Dos de esos proyectos están a punto de completar los ensayos clínicos masivos.
“Culmina el histórico octavo congreso del PCC. La Generación del Centenario, fundadora y guía, traspasa responsabilidades.”