Dudas por los avales la quiebra del Correo
Avanza la investigación por la posible manipulación de acreedores Dos nuevas denuncias penales contra el Correo Argentino pusieron en evidencia posibles maniobras de los Macri para conseguir la mayoría entre sus acreedores.
de Mauricio Macri para licuar el 98,87 por ciento de la deuda de la empresa. El modus operandi podría repetirse ahora, en días decisivos. Después de casi 20 años, la jueza Marta Cirulli debe decidir si decreta la quiebra del Correo o si homologa la propuesta de pagar una pequeña porción de su deuda y dar el asunto por terminado. ¿Puede hacer esto último frente a tantas anomalías?
Para esto último se necesita la conformidad de los acreedores que representan las dos terceras partes del capital. El Estado nacional, acreedor central, ya rechazó el ofrecimiento. También dijeron que no el Banco Nación, la AFIP y numerosos trabajadores. En total hay 708 beneficiarios de la deuda. El Correo quiere demostrar que tiene el 75 por ciento de las conformidades para imponerse y dejar al Estado fuera de la posibilidad de definir su destino. Algunos especialistas en concursos y quiebras creen que sin aval estatal no puede haber acuerdo posible.
El Meinl Bank
El Correo hace gala de contar con la conformidad del Meinl Bank, porque cree que con eso debería salvarse. ¿Pero puede la jueza Cirulli aceptar a una entidad que está en bancarrota, inhabilitada por el Banco Central Europeo y apenas manejada por sus liquidadores? El sentido común indica que no. Lo cierto es que la fiscala desde que interviene en el expediente se pregunta por qué un banco acusado de corrupción, arruinado, vinculado también a los sobornos en el caso Odebrecht, aceptaría las deudas de hace dos décadas de una empresa inactiva cuyas acciones tienen hoy valor nulo. El nuevo dictamen de la fiscalía muestra documentos que dan cuenta di