Al final era cosa de brujas nomás
La calle del terror (parte 3): 1666
El estreno de una trilogía completa en el transcurso de tres semanas resulta un acontecimiento por lo menos curioso. Ese es el formato que Netflix eligió para sumar a sus contenidos la saga La calle del terror, cuyas tres partes fueron presentadas en viernes consecutivos, incluyendo la que comenzará a estar disponible a partir de hoy en la plataforma. calle del terror (parte 3):
EE.UU., 2021.
Dirección: Leigh Janiak.
Guión: Phil Graziadei, Kate Trefry y Leugh Janiak, basado en las novelas de R.L. Stine. episodio.
En él se pone en escena la historia de la propia Sarah Fier, quien está enamorada de una de sus jóvenes amigas, con la que mantiene un romance tan secreto como culposo. Es sabido que pocas cosas había más condenables en las colonias puritanas que dieron origen a los Estados Unidos que la homosexualidad. Y más tratándose de mujeres. La calle del terror (parte 3) está ambientada en el siglo XVII, es decir que sus hechos tienen lugar en pleno auge de las cacerías de brujas y son contemporáneos de los que Arthur Miller narró en la obra de teatro Las brujas de Salem. Por eso, bastará con que aparezca el primero de los asesinos de la historia del pueblo, para que sus habitantes les echen la culpa de todo a las dos “pecadoras”, acusándolas de haber realizado un acuerdo con el diablo.
Si en los episodios iniciales (1994 y 1978) el relato fluía a caballo de las citas, homenajes y referencias a películas que funcionan como fuentes de inspiración, esta última entrega se percibe bastante más forzada. Uno de los grandes escollos es el elenco, que encajaba bastante bien en los relatos ambientados sobre el final del siglo XX, pero que lucen muy fuera de tono para el XVII. Lo mismo ocurre con el subtexto feminista que sostiene el vínculo de Sarah con su novia y que ya estaba presente en la primera parte. Pero si ahí lograba pasar como marca de época, acá se siente artificial, subrayado por algunas líneas que se parecen más a consignas lanzadas en Twitter, que al guion de una película cuya acción transcurre hace 350 años.