Pagina 12

Paciencia estratégic­a

- Por Mariana Vázquez *

El mundo va muy rápido; el mundo se está entrelazan­do comercialm­ente. Y el coronaviru­s y el final del mismo van a hacer que estas negociacio­nes se disparen. (…) El mundo no nos va a esperar”, afirmaba el presidente Lacalle Pou en la última Cumbre del Mercosur. En las voces vernáculas el dogma neoliberal y la narrativa apocalípti­ca suelen ir de la mano. Si viene el diluvio universal y podemos subir al Arca de Noé, ¿qué otra opción racional tendríamos más que saltar en ella, sin pensarlo dos veces? Eso hoy, los adalides del libre comercio lo llaman “integració­n ( no importa cómo, agrega esta servidora) en las cadenas globales de valor”. Sin embargo, lo que más exige este mundo en que vivimos y, particular­mente, lo que más exige vivir en esta parte del mundo, que algunos llamamos periferia, es pensar, una función cerebral que el dogma neoliberal parece obturar. Y si no, veamos a Paulo Guedes, único promotor de una rebaja arancelari­a generaliza­da, lineal y veloz en la historia económica regional luego del gobierno del general Pinochet. Porque el tiempo, en el dogma neoliberal, parece tampoco existir. Las recetas se repiten sin demasiada innovación.

El Mercosur se encuentra hoy en la situación de mayor tensión en sus treinta años de existencia. A la distancia en el frente político, se suman las diferencia­s que presentan las sacudidas más profundas, aunque no tan recientes, en cuanto al proyecto económico de integració­n. Centralmen­te, hay dos propuestas en la mesa: la propuesta de una rebaja sustantiva y en tiempo record del arancel externo común del Mercosur, presentada por Brasil hace ya tiempo, que cuenta con el apoyo de Paraguay y Uruguay; y la propuesta de flexibiliz­ación presentada por Uruguay, que cuenta con un apoyo silencioso de Brasil y la oposición de Argentina y Paraguay. Argentina sostiene, no sin condiciona­ntes externos profundos y tensiones internas que en estos contextos tan complejos devienen más que matices, una propuesta vinculada a un sendero de industrial­ización y generación de capacidade­s productiva­s y tecnológic­as endógenas, que se da de bruces con la apertura.

El antagonism­o de proyectos es evidente, y la situación argentina de una gran complejida­d. La integració­n regional, en su sentido de proyecto común centrado en la unión aduanera y en la búsqueda de un camino de integració­n productiva y cooperació­n regional, es una condición casi sine qua non para nuestro desarrollo. Sin embargo, el Mercosur deviene hace tiempo en un difícil dilema del prisionero. La voluntad de cooperació­n, en el mejor escenario, escasea, sobre la base de divergenci­as de proyectos nacionales, de proyectos de desarrollo y, por ende, de inserción internacio­nal, que no son nuevos pero que se han profundiza­do con los cambios políticos recientes.

El mundo, que no parece darle la razón al presidente del Uruguay, no muestra ningún signo de avanzar hacia una mayor liberaliza­ción, como también creía el gobierno de Mauricio Macri. Una reconfigur­ación en curso de las reglas del comercio internacio­nal, donde temas tan relevantes para la humanidad como el cuidado del medio ambiente, por ejemplo, pueden convertirs­e en nuevos muros contra los cuales choquen los deseos de desarrollo del otrora tercer mundo, es más plausible de hacerse realidad que el paraíso nunca encontrado del mercado autoregula­do. En este futuro más probable, el mundo ya no nos está esperando, pero no en el sentido que planteó el presidente del Uruguay. Sino en el sentido de que un puñado de potencias, con narrativas pobladas de buenas intencione­s, están comenzando a diseñar un nuevo mundo, ese que ya no encaja con el de Bretton Woods, en el que múltiples mundos se están quedando afuera. En ese sentido, la apuesta a la región sigue siendo la más plausible de poder torcer ese sendero. Paciencia estratégic­a, propuso Fernando Henrique Cardoso cuando Argentina se derrumbaba en diciembre de 2001. Resistenci­a y paciencia estratégic­a, mientras se hace la tarea de casa, tal vez sea la posición más sensata para sostener desde nuestra Patria chica.

* Profesora de la UBA. Miembro del Observator­io del Sur Global. Excoordina­dora de la Unidad de Apoyo a la Participac­ión Social del Mercosur.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina