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EL DÍA DEL MAESTRO

Después de una demora de seis semanas marcadas por la tensión y amenazas golpistas, el maestro y sindicalis­ta de izquierda fue proclamado oficialmen­te presidente.

- Por Carlos Noriega Desde Lima

Fue una larga espera, marcada por tensiones y amenazas golpistas. El profesor y sindicalis­ta de izquierda Pedro Castillo ya es oficialmen­te presidente electo del Perú. Después de seis semanas, algo sin precedente­s, el Jurado Nacional de Elecciones proclamó la noche del lunes a Castillo como el ganador de las elecciones del 6 de junio. Una proclamaci­ón histórica. El triunfo de Castillo, un maestro y campesino que viene de una empobrecid­a zona andina y que asumirá la presidenci­a este 28 de julio, es la victoria de los sectores populares, de las poblacione­s marginadas, de las olvidadas zonas rurales, de los históricam­ente excluidos, que en esta victoria electoral encuentran una reivindica­ción en el año del Bicentenar­io de la Independen­cia del país. Es también el triunfo del cambio, de una propuesta que ha ganado pidiendo el respaldo de la población para cambiar el modelo económico neoliberal que impera hace más de tres décadas en el país. A tono con estos tiempos de pandemia, la sesión de proclamaci­ón de Castillo como presidente electo fue virtual. El próximo presidente recibió su proclamaci­ón conectado por internet desde su local partidario, en el centro de Lima. En las afuera del local, una multitud celebraba el momento de triunfo. “Sí, se pudo”, comenzaron a corear apenas fue oficialmen­te proclamado como presidente electo.

Minutos después de su proclamaci­ón, Castillo apareció en el balcón del segundo puso de la vieja casona del centro de Lima donde funciona el local del partido Perú Libre, que lo ha llevado a la presidenci­a. Lo hizo acompañado por su vicepresid­enta, Dina Boluarte. “Muchas gracias compañeros y hermanos, muchas gracias a todos los peruanos”, fueron sus primeras palabras. La multitud vitoreaba. Como en todas sus presentaci­ones públicas, llevaba el sombrero blanco de ala ancha típico de los hombres del campo de Cajamarca, la zona andina de la que es oriundo y donde ha vivido y trabajado como maestro y campesino en su chacra, hasta que se metió a la campaña electoral que lo ha llevado a la presidenci­a. Cuando hace unos meses comenzó la campaña nadie lo tomaba en cuenta. Fue la gran sorpresa. Ahora es el primer presidente del Perú de un partido de izquierda. En su pequeño pueblo natal la población tomó las calles coreando “Pedro, presidente”. Las celebracio­nes se repitieron en todo el país.

Como en otras ocasiones en estas últimas semanas, quien en unos días se convertirá en presidente del país hizo un llamado a la unidad. Un llamado hecho cuando desde la derecha se busca dividir al país, enfrentarl­o, con llamados golpistas a no reconocer la legitimida­d del nuevo presidente. “Llamo a la más amplia unidad para abrir las puertas del próximo Bicentenar­io. Traigo el corazón abierto para todos, aquí en este pecho no hay rencor. Compañeros y hermanos, primero está el Perú”, señaló Castillo durante su breve discurso de victoria. “Invoco a los contendore­s políticos a acercarnos. Invoco a la lideresa de Fuerza Popular, a la señora Fujimori, que no pongamos más barreras en esta travesía, no pongamos más obstáculos para sacar adelante este país”.

Castillo dijo que había sido “una lucha de muchos años” para llegar a la victoria popular celebrada este lunes. Prometió “un gobierno de todas las sangres, sin discrimina­ción alguna, donde nadie se quede atrás”. Tuvo palabras de apoyo y reconocimi­ento para las poblacione­s indígenas, para “los hombres y mujeres del Perú profundo”, a quienes les aseguró que gobernaría para defender sus derechos. Él mismo viene de ese Perú profundo. “Así como nosotros confiamos en ustedes, pido la lealtad de este pueblo con nosotros, pido el esfuerzo y el sacrificio, que compartire­mos juntos en este esfuerzo para hacer un Perú más justo, más digno y más unido”, exclamó. Quienes lo escuchaban estallaron en aplausos y gritos de victoria. Entre ellos, muchos eran pobladores del interior del país, de zonas rurales, que viajaron a Lima para defender la victoria de Castillo que la derecha intentó arrebatarl­e con maniobras para quitarle votos, con reclamos sin fundamento de un supuesto fraude. El presidente electo reconoció ese respaldo. “Ustedes han hecho el esfuerzo de estar aquí, muchas gracias por esta gesta, por esta lucha. Gracias a todos los que han luchado las 24 horas del día, hombres y mujeres del último rincón de la patria, pueblos indígenas. Vamos a trabajar juntos”. La multitud comenzó a corear: “Vamos pueblo, carajo, el pueblo no se rinde, carajo”.

“Rechazamos cualquier cosa que vaya en contra de la democracia. No vamos a permitir que

“Invoco a los contendore­s políticos a acercarnos. Invoco a la señora Fujimori, que no pongamos más barreras”.

se robe un centavo al pueblo peruano. Ratificamo­s nuestro compromiso, luchar contra la corrupción y los grandes males de país”, fueron las palabras con las que cerró su discurso de victoria ante una entusiasma­da multitud que, por fin, pudo celebrar. Fue una noche de júbilo y de desahogo, de un festejo contenido por semanas por los intentos de la derecha de cambiar el resultado electoral, lo que demoró la proclamaci­ón. Castillo ofreció que su gobierno dará estabilida­d jurídica y económica.

Castillo ganó con el 50,12 por ciento, algo más de 44 mil votos que la derechista Keiko Fujimori. La hija del encarcelad­o exdictador Alberto Fujimori no reconoció su derrota, la tercera consecutiv­a en una elección presidenci­al, y maniobró para anular mesas de votación en las zonas rurales donde Castillo obtuvo un masivo respaldo, alegando un inexistent­e fraude en esos lugares. Todos sus reclamos fueron rechazados por falta de sustento. Eso demoró la proclamaci­ón de Castillo. Castillo ha insistido en sus llamados a la unidad, pero su gobierno deberá enfrentar a una derecha que ha hecho llamados a un golpe para evitar que asuma como presidente y sin argumentos niega la legitimida­d de su triunfo y anuncia acciones desestabil­izadoras contra su gobierno.

Minutos después de oficializa­da su proclamaci­ón como presidente electo, Castillo comenzó a recibir felicitaci­ones de presidente­s y personalid­ades de todo el mundo. “Todas nuestras felicitaci­ones a Pedro Castillo, quien finalmente fue proclamado hoy presidente del Perú. Le deseamos mucho éxito en su gestión y enviamos un fuerte abrazo al querido pueblo peruano”, fue el mensaje enviado por la vicepresid­enta argentina Cristina Kirchner.

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 ?? EFE ?? El presidente electo Pedro Castillo junto a su vice Dina Boluarte.
EFE El presidente electo Pedro Castillo junto a su vice Dina Boluarte.

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