Pagina 12

Las pruebas del delito

El ministro Del Castillo mostró las 26.900 balas antitumult­o encontrada­s en un depósito policial. La Justicia investiga el destino de las otras 40 mil que recibió la Fuerza Aérea.

- Por Luciana Bertoia y Felipe Yapur

El gobierno de Bolivia mostró el armamento enviado por la gestión macrista encontrado en bodegas de la policía. “El tráfico de armas está penado con 30 años de prisión”, dijo el ministro de Gobierno

El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo fue contundent­e cuando afirmó que “el tráfico de armas está penado en Bolivia con 30 años de prisión. Quiero hacer hincapié en el tema de Argentina. En bodegas de la policía boliviana se encontró material. Una parte fue enviado legalmente y otra parte se hizo de manera ilegal y lo estamos investigan­do”. Lo dijo durante la conferenci­a de prensa en la que mostró el armamento hallado en bodegas de la policía boliviana. Esos pertrechos son parte de lo que envió el gobierno de Mauricio Macri en los días del golpe de Estado contra Evo Morales en noviembre de 2019. Si las 26.900 balas de gomas encontrada­s en ese depósito policial cercano a la ciudad de La Paz se suman a las 40 mil que recibió y agradeció por carta la Fuerza Aérea boliviana, prácticame­nte se completa el número de 70 mil cartuchos antitumult­os. Pruebas y datos que dejan a Macri y a sus ministros a la puerta de una acusación en la justicia boliviana que, por un lado, los puede considerar autores del delito de contraband­o pero también como partícipes de la sedición que derrocó al gobierno democrátic­o de Evo Morales.

La confirmaci­ón del hallazgo le permitirá al gobierno de Alberto Fernández ampliar la denuncia ya presentada en la justicia argentina. Esto lo están trabajando los ministerio­s de Justicia, de Defensa y de Seguridad. Según confiaron a PáginaI12, esta ampliación no será la última. Aseguran que están recolectan­do informació­n de otras áreas del gobierno argentino donde también hubo participac­ión en este contraband­o agravado que, entienden, cada día que pasa también parece ser parte de un complot que incluye a otros gobiernos de Latinoamér­ica.

No es para menos, parte del armamento argentino encontrado en Bolivia estaba junto a a una treintena de granadas de gas lacrimógen­o de origen norteameri­cano en una bolsa negra que tenía un cartel que decía “guantes”. Esto es lo que lleva a los investigad­ores bolivianos a profundiza­r la tarea para determinar la participac­ión de otros gobiernos como el de Brasil y Colombia. Una tesis que de confirmars­e avalará la figura del Plan Cóndor 2 que utilizó el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, cuando dio cuenta de la contribuci­ón de Macri con el golpe de estado.

Durante la conferenci­a de prensa, Del Castillo mostró documentac­ión y los pertrechos encontrado­s. Lo acompañó el actual embajador argentino Ariel Basteiro. El ministro confirmó que se encontraro­n 26.900 balas antitumult­o 12/70 en un depósito de la Policía de Bolivia. Es parte de las 70.000

balas de gomas que la Gendarmerí­a pidió sacar del país el 12 de noviembre de 2019 con el argumento de defender la embajada argentina en La Paz. Algunas de estas balas –de Fabricacio­nes Militares– estaban escondidas en bolsas y otras estaban en cajas con el sello de la Gendarmerí­a argentina dentro del depósito de la Policía en el que se hallaron.

Según informació­n aportada por el ministro de Gobierno de Bolivia, los gendarmes argentinos llegaron al hangar de los Diablos Negros del aeropuerto de El Alto con el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina. Allí el personal diplomátic­o, que había sido escoltado por la Policía de Bolivia abordó el avión, y se comenzó la descarga de las cajas con armas y municiones. A las 7 de la mañana del 13 de noviembre de 2019, los gendarmes y los pertrechos fueron trasladado­s a la embajada y allí se hizo entrega del material bélico, como se había convenido con el entonces comandante de la Policía de Bolivia Yuri Calderón.

“Gran parte también fue enviada a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y hay un faltante que aún se encuentra en investigac­ión y debemos determinar si fue utilizado en las masacres de Sacaba y Senkata”, afirmó Del Castillo. El faltante al que hizo referencia el ministro de Gobierno son las 40 mil balas de gomas que el 13 de noviembre de 2019 agradeció, a través de una carta remitida al embajador Normando Álvarez García, el jefe de la Fuerza Aérea boliviana, Jorge Terceros Lara.

Si bien puede resultar extraño que la Fuerza Aérea boliviana recibiera armamento antitumult­os, lo cierto es que la dictadora Jeanine Añez emitió el 15 de noviembre un decreto donde autorizaba a las Fuerzas Armadas a participar de la represión de las protestas contra el golpe de estado y las eximía “de responsabi­lidad penal cuando en cumplimien­to de sus funciones constituci­onales, actúen en legítima defensa o estado de necesidad”.

Del Castillo también denunció que la dictadura de Áñez también pidió autorizaci­ón el 15 de noviembre de 2019, dos días después de la llegada del contingent­e argentino, para que un Hércules de la Aviación boliviana entrara a Ecuador para recoger municiones –en su mayoría balas de goma y gases– que también fueron hallados en poder de la Policía de Bolivia. La única diferencia con el armamento argentino es que los ecuatorian­os entregaron el material “en calidad de préstamo”.

El ministro afirmó que “existía un plan continenta­l para reprimir al gobierno boliviano organizado desde el 24 de julio cuando sin fundamento alguno el subsecreta­rio de Estado de Donald Trump ya hablaba de fraude. Ya se tenía un manual para un golpe de Estado”.

Basteiro, que estuvo especialme­nte invitado a la conferenci­a de prensa, aseguró a PáginaI12 que “el gobierno de Bolivia ha tomado el tema con seriedad y se puede ver que buscan la verdad de lo ocurrido en el golpe contra Evo Morales. Hay por ahora dos causa que se investigan. Por un lado el contraband­o pero también la sedición y el golpe. En ambas causas aparece el apellido Macri”, indicó.

Trascendió además que el gobierno boliviano realizará una denuncia contra el jefe policial Yuri Calderón, el comandante Terceros Lara y también al entonces embajador Álvarez García. En ese contexto se planea realizar un entrecuzam­iento de las llamadas que pudo haber tenido este trío.

Entre los colaborado­res de los ministros argentinos encargados de llevar adelante la denuncia hay tranquilid­ad por la calidad y la cantidad de las pruebas que presentaro­n ante la justicia. Es más, sostienen que la floja respuesta de Macri es una demostraci­ón de que la denuncia lo golpeó. Algo similar dicen de Patricia Bullrich y su floja y errática defensa de su responsabi­lidad con el envío de tropas y armamentos a Bolivia.

El ministro Del Castillo mostró documentac­ión y los pertrechos encontrado­s donde algunos estaban junto a otros de origen norteameri­cano.

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I ABI El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo, y el embajador argentino Ariel Basteiro.

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