La danza de nombres en el Frente de Todos
Alberto Fernández y Cristina Kirchner definirán las candidaturas En la provincia de Buenos Aires, suenan los nombres de Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz y Martín Insaurralde. En la Ciudad, Leandro Santoro encabezaría la lista.
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En cinco días se termina el misterio. El sábado a la medianoche se sabrá quiénes encabezarán las listas del Frente de Todos a lo largo del país y cómo se distribuirá la representación en el oficialismo. La máxima incógnita pasa por la provincia de Buenos Aires: si al tope de la boleta estará el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el intendente Martín Insaurralde, la concejal plantense Victoria Tolosa Paz o si aparecerá alguna sorpresa de último momento. En la Ciudad, el principal candidato a diputado nacional sería Leandro Santoro y en la Legislatura porteña, Gisela Marziotta. Más allá de las especulaciones, la decisión final la tomará en los próximas días la verdadera mesa chica del FdT, la de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. En la coalición gobernante destacan que lo más importante es haber logrado la unidad en casi todas las provincias y repiten sin cesar que “el mejor candidato es el sello partidario”.
La última semana de rosca comenzó intensa. La primera novedad fue que la denominada mesa de los lunes quedó suspendida. La reunión en La Plata de la que habitualmente participaban Cafiero, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, entre otros, se postergó y volverá a reunirse para coordinar la campaña recién cuando los candidatos estén definidos. En paralelo, Fernández tuvo ayer una extensa jornada de charlas para avanzar en definiciones. En su despacho de Casa Rosada se reunió largas horas con el jefe de Gabinete, en un encuentro que duró hasta entrada la noche. También conversó con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y el ministro del Interior, Wado De Pedro. El encuentro más esperado es el que aún no se concretó, la demorada cumbre con Cristina Kirchner. Ahí, delimitarán a groso modo los que ingresarán o se quedarán afuera de las boletas, respetando la relación de fuerzas internas y el lugar que ocupa el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.
La realidad en dos de los principales distritos electorales del país, Provincia y Ciudad de Buenos Aires, es muy diferente. En Casa Rosada reconocen que Cafiero mide muy bien en territorio bonaerense, aunque ven poco probable que juegue en las legislativas. “El Presidente no quiere cambiarlo de función”, aseguran en Balcarce 50. La aparición de Martín Insaurralde junto a Cristina Kirchner alimentó las conjeturas sobre una posible postulación. El lomense cuenta con un alto nivel de conocimiento en todo el territorio provincial y volumen propio en la tercera sección electoral, clave para el kirchnerismo. Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, es la dirigente que más activa se muestra y ya exhibió en público su intención de jugar; tiene a su favor, el absoluto respaldo de Alberto Fernández y que no encuentra resistencia por parte de ningún sector del FdT. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, también manifestó en la intimidad su intención de regresar al Congreso. Ante las reiteradas consultas mediáticas, el funcionario aclaró que hará lo que dicte el mandatario. “No soy un cuentapropista de la política, voy a hacer lo que sea mejor para el Frente de Todos”, afirmó. Otros funcionarios de primera línea que en algún momento fueron mencionados son el ex intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, la titular de Anses, Fernanda Raverta y la directora del PAMI, Luana Volnovich. En Casa Rosada le restan fuerza a estas posibilidades.
En el espinoso distrito porteño, bastión de Juntos por el Cambio, Leandro Santoro sería el elegido para ocupar el primer lugar. El dirigente de extracción radical reúne el apoyo tanto del kirchnerismo como del albertismo. Para la segunda posición se nombró a la asesora Cecilia Nicolini, como reconocimiento a su gran desempeño en la adquisición de vacunas, aunque en los últimos días esta versión perdió fuerza. El tercer lugar lo tendría Carlos Heller, quien pretende renovar su banca. El presidente del Banco Credicoop tuvo un rol central junto a Máximo Kirchner en el diseño del aporte a las grandes fortunas y contaría con su beneplácito. En la Legislatura porteña el nombre que suena con mayor fuerza es el de la diputada Gisela Marziotta.
La convicción en el FdT es que ningún nombre propio le gana al sello. “La franquicia vale más que las individualidades”, repiten incansablemente. Están convencidos de que si bien hay figuras que a priori mueven más el amperímetro que otros, lo que finalmente definirá la elección es la evaluación que los votantes hagan de la dinámica del Ejecutivo. Por eso, confían en que ganarán las elecciones con cierta holgura. El diagnóstico optimista se basa en dos principios: la unidad en casi todas las provincias y el alto nivel de aprobación que registran los oficialismos locales. @
Cuando se apagó el Zoom, a todos los integrantes de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio les quedó clara una cosa: habrá internas entre Diego Santilli y Facundo Manes. Las negociaciones entre el PRO y la UCR para evitar esa disputa no llegan a ningún resultado positivo. Entre otras cosas, porque los radicales quieren que sí o sí encabece el neurocientífico y los del PRO, lo mismo con el vicejefe porteño. En el encuentro virtual de la mesa nacional –al que expresidente Mauricio Macri solo se sumó sobre el final– también se fijó una regla: donde no haya acuerdo para formar el frente, nadie podrá usar el nombre “Juntos por el Cambio”. Es por los serios problemas que tienen para cerrar en La Rioja, San Luis y Neuquén. En este último lugar, directamente van por separado porque la Coalición Cívica no aceptó la incorporación del ex gobernador Jorge Sobisch. Aun con su llegada tarde, Macri pudo comprobar que, a la hora de los cierres, ya no es el que maneja la lapicera. Es una dura realidad que el ex presidente todavía le cuesta adaptarse. La ve de lejos y desde España. La mira por Zoom.
Horacio Rodríguez Larreta, por otro lado, logró la mayoría de sus objetivos: consiguió que la candidata en la Ciudad sea María Eugenia Vidal y que Patricia Bullrich – a quien Macri dejó sola– se baje. También consiguió que Santilli sea el único candidato del PRO en la provincia de Buenos Aires, luego de que convenciera a Jorge Macri para que se baje. Manes, por su lado, no la tiene tan fácil con Gustavo Posse. El intendente de San Isidro sostiene su intención de competir con una segunda lista radical (y tercera en la interna), lo que podría restarle votos. Hay quien cree que terminará negociando y bajándose “a lo Jorge Macri” (que, según cuentan, se cobró cara su dimisión).
Cuando Jorge Macri se bajó, hizo un llamado a los otros candidatos a que imiten su ejemplo para no hacer “una interna funcional al kirchnerismo”, pero no hay caso: los radicales están decididos a encabezar la lista bonaerense. Y si tienen que ir a una interna, mejor. Ganarle al candidato de Larreta puede ser una forma, para la UCR, de cambiar el balance de poder en JxC que siempre los tuvo como los socios menores. Del lado de Larreta no existe la intención de regalarles ese lugar. Por lo tanto, en la reunión virtual de ayer se dio por descontado que habrá internas.
A lo sumo, se trabaja para que no sean salvajes: la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, junto con el titular de la UCR; Alfredo Cornejo, se comprometieron a armar un “código de bue
En el oficialismo destacan haber logrado la unidad en casi todas las provincias y repiten que “el mejor candidato es el sello partidario”.