Noche de terror en Belo Horizonte
Incidentes, gases, denuncias y doce horas arriba de un colectivo
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Después de la eliminación por penales ante Atlético Mineiro, el plantel de Boca vivió una noche de terror: una pelea con la policía militar brasileña, en la que sufrieron el efecto de gases, casi 12 horas sentados en un micro para no romper la burbuja y al menos ocho integrantes de la delegación con una causa abierta por los incidentes, hasta que recién a las 15 el grupo pudo regresar a Buenos Aires. Para colmo, según lo dispuso el ministerio de Salud, el plantel xeneize deberá guardar una cuarentena de siete días ( ver aparte), por lo que no podrá disputar al menos los próximos dos partidos del torneo local, ante Banfield y San Lorenzo.
A través de las cadenas televisivas y en las redes sociales se vio cómo varios integrantes del plantel lanzaron objetos contra la policía, al tiempo que algunos futbolistas mostraban los efectos de los gases. Así se pudo ver cómo Lisandro Lopez, dentro del campo junto a otros compañeros que reingresaron por la agresión policial, mostraba la molestia en su rostro por los gases, igual que el juvenil Alan Varela, a metros del vestuario boquense.
“Los incidentes se iniciaron porque un delegado de Conmebol denunció una agresión y después se debieron utilizar los gases lacrimógenos para disuadir la situación”, justificó lo sucedido Santiago Mayor, vocero de la policía militar de Minas Gerais.
El comienzo de los disturbios se produjo cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuario a reclamarle al árbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol legítimo de Marcelo Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.
En las imágenes televisivas se ve también cómo, en el medio del caos general, el presidente de Atlético Mineiro, Sergio Coelho lanzó una botella de agua a los jugadores de Boca que estaban del otro lado del vestuario. En tanto,
El plantel xeneize intentó agredir a los árbitros tras la eliminación en la Libertadores, pero fue reprimido por la policía militar.
Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol de Boca, estuvo a punto de pelearse con un policía, mientras detrás suyo trataban de contener la situación su compañero de directiva, Jorge Bermúdez, el técnico, Miguel Russo, y el ayudante de campo, Leandro Somoza.
Posteriormente la delegación boquense se subió al ómnibus que lo iba a transportar al aeropuerto Tancredo Neves para re