La lucha es larga y llega en bondi
La Sesenta, en Cine.Ar
real. A grandes rasgos, la de la película es la historia de Sam, una mujer australiana, surfista semi profesional y madre de tres niños pequeños que, durante unas vacaciones en Tailandia, sufre un terrible accidente que la deja paralizada de por vida de la cintura para abajo. El segundo largometraje del también australiano Glendyn Ivin pasa revista rápidamente al origen del drama, concentrándose a partir de ese momento en el comienzo del resto de la vida de la protagonista, interpretada por Naomi Watts (a su vez productora del film), y la de su marido e hijos.
Con la vida cotidiana tal y como se la conocía alterada por completo, Sam despierta y el simple hecho de trasladarse a la silla de ruedas se convierte en un doloroso calvario. Los más chiquitos continúan con sus gritos, saltos y corridas por la casa como si nada hubiera sucedido, y sólo el hijo mayor parece haber ingresado en una etapa callada y meditabunda (tal vez depresiva) ante las tristes novedades. Es posible que Noah sienta incluso algo de culpa por haber llevado a su madre a la terraza que permitió la tragedia. En una escena bisagra, Sam observa las fotografías colgadas en la pared del li@
Un grupo de choferes y empleados conversa animadamente en la terminal, cuando de pronto un colectivo fuera de control viene hacia ellos y termina estrellado contra el ventanal de una oficina de administración. En realidad no es ése el accidente más grave sino el que ocurrió segundos antes, cuando la unidad se desenganchó de un elevador y cayó sobre un electricista, ocasionándole la muerte. El electricista tiene nombre: David Ramallo. A partir de ese día, 9 de setiembre de 2016, el retrato de Ramallo no dejó de aparecer jamás en las movilizaciones emprendidas por el cuerpo de delegados de la línea 60, cuyos reclamos por mejores condiciones salariales, de seguridad, contra la burocracia gremial y por el desguace de la línea no cesaron desde entonces. Con eje en ese episodio, pero retrotrayéndose al comienzo de las movilizaciones, un año antes, La Sesenta cuenta la historia de esas luchas,
Argentina, 2021.
Dirección y realización integral: Silbando Bembas.
Narrador: Santiago Menconi.
Adaptación y desarrollo: Francisco Estrella Gutiérrez, Sebastián Zanzottera, Lucía Casado, Santiago Menconi, sobre libro
Duración: 107 minutos. Estreno en Cine.Ar llevadas adelante por el cuerpo de delegados más combativo del sector transportista y uno de los más aguerridos del sindicalismo argentino en general.
Realizada por el colectivo Silbando Bembas y basada en el libro Sesentazo - Crónicas de un lockout de Santiago Menconi, La Sesenta está narrada en vivo y desde adentro, en tanto su línea conductora es el propio Menconi, que a esa fecha trabajaba como personal de limpieza de la línea. La voz de Menconi guía desde el off el recuento de los daños, tanto como la formación y consolidación del cuerpo de delegados, próximo al partido de izquierda MST. Hasta el día de hoy, conviene recordarlo, ese cuerpo de delegados, que aspira a constituirse en sindicato, no goza de reconocimiento oficial. Por lo cual la burocracia de la UTA, clavada a sus sillones desde hace casi medio siglo, es la encargada de negociar salarios, siempre a la baja, y de (no) defender las condiciones laborales y de seguridad de sus afiliados. Bastaría sumarle una letra a la UTA para dar con las siglas del sindicato oficial del gremio periodístico, que para “defender” los intereses de los trabajadores aplica las mismas políticas que aquél.
Antes que intentar disimularla, los delegados entrevistados por Menconi mientras conducen sus colectivos reconocen su afiliación y pertenencia “al partido”, e incluso aclaran que su lucha no termina en lo sindical, sino que se extiende a lo político. El relato, que no recurre al rutinario formato de “cabezas parlantes”, retrocede hasta julio de 2015, cuando la empresa Monsa, subsidiaria del monopólico grupo DOTA, despidió a más de medio centenar de trabajadores. Entre ellos, por supuesto, todos los integrantes del cuerpo de delegados. Éste lideró entonces una histórica medida de fuerza de 42 días, al cabo de la cual terminaron torciéndole el brazo a la empresa. El momento más impresionante de La Sesenta es cuando se leen en off los números de las 72 líneas que ese grupo posee, convirtiendo la idea de “monopolio” en cifras bien concretas.