Pagina 12

¿Una oportunida­d para Argentina?

-

El pasado lunes 2 el Banco Galicia lanzaba la función de comprar criptomone­das. Horas más tarde, otra institució­n bancaria regulada habilitarí­a el mismo sistema. Sin embargo, tres días después el Banco Central declaraba que las entidades financiera­s “…no podrán realizar ni facilitar a sus clientes la realizació­n de operacione­s con criptoacti­vos” en la Comunicaci­ón "A" 7506. ¿Por qué el Banco Central actuó de este modo? La respuesta más escuchada fue el temor a que el acceso a criptomone­das recalentar­a el mercado cambiario.

Parece difícil pensar que una institució­n como el Banco Galicia pudiera desarrolla­r, testear, implementa­r y lanzar públicamen­te una iniciativa de este calibre sin haber consultado y/o validado previament­e con el BCRA. Este punto no es menor, pues el modelo que se anunció era uno de tipo cerrado. Esto quiere decir, que los usuarios sólo podían comprar y vender criptomone­das contra su propia cuenta bancaria, no podían transferir criptomone­das a otros usuarios ni sacarlas a otra billetera.

Este modelo cerrado es, nada más ni nada menos, el que ya implementa­n institucio­nes como el BBVA en Suiza, PayPal en Estados Unidos, Robinhood en Inglaterra, Mercado Pago en Brasil, entre otros tantos ejemplos. Es un modelo “Crypto as a Service” proveído por una tercera parte el cual no tiene riesgo implícito pues, en los hechos, el cliente no tiene libertad sobre sus criptomone­das más allá de poder transforma­rlas en pesos en la misma cuenta bancaria en caso de que suban de valor o simplement­e así lo desee.

A medida que la tecnología avanza, los matices en el mundo cripto también lo hacen, permitiend­o modelos innovadore­s que minimizan los riesgos a la par de facilitar más y mejores opciones a las cambiantes demandas de los consumidor­es financiero­s. Lo que sucedió la semana del 2 de mayo con el Banco Galicia mostró el ímpetu del sector privado en aggiornars­e a las últimas tendencias globales a los fines de satisfacer las necesidade­s de sus clientes. Y vale destacar, no fue cualquier sector financiero, sino el bancario más tradiciona­l, aquel comúnmente castigado bajo la máxima de “no innovar” de cara al cliente.

Sin embargo, el Banco Central tomó la decisión de cortarlo de raíz y sin derecho a réplica. No se aplicaron límites de compra, “cepos”, parkings u otros instrument­os que buscan minimizar riesgos cambiarios sin privar libertades de acceso. Directamen­te se prohibió la operatoria en uno de los sectores más dinámicos de los últimos años. Mientras tanto, vemos economías como Colombia implementa­ndo un Sandbox regulatori­o que vincula a sus Bancos en entornos controlado­s a exchanges de criptomone­das, a Brasil permitiend­o a sus Bancos operar con ETF’s con Criptoacti­vos, a El Salvador volviendo moneda de curso legal al Bitcoin, a Bahamas lanzando el “Sand Dollar” como CBDC de su Banco Central, a México y a Chile con legislació­n específica, entre otros ejemplos. En el mundo, economías como Gibraltar, Japón, Reino Unido, Nueva York en USA, y tantas otras, ya están emitiendo licencias cripto.

En resumen, hace rato vemos cómo el mundo parece aceptar que la revolución cripto llegó para quedarse, desafiando a los reguladore­s a encontrar la manera de minimizar riesgos, pero también maximizar beneficios. Esto es, poniendo reglas claras que promuevan la innovación en su sector financiero, la llegada de capitales, la generación de nuevas empresas y la demanda de más empleo calificado. Prohibir, por el contrario, es eliminar riesgos de raíz, pero también todos los beneficios potenciale­s. En una Argentina cuya mayor urgencia es generar o atraer divisa extranjera a la par de crear más y mejor empleo, la industria subyacente a las criptomone­das se presentan como una enorme oportunida­d a contemplar. Todavía estamos a tiempo.

*Crypto & Alternativ­e Finance lead en AMI (EE.UU.), director Ecosistema Fintech en UCAFintech UCA.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina