El 30% de los jóvenes no estudia ni trabaja
Se trata de un estudio hecho por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, sobre la población de 18 a 24 años y el impacto de la pandemia.
sus pares varones, 20 por ciento versus 10 por ciento, en 2021. Esta situación se reproduce de manera agravada cuando incluimos a los desocupados en el déficit: 3 de cada 10 jóvenes mujeres (30 por ciento), versus 2 de cada 10 jóvenes varones (22,9 por ciento) no estudian ni trabajan de manera remunerada.
Sin embargo, cabe observar que, de todos modos, es entre las mujeres donde tiene lugar la mayor escolarización o terminalidad educativa. En 2021, superando a los varones (42,1por ciento), el 54,6 por ciento de ellas terminó estudios terciarios o continuaba estudiando secundario o terciario.
Al analizar el impacto por estrato social, el porcentaje de jóvenes de hogares pobres que no estudia, ni trabaja más que duplica al de sus pares de hogares no pobres durante todo el período. En 2021, esta situación representaba el 17 por ciento de los jóvenes de hogares no pobres, contra el 38 por ciento entre los hogares pobres.
Si bien los jóvenes que viven en hogares no pobres tienen una mayor propensión estructural a estudiar o finalizar sus estudios que sus pares de hogares pobres, estos últimos vienen aumento su inserción educativa. Sin embargo, entre estos, menos de 4 cada 10 logra continuar estudiando, contra casi 6 de cada 10 en los hogares no pobres.
“La situación general no parece haber cambiado mucho con la pandemia, salvo un relativo agravamiento de esta situación de exclusión entre los jóvenes de estratos marginales”, explica el informe. En este segmento, más de 4 de cada 10 jóvenes sufren la doble exclusión laboral y educativa (45,5 por ciento). Las mayores mejoras durante el período tuvieron lugar entre los jóvenes de hogares de clases medias profesionales, donde la tasa de exclusión cayó de 8,9 por ciento a 2,4 por ciento.
Esta múltiple exclusión sólo mejoró en la postpandemia en los hogares de trabajadores marginales por aumento en la búsqueda de empleo, mientras que la situación tendió a volver a los déficit pre pandemia para los jóvenes de hogares obreros integrados.