Catorce policías a juicio por el crimen de Lucas
Tres de los imputados están acusados por el homicidio y los otros once por encubrimiento. La jueza dispuso que el fiscal siga investigando si hay más involucrados.
previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. Cueva e Inca también fueron acusados como coautores de “falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados”.
La jueza González también resolvió mantener delegada la instrucción de la causa en el fiscal Gómez Barbella, para que siga investigando la posible participación de más implicados en el hecho o de aquellos que fueron acusados pero están con falta de mérito o cuyas detenciones fueron rechazadas. “Más allá de dejar en claro que la Fiscalía podrá continuar en este mismo legajo con la investigación tendiente a dilucidar la intervención de otros eventuales partícipes, corresponde declarar la clausura de la instrucción y elevar la causa digitalmente al Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional que resulte sorteado”, indicó González en su resolución.
El crimen ocurrió en la mañana del 17 de noviembre de 2021, cuando Lucas González y tres amigos salieron del entrenamiento en el club de fútbol Barracas Central, y se subieron al Volkswagen Suran del padre de uno de ellos, para volver al barrio San Eduardo, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivían. Tras detenerse en un kiosco, comenzaron a ser perseguidos por un Nissan Tiida, en el que circulaban Issasi, Nieva y López, de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D, quienes patrullaban en la zona de Iriarte y Vélez Sarsfield, en el marco de una investigación de una fiscalía porteña.
De acuerdo con la investigación, los efectivos policiales informaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían un automóvil con “cuatro masculinos con apariencia menores, jóvenes”, refirieron “que estaban armados”, y les cruzaron el Nissan Tiida para detenerlos. Como el automóvil de la brigada no tenía ninguna identificación ni los policías vestían chalecos ni uniformes policiales, los chicos pensaron que podían ser ladrones y quisieron escapar, pero fue entonces cuando los efectivos policiales dispararon contra el Volkswagen Suran.
El vehículo siguió hasta Perdriel y Alvarado, donde uno de los amigos pidió ayuda a dos oficiales, pero fue detenido por ellas. En el automóvil permanecieron el conductor y Lucas, quien recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, que produjo su muerte al día siguiente en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela.
Cuando Gómez Barbella pidió el juicio oral para los 14 policías, sostuvo en su requerimiento que “el homicidio de Lucas González y la tentativa a los tres restantes jóvenes son la consecuencia voluntaria y querida (dolosa) de un plan o pacto previamente elaborado y en el que Issasi, Nieva y López, participaron de manera activa”.
El Ministerio Público señaló
La magistrada rechazó todos los planteos de oposición que habían presentado las defensas de los policías implicados.
que esos acusados “pusieron en movimiento la estructura institucional de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires otorgando datos falsos, a sabiendas de lo que realmente había acontecido” y concluyeron que “jamás hubo ‘ un enfrentamiento armado’, sino más bien un ataque perpetrado por los oficiales a las víctimas, irracional e injustificado, para lo cual emplearon sus armas a fin de cercenarles sus vidas”.
Respecto a los once efectivos acusados de encubrimiento, indicó que “estuvieron participando del procedimiento, cumpliendo distintas tareas y roles en pos de un fin último, esto es, alterar las pruebas en beneficio de los consortes de causa”. Para Gómez Barbella, los tres amigos de Lucas fueron detenidos en el marco de un procedimiento ilegal montado para ocultar el ataque policial, que incluyó el “plantado” de un arma en el interior del vehículo de los jóvenes.