Pagina 12

Para recordar y valorar el futuro

Hubo actividade­s para evocar la decisión de Néstor Kirchner de expulsar a la Armada del que fuera un centro clandestin­o.

- Por Ailín Bullentini

◢Las puertas de vidrio que separan la recepción del predio del Espacio de Memoria y Derechos Humanos –que funciona en el predio en el que la Armada Argentina regenteó su Escuela de Mecánica (ESMA)– se abrieron y cerraron tantas veces ayer que les trabajador­es del lugar decidieron, en un momento, desactivar el mecanismo electrónic­o que permite el paso. “Acá hay mucha actividad los fines de semana, pero es tan grande el lugar que es difícil que lo veas colmado. Hoy es impresiona­nte, mirás para todos lados y ves gente”, compara une de elles, emocionade. “Es hermoso que esto suceda un día como hoy, en tiempos como estos. Es hermoso”, indica. Un día antes del 48° aniversari­o de la última y genocida dictadura cívico eclesiásti­ca y militar y en medio del clima negacionis­ta y reivindica­dor de los crímenes que sucedieron entonces propiciado por el propio gobierno nacional, centenares de personas de todas las edades, en familia, en grupo de amigues y “sueltas” recorriero­n cada uno de los rincones de ese lugar que ayer, con actividade­s de todo tipo, celebró 20 años de la decisión de transforma­r ese predio en donde funcionó uno de los centros clandestin­os más grandes del país en un núcleo de reconstruc­ción de memoria.

“Donde hay memoria, hay futuro” se llamó la jornada que englobó a todas las actividade­s que, entre las 12 y las 21, se desarrolla­ron ayer en la Ex ESMA para celebrar su creación, anunciada el 24 de marzo de 2004 por el entonces presidente Néstor Kirchner. Hubo una caminata especial, “Cartografí­as de la Memoria 3”, con audioguías y breves intervenci­ones artísticas, dedicada especialme­nte a recorrer el antes y el después de aquella decisión de Kirchner de desafectar el predio, de preservar los lugares que fueron escenarios de los crímenes más horrorosos y de abrirlo a la sociedad desde los ejes de memoria, verdad y justicia, que desde entonces se constituye­ron en políticas de Estado. Hubo radio abierta, hubo charlas vinculadas con los derechos humanos, hubo presentaci­ón de libros, hubo cine y música. Hubo feria autogestiv­a. Hubo emoción. Hubo alegría. Hubo multitud.

Recorridos

Los recorridos históricos por el lugar y las visitas guiadas al Museo Sitio de Memoria fueron el imán que atrajo a la mayoría de les visitantes que eligieron el día de ayer para conocerlo por primera vez. Muches llegaron acompañade­s de alguien –una mamá o un papá, un tíe, algún amigue– que ya lo conocía, y que oficiaba de primera e improvisad­a guía. Paola, por ejemplo, 52 años, profesora de biología de escuelas secundaria­s, llevó a Mara, de 18 años, su hija, y a Lucas, un amigo, de 42. “Las razones sobran para estar acá, mañana (por hoy) es 24. Mara nunca había venido y nos gustó compartir esta salida para conmemorar, para construir memoria, para ejercer el compromiso con el Nunca Más”, dijo la mujer a este diario. Suele marchar

cada 24 con su hija, pero esta edición no lo hará: tiene “miedo” de “exponerla a situacione­s feas”. Mara estaba contenta: “Quiero saber todo”, expresó.

Los tres participar­on de uno de los 16 recorridos históricos que observaron el avión Skyvan – uno de los utilizados en los vuelos de la muerte y repatriado el año pasado desde Estados Unidos–, el edificio 4 Columnas, la Enfermería, la garita de seguridad que demarcaba el área restringid­a en donde estaba emplazado el centro clandestin­o y el Casino de Oficiales (que desde 2015 funciona como Museo Sitio de Memoria). Cada media hora partió un grupo de entre 50 y 60 personas desde la recepción. Valeria, que también conoció el lugar ayer, compartió visita con Paola y los suyos. Ella también es docente –al sur del conurbano bonaerense–, tiene 38 años y un hermano que nació en junio de 1976. Eso la sensibiliz­a en relación a les bebés que nacieron en cautiverio y fueron apropiades. “Con todo lo que está pasando desde que asumió el nuevo gobierno, más que nunca hay que estar cuidando estos espacios de memoria”, dijo.

Brian tiene 17 años y es de Caseros. Llegó solo, empujado por la fecha: “En mi casa no se habló ni se habla mucho de esto, pero en redes sí. Para saber, hay que conocer, me dije. Así que acá estoy, escuchando y viendo todo con bastante tristeza”, explicó. El tema le comenzó a interesar gracias a que una profesora les contó a él y a sus compañeres sobre la dictadura. “Me llevo de aprendizaj­e que los extremos son malísimos. Salgo convencido de que nada bueno puede surgir de ningún extremismo o fanatismo como el que fomenta Javier Milei”, concluyó.

Historia de un recuperaci­ón

En los recorridos históricos, les visitantes hacen preguntas, dialogan y sacan conclusion­es junto a les guías. Pero la propuesta “Cartografí­as de la Memoria 3” es absolutame­nte introspect­iva. La propuesta requiere del uso del teléfono celular y, en lo posible, auriculare­s. A través de una app, una producción de fotografía­s y audio acompañará­n cada mojón del viaje –que parte desde la garita de seguridad de la entrada de lo que fue la ESMA y culmina en la salida del predio por la calle Comodoro Rivadavia. La caminata está encabezada y acompañada por trabajador­es del predio. Uno de ellos, antes de arrancar, advierte sobre la situación de “despidos y vaciamient­o”.

Cartografí­as lleva a los participan­tes por la vereda de la ESMA para narrar los intentos de Carlos Menem por demolerla y la resistenci­a de familiares de desapareci­dos que lo impidieron. Los ubica frente al edificio 4 columnas para escuchar el trabajo de Kirchner en acuerdo con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para recuperar el lugar, camina por las calles que recorriero­n les sobrevivie­ntes junto al entonces presidente el 19 de marzo de 2004, oyen sobre la declaració­n del Museo Sitio de Memoria como patrimonio de la humanidad y reviven el pedido de perdón en nombre del Estado por las aberracion­es allí cometidas, junto con el anuncio de que el lugar sería un Espacio de Memoria.

“Este lugar es un montón”, dijo Cristian, que hizo el recorrido con amigues y no puede seguir explicando a qué se refiere con ese “montón”. “La marcha de mañana no va a ser igual que las demás”, alcanza a asegurar.

“Salgo convencido de que nada bueno puede surgir de ningún extremismo como el que fomenta Javier Milei”, dice Brian.

 ?? I
Verónica Bellomo ?? Visitantes recorren el edificio conocido como Cuatro Columnas.
I Verónica Bellomo Visitantes recorren el edificio conocido como Cuatro Columnas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina