Pagina 12

Sobre una exposición que no es lo que parece

Un conjunto de obras realizadas con materiales simples y en blanco y negro busca poner en tensión la mirada cotidiana.

- Por Fabián Lebenglik

◢Paradojas, cruces de límites de sentidos y morfológic­os, juegos ópticos, diálogos improbable­s; puestas en escena de imposibili­dades que parecen posibles. La exposición Un lugar otro, de Pablo Guiot (1972, Tucumán; donde vive y trabaja), invita a cuestionar –a través de los modos en que se percibe el arte–, los automatism­os de la cotidianid­ad, poniendo en tensión variables opuestas y complement­arias como el azar y el control.

PáginaI12 conversó con el artista, quien viajó a Buenos Aires para montar la muestra y estar presente durante la inauguraci­ón, el jueves pasado.

–Tu obra busca poner en tensión la mirada del visitante.

–Lo hago a través de elementos simples, como la madera; y del blanco y negro, tensionand­o situacione­s de distinta índole. La obra que recibe a los visitantes, por ejemplo, al lado de la puerta, desde la vidriera de la galería, es un díptico con dos círculo pintados en negro, y un texto en cada lado, que dicen “círculo virtuoso” y “círculo vicioso”, aunque a lo lejos aparentan ser lo mismo, pero a medida que uno se va acercando, percibe la diferencia. Además hay una cuestión óptica: pareciera que los círculos se tocan, aunque en realidad no se conectan, pero el ojo lo percibe así. Me interesa poner al espectador en ese lugar, en el planteo ético de juntar dos cosas que son supuestame­nte antagónica­s.

–Hay otras situacione­s de diálogo, o de su imposibili­dad.

–En “Un café con el artista”, por ejemplo, presento dos mitades de una mesa de bar: una afuera de la galería y otra adentro, que están visualment­e unidas, aunque separadas por la vidriera. Cada mitad de la mesa cuenta con su silla. Se trata de una invitación a tomar un café conmigo, pero sin diálogo, más allá de los gestos. Es una obra/perfomance que pensé durante el “distanciam­iento” de la pandemia.

–También hay una serie que presenta el niño que dibuja y el adulto artista.

–Es la serie Héroes al rescate en la que trabajo con dibujos míos de la infancia hechos con fibras, y ahora, de adulto, artista, replico con los tubos vacíos de las mismas fibras, adheridos a la tela. Así pongo en relación los tiempos de la infancia y la vida adulta; la mirada del niño y del artista.

–Hay más obras obras que apuntan a la fisiología del ojo.

–Es un tema que no conozco en profundida­d, pero que sin embargo me interesa. Hay una obra que está colocada en un ángulo de la sala del subsuelo, en la que hay dos listones paralelos que al verlos de frente pareciera que se conectan al final, como postula la geometría, en el que esas paralelas se juntarían en un punto “improrar

inexistent­e. Y allí me aproximo a lo científico, a través de un acercamien­to poético.

–Otra obra de la sala del subsuelo que pone en juego lo estructura­l y lo frágil.

–Proyección, que consiste en un tablón semicarbon­izado, apoyado contra la pared, a cuarenta y cinco

grados. Pinté con carbonilla la sombra que proyecta –generando en conjunto la figura supuestame­nte sólida de un triángulo– y a su vez hice coincidir el punto en que se juntan el piso y la pared, con la parte central y por lo tanto más débil del tablón real. Así hago una conexión entre las condicione­s del objeto físico y lo que proyecta.

–También se pone en cuestión la mirada de galería, de museo.

–Eso pasa con dos obras que titulé Contemplac­ión, en las que trabajo con la idea de la mancha, buscando una correspond­encia entre lo que uno ve y el gesto museológic­o, del banco en el que uno se sienta a mipio”, la obra, que está conectado con cómo se hizo o en cómo es esa obra. En la primera se trata de una banqueta que es el tacho con el que yo lancé la pintura, que está invertido y colocado sobre el piso con un prolijo almohadonc­ito encima. Ahí relaciono por una parte la acción gestual de arrojar pintura sobre la tela y, por la otra, el momento de la exhibición. Me interesa proponer una mirada crítica sobre ciertos mecanismos a través de los cuales se museifican acciones expresivas, efímeras y apasionada­s dentro de la práctica artística.

“Me interesa proponer una mirada crítica sobre ciertos mecanismos a través de los cuales se museifican acciones expresivas”.

Al mismo tiempo, la posibilida­d de hacer participar al público para que se siente a contemplar la pintura en el mismo balde con el que fue hecha.

En la segunda Contemplac­ión hay una similitud en la forma que adquirió el chorreado de la pintura con la forma de la banqueta –son morfológic­amente parecidas– colocada para sentarse y mirar el cuadro.

–Otra obra busca afinar la mirada y la lectura.

–En Archipiéla­go utilicé el descarte de letras corpóreas de polifán, usadas en la publicidad y el comercio. Instalé en la pared estas figuras que en principio no constituye­n una forma reconocibl­e, pero después de un momento, y al tomar distancia, puede reconocers­e en negativo la palabra ARTE. Me interesa trabajar con una imagen codificada o en acertijo, para que en el tiempo que demanda encontrar la palabra escondida, aparezca también el planteo de lo que queda afuera; afuera del arte.

 ?? ?? Proyección, instalació­n de Pablo Guiot.
I En la galería Cecilia Caballero, Suipacha 1151; de lunes a viernes de 14.30 a 19, hasta el 25 de abril. Y, junto a Pablo Ziccarello, Pablo Guiot muestra obra en El Local de La Paternal, Juan B. Justo 4328, hasta el 27 de abril.
Proyección, instalació­n de Pablo Guiot. I En la galería Cecilia Caballero, Suipacha 1151; de lunes a viernes de 14.30 a 19, hasta el 25 de abril. Y, junto a Pablo Ziccarello, Pablo Guiot muestra obra en El Local de La Paternal, Juan B. Justo 4328, hasta el 27 de abril.
 ?? ?? Archipiéla­go, de Pablo Guiot, la palabra arte, en negativo.
Archipiéla­go, de Pablo Guiot, la palabra arte, en negativo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina