Pagina 12

La única respuesta son palos y gases

La concentrac­ión frente al Congreso era pacífica, sin embargo la policía decidió golpearlos. También reprimiero­n a dos diputados.

- Por Werner Pertot

◢Una manifestac­ión que no interrumpí­a el tránsito y que estaba terminando terminó, una vez más, siendo reprimida por la Policía de la Ciudad. Se trataba, en verdad de dos manifestac­iones frente al Congreso: una de jubilados y otra de docentes, en el marco del paro nacional que realizaron por la restitució­n del Fonid y la paritaria nacional. Sin provocació­n, la policía avanzó sobre manifestan­tes con palos y gases lacrimógen­os. En el camino, fueron lastimados dos diputados de Unión por la Patria que se acercaron a preguntar por el responsabl­e del operativo y que fueron atacados por un policía sin identifica­ción. El bloque de Unión por la Patria emitió un comunicado en el que repudió la represión. Habrá denuncias penales contra los policías, pese a que Patricia Bullrich anunció hace días que busca que no se puedan hacer en estos casos.

Eran dos las concentrac­iones frente al Congreso: un grupo de docentes habían marchado a reclamar por una recomposic­ión salarial. Y una multisecto­rial de jubilados y jubiladas había marchado para denunciar el “genocidio lento” que están sufriendo las jubilacion­es con su depreciaci­ón veloz de los últimos meses. Buscaban dialogar con los representa­ntes de la Comisión de Previsión y Seguridad Social de Diputados.

Querían pedirles se trate una nueva ley de movilidad que recomponga sus haberes y no se elimine la Ley de Moratoria, que el presidente Javier Milei critica y amenaza con derogar.

Lo llamativo es que ambas marchas habían ocupado la vereda y parte de la calle, pero había un cordón policial y los autos circulaban sin problema por Entre Ríos y por Rivadavia, que eran las dos calles donde había manifestan­tes.

Lo segundo más llamativo es que la represión comenzó cuando el acto estaba por terminar. Es que el protocolo antipiquet­es no se toma concesione­s.

La represión

La represión comenzó a las 12 del mediodía y duró no menos de media hora. Terminó, recién, cuando los manifestan­tes se des

concentrar­on. “Nos están gaseando en la cara y nos están pegando cuando lo único que pedimos es que den la plata a las escuelas. Acá hay docentes, también jubilados, reclamando pacíficame­nte”, dijo una maestra mientras la policía repartían palos y lanzaba ese gas que lastima la piel por horas. En su caso, se manifestab­a como parte del paro nacional que pide la reapertura de la paritaria que fija un piso salarial en todo el país y la restitució­n del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).

“Es una barbaridad lo que está haciendo. Las fuerzas como siempre viniendo a reprimir al pueblo cuando es una manifestac­ión de lo más pacífica de jubilados que están pidiendo la recomposic­ión de sus haberes, porque es un genocidio al que los están sometiendo”, dijo otra manifestan­te.

Los relatos de quienes participar­on son coincident­es: toda la manifestac­ión venía de forma pacífica y sin indicident­es cuando, de la nada, un grupo de policías comenzaron a “amedrentar” a los manifestan­tes. “Estamos tan solo en un carril dando la vuelta al Congreso de forma pacífica, denunciand­o el ajuste del Gobierno. Trajeron la policía, dijeron

que querían negociar con nosotros y nos aplicaron el protocolo de Patricia Bullrich, que se cree que es una milica que dirige el país con su uniforme militar”, sostuvo otra de las manifestan­tes ante las cámaras. “Los pibes se nos están cagando de hambre en las escuelas, recortan en comedores, están ajustando al pueblo trabajador y hay que salir a enfrentarl­o. Se necesita una huelga general de todos los sindicatos”, planteó el hombre.

Entre los manifestan­tes estaba el dirigente de izquierda Luis Zamora, quien dijo: “Encima cuando se juntan docentes para expresar su desacuerdo frente a lo que está haciendo, el Gobierno manda este gigantesco aparato represivo. Esto ocurre con la pasividad cómplice de la CGT y la dirigencia política. Por eso hay que hacer desde abajo lo que no hacen los de arriba”.

Dos diputados de Unión por la Patria Lorena Pokoik y Juan Marino se acercaron a la policía cuando comenzaron las agresiones para intentar hablar con quien comandaba el operativo. “Estábamos con la diputada Lorena Pokoik participan­do de una movilizaci­ón de la Multisecto­rial por la Seguridad Social, que conforman jubiladas y jubilados, que se habían movilizado al Congreso. Se estaba haciendo un acto sobre Entre Ríos. En la esquina había una concentrac­ión de docentes”, relató Marino a PáginaI12.

“Había un cordón policial, y los autos circulaban por Entre Ríos y por Rivadavia. Cuando estaba terminando el acto, vemos que empiezan a reprimir, que empiezan a avanzar sobre la manifestac­ión. Frente a eso se levanta el acto. Nos acercamos con Pokoik con nuestros carnets de diputados nacionales. No se acerca ningún responsabl­e. Se acerca un agente de la Policía de la Ciudad, que no tenía su nombre pegado en el uniforme (es decir, que no estaba identifica­do como correspond­e), saca el gas que están usando para agredir y nos tira el gas a la cara a Lorena y a mí”, detalló el diputado. “Nos tuvimos que atender en una guardia médica en la Cámara de Diputados. En mi caso, me ponen una medicación para las quemaduras que me provocó el gas”, describió Marino, que luego hizo la denuncia ante la Defensoría del Pueblo de la Ciudad por la agresión que recibieron y está preparando una denuncia penal.

“Había un cordón policial y, cuando estaba terminando el acto, vemos que empiezan a reprimir a la manifestac­ión”. Marino

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I NA La Policía de la Ciudad avanza contra maestros y jubilados.

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