Un asalto que no respetó leyes ni tampoco fronteras
Tras el asalto a su sede diplomática, México rompió relaciones con Ecuador La policía ecuatoriana ingresó a la fuerza para detener al exvicepresidente correísta Jorge Glas, quien el viernes había recibido asilo político de México.
del derecho internacional”. El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó el hecho como inaceptable, al igual que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
El Gobierno argentino también expresó su condena. “La República Argentina se une a los países de la región en la condena a lo sucedido anoche en la Embajada de México en Ecuador”, informó la Cancillería argentina en un comunicado.
La expresidente Cristina Fernández de Kirchner expresó en una publicación en la red social X: “Los hechos de público conocimiento sucedidos en la Embajada mexicana en Ecuador, constituyen una agresión sin precedentes en territorio americano que vulnera tanto el derecho internacional como la tradición histórica de la República de México en materia de asilo político”.
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, cuestionó el accionar ecuatoriano, resaltando que las derechas latinoamericanas no sólo no defienden la soberanía, sino que tampoco la respetan.
Glas se encontraba alojado en la sede diplomática de México desde mediados de diciembre de 2023 a la espera de la respuesta a su solicitud de asilo político, al considerarse como un perseguido político y víctima de lawfare (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
El exvicepresidente está imputado actualmente por presunta malversación de fondos públicos en el caso de la reconstrucción de la costera provincia de Manabí, la más afectada tras el terremoto de 2016, y tiene pendiente terminar de cumplir una pena de ocho años de prisión por dos condenas vigentes por sobornos y asociación ilícita.
El economista y doctor en Relaciones Internacionales, Pablo Kornblum, explicó a PáginaI12 que la vulneración de una embajada no lo hicieron ni las peores dictaduras del siglo XX.”Lo que está haciendo la centro-derecha o la derecha en la región y en el mundo en general es la confrontación: contraponer blancos sobre negros. Lo vemos en el caso de Milei en Argentina y lo vimos en su momento con Jair Bolsonaro y Donald Trump”, remarcó.