Pagina 12

Una discusión interna que sube de temperatur­a

Larroque y Recalde sacaron a la luz las diferencia­s que atraviesan al peronismo bonaerense. Los desacuerdo­s giran en torno a la conducción y a la gestión provincial.

- Por Matías Ferrari Marcar la cancha

◢Las asperezas internas que atraviesan al peronismo en territorio bonaerense comenzaron en las últimas horas a salir a la superficie. El primero en jugar fuerte fue el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Andrés “Cuervo” Larroque, para quien “cualquiera que ose murmurar, conspirar o sembrar cuestionam­ientos extraños” contra Axel Kicillof “está en la joda y no está jugando a favor” del principal partido de oposición. Fue un tiro por elevación al referente de La Cámpora, Máximo Kirchner, que arrastra una relación tensa con el gobernador al menos desde el cierre de listas del año pasado. Rápido de reflejos, el presidente del PJ porteño, Mariano Recalde, uno de los dirigentes más cercanos a Máximo, recogió el guante y sostuvo que “nunca” escuchó “a un compañero del kirchneris­mo cuestionan­do a Axel”. De paso, contraatac­ó con la misma medicina y disparó que “los que andan en algo raro” son aquellos dirigentes “que cuestionan a Cristina”.

Las diferencia­s entre ambas terminales vienen de larga data puertas adentro del peronismo bonaerense. Atravesaro­n todo el primer mandato de Kicillof al frente de la Provincia, recrudecie­ron durante el cierre de listas de 2023 –cerca del gobernador creen que debió tener más peso en el armado de candidatur­as para la legislatur­a local– y floreciero­n con fuerza en las últimas semanas. En La Plata se quejan de la falta de apoyo a la gestión provincial, de cuyo éxito depende, a fin de cuentas, la proyección de Kicillof como posible referente de la oposición a Javier Milei a nivel nacional. También hay un ojo puesto en cierta fricción para lograr acuerdos en la cámara de Diputados local. Desde la agrupación que conduce Máximo, en tanto, reprochan aquella idea de “componer una nueva canción”, que fue entendida como una declaració­n de intencione­s de disputar la conducción interna del kirchneris­mo.

Si bien la discusión tiene mucho de perspectiv­as sobre cómo reorganiza­r al peronismo en la oposición al gobierno de Milei, de fondo aparece también el clásico tire y afloje por el armado de listas de cara a 2025. A pesar de que el próximo turno electoral asoma bastante lejos en el calendario, en ambas terminales ya empiezan a oler una disputa similar por los lugares en las listas que ya se dió el año pasado.

En medio de ese berenjenal, Larroque lanzó la primera piedra este fin de semana, durante un acto en la Quinta de San Vicente

junto al propio Kicillof y los principale­s referentes que se encolumnan detrás del gobernador: el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, el ministro de Trabajo local, Walter Correa, y los intendente­s Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada). El encuentro tuvo mucho de liturgia peronista pero también de autoafirma­ción kirchneris­ta: la fecha elegida fue el 13 de abril, en conmemorac­ión de la movilizaci­ón bajo la lluvia a Comodoro Py en defensa de la expresiden­ta, en tiempos de asedio judicial del macrismo.

El eje central del discurso de

Larroque fueron las fromas de conducción del amplio espectro kircherist­a, todavía golpeado por la derrota del año pasado. “¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?”, disparó desde el escenario, en tono crítico con las formas de articulaci­ón política del espacio. “No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular”, siguió. Los reproches fueron apareciend­o, uno tras otro. “Algunos van a morir de sobredosis de estrategia”, agregó. También apuntó contra “las mentes iluminadas” que “después no llenan una combi”. Munición gruesa.

Recalde, por su parte, salió a responder. “Las discusione­s internas son más saludables que salir a dar un discurso”, le espetó. “No es momento de discutir liderazgos”, postuló.

Luego, se dedicó a criticar a quienes cuestionan, según sostuvo, la conducción de CFK. “Yo banco a Cristina todo el tiempo, incluso cuando se equivoca”, aseveró Recalde. Desde el Kicillofis­mo entienden que esa discusión es “una trampa”. “No está en tela de juicio la conducción de Cristina, sino la estrategia que nos damos para no volver a frustrarno­s electoralm­ente”, afirman. La exvicepres­identa, hasta ahora, no se pronunció sobre el asunto.

La discusión bonaerense

“No entiendo cuando el Cuervo Larroque dice que hay un compañero que anda en una cosa rara, pensé que hablaba de Guillermo Moreno, que es el que cuestiona a Axel todo el tiempo”, ironizó Recalde respecto de los cuestionam­ientos del kicillofis­mo al apoyo de La Cámpora a la gestión provincial.

Las rispideces respecto a lo local, sin embargo, tienen su origen en la Cámara de Diputados bonaerense, donde más marcadas están ambas fracciones, al punto que, según una voz que recorre los pasillos de la legislatur­a, “a veces es más fácil acordar con los radicales que con algunos que se dicen peronistas”. En la legislatur­a hay algunos temas calientes como las vacantes en la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que por ahora están trabados por desacuerdo­s internos de UP.

En La Plata creen que no están recibiendo el apoyo necesario para avanzar en una gestión que creen que será cada vez más complicada. “Hay una crisis inminente, y si no apoyamos al dirigente que gobierna al 40 por ciento de la población del país, quién sabe qué opción podemos construir”, sintetizan.

La discusión pasa por cómo reorganiza­r al PJ tras la derrota pero también gira en torno al armado de listas de 2025.

 ?? I
NA ?? El Cuervo Larroque y Mariano Recalde, protagonis­tas de la discusión.
I NA El Cuervo Larroque y Mariano Recalde, protagonis­tas de la discusión.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina