Festival de ascensos y salariazo en el Gobierno
En medio del ajuste, las secretarías General de la Presidencia, Legal y Técnica y Prensa tienen ahora rango ministerial. De hecho, el Gabinete pasó de ocho a once ministros.
“Un senador estaba cobrando menos que un tuitero del Presidente”, lanzó con sorna el radical Martín Lousteau para justificar el dietazo.
El DNU publicado ayer estableció que “las personas a cargo de las secretarías General, Legal y Técnica y Prensa, dependientes de la Presidencia, tendrán rango y jerarquía de Ministro”. De esa forma, también Karina Milei y Javier Herrera Bravo, la persona encargada de cuidarle la firma al Presidente, fueron equiparados a ministros y gozarán de una escala salarial más elevada.
La hermana del mandatario ya había recibido otro premio esta semana. El martes, a través de la decisión administrativa 207/2024, obtuvo una suba del 120 por ciento para los gastos discrecionales del presupuesto que administra. “¿Para qué va a usar la resignación de 35.000 URS (Unidades Retributivas) Adicionales que al valor de hoy ascienden a 22.214.500 pesos por mes?”, se preguntó la diputada de Unión por la Patria Victoria Tolosa Paz. “La hermana del presidente
ahora tiene más de 22 millones de pesos extra (de los que ya tenía) para pagar sobresueldos”, remató en sus redes sociales.
Otra polémica, que va en el mismo sentido, involucra a YPF. La próxima Asamblea del directorio de la empresa petrolera –a realizarse el 26 de abril– tendrá sobre la
mesa un tema central para sus integrantes: se debatirá una actualización exponencial de los salarios, que los fijará en hasta 70 millones de pesos (ver aparte). Un dato no menor es que ese directorio está integrado, nada más y nada menos, que por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y su vice, José Rolandi.
A contramano
Todas estas decisiones, se dan a contramano de la premisa libertaria que plantea que “No hay plata”. “Cuando hay que ajustar los gastos hay que ajustarlos en todos lados”, expresó el ministro Guillermo Francos como respuesta al abrazo que se dio en el Hospital de Clínicas. La afirmación se repite hasta el cansancio, pero se aplica de modo selectivo: no hay plata para las universidades públicas –que se encuentran al borde de la paralización por falta de presupuesto; no hay plata para los jubilados –que en mayo cobrarán un haber mínimo de 190.141 pesos–; tampoco para obras públicas, que desde que fueron suspendidas, al inicio de la gestión, provocaron la pérdida de 80 mil puestos de trabajo. La lista de los “no hay plata” es tan extensa como diversa y se completa con áreas como Ciencia, Cultura, Salud, Educación, Comedores y contención social, entre muchas otras.
Sí hay plata, en cambio, para ascensos de funcionarios. También hay fondos para comprar aviones F-16 y para los senadores, que este jueves se aprobaron un jugoso aumento de sus dietas: del 165 por ciento. Así, recibirán un sueldo superior a los 4,5 millones de pesos, cifra que –según el caso– podría elevarse a unos dos millones más, por desarraigo y gastos de representación. Por si fuera poco, ayer se conoció que en la resolución aprobada se incluyó un aguinaldo que hasta ahora no percibían.
Ante el escándalo, el jefe del bloque de La Libertad Avanza,
Ezequiel Atauche, anunció que presentará un proyecto de ley para dar marcha atrás con la medida. Desde el peronismo les preguntan al oficialismo por qué firmaron el proyecto que se terminó aprobando a mano alzada. Quien puso el gancho fue Bruno Olivera, quien horas después aseguró que se retractaba. “Me equivoqué”, fue su argumento.
Todas las miradas están puestas ahora en la Cámara baja, donde los diputados presionan a su titular, Martín Menem, para que se avance en el mismo sentido que el Senado. La dieta de abril rondó entre 1,4 y 1,9 millones de pesos, muy lejos de los más de 4 millones que cobrarán los senadores. En este contexto, será muy difícil contener los reclamos en medio del debate por la ley ómnibus. Los legisladores del interior, indican que les resulta muy costoso trasladarse a Buenos Aires y advierten que, por lo tanto, tendrán que recortar sus viajes. ¿Habrá plata?