“¿De qué sirve si la gente se caga de hambre?”
En Quilmes, la expresidenta dijo que Milei “no tiene un plan de estabilización” y que el superávit fiscal es falso. Cuestionó la ley Bases y dijo que no es momoento de reproches en el peronismo.
por ciento de las pensiones”.
Si las privatizaciones no funcionaron en la década del 90, “¿por qué van a funcionar ahora?”, se preguntó y disparó: “Por más que el Presidente haga caritas y se enoje, no tiene un plan de estabilización. En la cadena nacional dijo que la recuperación y el crecimiento vienen del petróleo, el gas, la minería y el campo, es decir, quiere una economía de carácter extractivista. Sin valor agregado, precapitalista. Me hace acordar a la Argentina del Río de la Plata. Se llevan todas las riquezas. Más que anarcocapitalismo, es anarcocolonialismo”, catalogó. El público le respondió efusivo con dos cánticos: “La patria no se vende”, y “Patria sí, colonia no”.
Frente a la mirada atenta de los militantes, que tenían carteles con su cara y que cantaban “Cristina Presidenta”, ella puntualizó sobre el gobierno de Milei: “Es tremendo que el sueldo
no alcance, algo que también nos pasó durante nuestro último gobierno, pero peor es no tener salario a fin de mes. Esto se avecina y el Presidente debe comprender y dar un golpe de timón a esta política”, le recomendó.
Sobre el modelo de LLA añadió: “Es mentira que los empresarios se van a fundir. No son mala gente, pero a los empresarios lo único que les importa es la rentabilidad. Es el Estado el que tiene que generar armonía”. Por último, criticó: “El problema es que son muy dogmáticos. Quieren acomodar la cabeza al sombrero. Pero, si no le entra la cabeza, agrande el sombrero, Presidente, no achique la cabeza. Si lo hace lo vamos a ayudar porque nadie quiere que le vaya mal al país”, su público la aplaudía.
Por último, se refirió a la multitudinaria marcha del martes en defensa de la educación pública y dijo que dos de las empresas más exitosas del sector tecnológico,
Mercado Libre y Globant, se beneficiaron de exenciones fiscales que hubo durante su gobierno y el de NK, además de que la mayoría de sus trabajadores son de la universidad pública. Mostró que en 2022 Mercado Libre, obtuvo un total de USD 79 millones de dólares de ventajas fiscales y USD 103 millones en 2023. “Con eso nos alcanza para financiar todas las universidades”, remarcó. “Comiencen a devolver todo lo que han recibido a la sociedad”, exigió.
En el campo nacional y popular, ¿cómo andamos?
El gesto de la vicepresidenta de mostrarse con La Cámpora no fue casual. Hace meses que vienen creciendo los ruidos internos entre la agrupación que conduce su hijo y el sector más vinculado al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. En varios pasajes de su discurso, de hecho, CFK hizo mención al asunto. Kicillof estuvo en el acto, pero no subió al segundo escenario desde el que la expresidenta habló a los militantes que se habían quedado fuera del estadio. Allí estuvieron detrás de ella: Máximo Kirchner; el senador Eduardo “Wado” de Pedro y Mendoza.
“Yo soy medio mandona, no lo voy a cambiar nunca”, admitió CFK. Eso es lo que le critican desde algunos sectores del peronismo cuando la acusan de elegir “a dedo” a los candidatos del espacio, entre otras cuestiones. En medio de las rispideces entre el sector de La Cámpora y el del gobernador Kicillof, CFK decidió mostrarse más cerca del primero. Los dardos hacia el segundo fueron repetidos, aunque sutiles. El primero fue contra Ferraresi. “En nombre mío y de mis hijos les agradezco a Mayra –por el nombre que le puso al polideportivo– y también a Ferraresi, el compañero que hace unas horas acaba de inaugurar un Centro Cultural Kirchner en Isla Maciel, aunque es una réplica bastante más chiquita”, dijo socarrona. En otro momento también se quejó
“Es tremendo que el sueldo no alcance, algo que también nos pasó durante nuestro último gobierno, pero peor es no tener salario”.
“No es hora de reproches. Es hora de reflexión y de análisis. Cuando vayan a la tele hablen de las cosas que le importan a la gente”.
de algunos “peronistas kirchneristas”, aunque dijo que “no pienso sacarle mi apellido a nadie”.
Reflexionó que, hacia adentro del peronismo, tienen certezas que no tenían en 2019. “La primera es algo que escuchamos, incluso dentro de nuestras propias filas, que es la crítica a mis modales, mi intensidad. Después de este Presidente yo soy la Condesa de Chikoff. No me jodan más con eso”, indicó. Y segundo, explicó, “es que la gente nos eligió en 2019 porque se acordaba cómo había estado hasta 2015. El problema fue cuando pensaron que los habían votado por los buenos modales”.
“No es hora de reproches. Es hora de reflexión y de análisis”, opinó y mandó a la dirigencia a formarse. “Hay mucho burro suelto y otros que se aprovechan e instalan cosas que no son. No podemos salir más a la bartola”, subrayó y aconsejó: “Cuando vayan a la tele vayan a hablar de cosas que le importan a la gente. Hay que estudiar, formarse. Hay que salir a discutir cosas importantes, no pelotudeces”. Y pidió: “Aunemos esfuerzos para que no nos vuelvan a convertir en un páramo de desocupados con científicos que se van”.
Para finalizar recordó: “Cuando en Avellaneda dije que cada dirigente tenga en su mochila el bastón de mariscal, no era para que se lo den por la cabeza a otro compañero, era para tomarlo y lograr que la gente pueda vivir mejor. Tenemos una enorme responsabilidad como oposición, que es discutir el país que queremos reconociendo lo que hicimos, lo que nos faltó y mirando para adelante. Siempre hay que mirar para adelante”.