Piden a Sánchez que no renuncie
Sánchez informó el miércoles que cancelaba todos sus compromisos públicos hasta mañana, cuando revelará si dimite.
“Pedro, no te vayas”. Miles de simpatizantes en las calles y la dirigencia en pleno del Partido Socialista instaron ayer al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a no dimitir, menos de 48 horas antes de que anuncie su decisión.
Con el mandatario socialista en su tercera jornada de reflexión y silencio autoimpuesto, 12.500 personas, según la delegación del gobierno en Madrid, se concentraron para mostrarle su apoyo con lemas como “Pedro, no te rindas” o “España te necesita”. Se congregaron frente a la sede central del Partido Socialista en la capital española, donde se reunía la plana mayor de la formación, que cerró filas en torno a su líder.
Totalmente por sorpresa, Sánchez informó el miércoles en una carta que cancelaba todos sus compromisos públicos hasta el lunes, cuando revelará si dimite, harto de los ataques de la oposición a su esposa, Begoña Gómez, por su presunta relación profesional con empresas que recibieron ayudas públicas.
“Espero que Sánchez diga el lunes que sigue”, dijo a la AFP Sara Domínguez, una mujer de 30 años que trabaja en una consultora, quien afirmó que bajo su gobierno “se han tomado medidas buenísimas para las mujeres, las personas LGTB, las minorías”.
Si se va, hay posibilidades de que “gobierne la ultraderecha, y eso nos haría retroceder en derechos y libertades”, consideró José María Díez, un funcionario de 44 años que vino a la capital desde Valladolid, en el norte del país.
Dentro de la sede del Partido Socialista, los principales dirigentes de la formación, incluidos ministros y presidentes regionales, pidieron a Sánchez que no abandone el Palacio de la Moncloa, que ocupa desde 2018.
“Presidente, quédate, Pedro, quédate, estamos contigo. Adelante, tenemos que avanzar, tenemos que seguir empujando este país, España no puede retroceder”, declaró la número dos del gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
“Hoy nos convocan en Madrid a todos los demócratas, a todos los progresistas, contra una jauría que no tiene límites y que lo único que quiere hacer es tumbar un gobierno democrático y legítimo”, señaló de su lado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. En un momento dado, los líderes socialistas salieron a la calle a agradecer a los allí congregados. “No pasarán”, lanzó entre la multitud la portavoz del gobierno, Pilar Alegría.
Sánchez, de 52 años, hizo su anuncio pocas horas después de que un juez aceptara abrir una investigación preliminar a su esposa por sospechas de tráfico de influencias y corrupción, por una denuncia de una organización próxima a la extrema derecha. La fiscalía pidió que se archivara la denuncia.
No hay pistas de lo que Sánchez decidirá, pero se baraja la posibilidad de que no renuncie y convoque una moción de confianza para que el Congreso le reitere su apoyo, una opción de poco riesgo ya que para superarla necesita solo una mayoría simple de los diputados.
Si dimite, dejaría al gobierno en funciones y al país ante unas posibles nuevas elecciones tras las de julio pasado, en las que los socialistas quedaron segundos detrás de la derecha pero pudieron gobernar gracias a las alianzas parlamentarias.
El conservador Partido Popular, primera formación de oposición, duda de que vaya a dimitir y enmarca su gesto en una estrategia política para victimizarse y reagrupar a sus filas.
“Lo que tiene que hacer un gobernante es resolver los problemas de la gente, no convertir un problema personal en un problema del resto de los ciudadanos”, dijo ayer a periodistas la secretaria general del conservador Partido Popular, Cuca Gamarra, quien calificó a Sánchez de “irresponsable”.
◢“Ningún estudiante debería enfrentar la expulsión de su universidad o de este país por ejercer sus derechos.” Howard Simon, ACLU-Florida
A pesar de los intentos por reprimirlas, las protestas y sentadas con carpas en contra de la guerra en la Franja de Gaza se extendieron ya a unas 60 universidades de Estados Unidos, con más de 600 detenidos en los últimos días, un movimiento que incrementa la presión en plena campaña electoral sobre el presidente estadounidense, Joe Biden, para que retire su apoyo a Israel y promueva un cese al fuego. Al recuento de más de 500 detenidos, elaborado el viernes por el diario The New York Times con base en publicaciones en redes sociales y medios locales, hay que sumarle otro centenar de manifestantes que fueron detenidos este sábado tras la intervención de la policía para desalojar una acampada propalestina en la Universidad Nororiental de Boston.
La propia institución educativa lo anunció en un comunicado publicado en redes sociales. “Unas 100 personas fueron detenidas por la policía. Los estudiantes que tenían un carnet válido de la Nororiental fueron puestos en libertad y serán sometidos a expedientes disciplinarios dentro de la universidad y no habrá medidas legales. Quienes se negaron a identificarse fueron detenidos”, informó.
Además de las detenciones policiales, dentro de los campus también se tomaron medidas coercitivas para acabar con las protestas. Uno de esos casos corresponde a la Universidad de Texas, cuyas autoridades anunciaron el viernes en un comunicado que habían suspendido temporalmente al Comité de Solidaridad de Palestina, organizador de las manifestaciones en ese claustro. También prohibió a los estudiantes, que fueron detenidos días antes, el acceso al recinto universitario.
La Universidad George Washington (GWU), situada en el centro de la capital estadounidense, advirtió a los estudiantes que el jueves iniciaron una acampada, que cualquiera que permanezca en el campus puede ser suspendido temporalmente y recibir una prohibición administrativa de acceso.
La Universidad de Florida (UF) indicó que iba a suspender hasta por tres años a los estudiantes que se manifestaran en el campus, y en el caso de los empleados, con el despido. La filial floridana de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés) lamentó estas advertencias. “No hay nada más estadounidense que la protesta. Ningún estudiante debería enfrentar la expulsión de su universidad o de este país por ejercer sus derechos”, afirmó en un comunicado el director ejecutivo interino de la ACLU de Florida, Howard Simon.
La reciente ola de protestas que atraviesa todo el país comenzó en la Universidad de Columbia, cuyos estudiantes exigen el cese al fuego en la Franja de Gaza, pero también que las autoridades de su institución paren de invertir en compañías “que están participando en el genocidio de palestinos y ganando dinero” con ello y dé a conocer sus nombres, mencionó a la prensa Darialisa Ávila Chevalier, portavoz de los manifestantes.
Aunque las protestas aparecieron en los titulares de todo el mundo en los últimos días, son la culminación de meses de activismo y tensiones anteriores en los campus, señaló The Washington Post. Por ejemplo, en la Universidad de Brown, las protestas estallaron casi de inmediato tras la respuesta de Israel al ataque terrorista de Hamas del pasado 7 de octubre y con el foco puesto en la desinversión universitaria de los fabricantes de armas. En febrero una veintena de estudiantes de esa institución realizaron una huelga de hambre de ocho días para presionar por sus demandas, inspirados en protestas estudiantiles contra el apartheid en Sudáfrica en los años 80.
En la misma línea, el analista internacional Enrique Romero, conductor del programa “Antisitemismo explícito”, que se transmite por Youtube, explicó a PáginaI12 que estas manifestaciones son fenómenos que vienen creciendo hace meses y que los medios empezaron a hablar del tema al tratarse de las universidades más importantes. “En la historia de los últimos siglos, siempre quienes toman la delantera en las protestas que se visibilizan son los estudiantes. Lo que ocurre en los campus universitarios son un barómetro que muestra lo que está pensando la opinión pública en general”, apuntó.
“Hay un repudio generalizado en el mundo a lo que está haciendo el régimen sionista de Netanyahu con respecto a los palestinos. Está cometiendo barbaridades que desde lo humano que son imposibles de soslayar. Solamente los líderes mundiales y los medios siguen mirando para otro lado”, sostuvo el analista.
En paralelo a las manifestacio