Pagina 12

Encuentro con muchos frentes de conflicto

Una amenaza de huelga de los trabajador­es del festival y rumores de denuncias de acoso sexual por parte del movimiento #MeToo le agregan suspenso a la muestra.

- Por Luciano Monteagudo Desde Cannes

◢Son tantos los frentes de conflicto que acechan a esta nueva edición del Festival Internacio­nal de Cine de Cannes –la número 77, que comienza hoy y concluirá el sábado 25 de mayo– que las películas y las estrellas, desde Megalopoli­s de Francis Ford Coppola hasta la nueva excentrici­dad de Yorgos Lanthimos con Emma Stone, deberán hacer un esfuerzo extra por hacerse notar y sacar el cuello por encima de la convulsion­ada realidad local y mundial, capaz de colarse aún en el balneario más exclusivo de la Costa Azul francesa.

En París, las huelgas y las manifestac­iones son habituales, pero no es el caso en la Croisette, el elegante bulevar marítimo de Cannes. El año pasado, los trabajador­es sindicaliz­ados del sector de energía eléctrica amenazaron con “dejar a oscuras” al festival en rechazo a la reforma previsiona­l de Emmanuel Macron, pero las autoridade­s nacionales lograron diluir la amenaza y evitar la catástrofe. Este año, sin embargo, la conflictiv­idad laboral viene desde adentro: el colectivo “Sous les écrans la dèche” (Detrás de la pantalla, los residuos), que agrupa a unos 3.000 trabajador­es de festivales de cine –proyeccion­istas, administra­tivos, agentes de prensa, personal de sala, informátic­a y mantenimie­nto– ha hecho hace ya más de una semana un llamado a la huelga no sólo por sus magros salarios sino también por la precarieda­d de sus puestos de trabajo.

Lejos de estar solos, el Syndicat des Profession­nelles des Industries de l’Audiovisue­l et du Cinéma que integra la CGT –y al cual el colectivo ni siquiera pertenece, justamente por su labilidad laboral– les dio todo su apoyo. “Los técnicos de cine, audiovisua­les y animación estamos unidos a estos trabajador­es que se ven obligados a trabajar en condicione­s cada vez más difíciles económica y materialme­nte, para que las películas participan­tes puedan exhibirse en las mejores condicione­s posibles. La realizació­n de una película solo tiene sentido si se puede exhibir, y los festivales desempeñan un papel importante en la vida y la promoción de las obras cinematogr­áficas, especialme­nte en Francia”.

Cannes no se quedó quieto y respondió –en un comunicado oficial– que es “consciente de las dificultad­es a las que se enfrentan algunos de sus empleados” y declararon estar “dispuestos a establecer condicione­s de diálogo duraderas” al mismo tiempo que reconocier­on “la actualidad de estas exigencias”. En busca de un canal de diálogo, el colectivo de trabajador­es –que ya consiguió unas 300 firmas de apoyo, entre ellas las de los hermanos Luc y JeanPierre Dardenne, dos veces ganadores de la Palma de Oro del festival– prometió no interrumpi­r la ceremonia de apertura, pero hasta el momento no bajó su “appel à la grève”. De hecho, Thierry Frémaux, delegado general del festival, no pudo evitar referirse al tema en la conferenci­a de prensa de ayer lunes, previa al inicio de la muestra: “Todos queremos evitar la huelga y el equipo de recursos humanos continua dialogando con los representa­ntes de los trabadores”. A su vez, Frémaux aprovechó una pregunta sobre el cine brasileño en la era Lula –el film Motel Destino, de Karim Aïnouz integra la competenci­a oficial– para “lamentar los recortes” al cine argentino por parte del gobierno de Javier Milei.

La gala de apertura, en todo caso, promete otras emociones aparte del film elegido para dar inicio

Dos años después de la impresiona­nte Crímenes del futuro, el canadiense insumiso David Cronenberg vuelve a Cannes.

al festival, que es El segundo acto, del nuevo enfant terrible del cine francés, Quentin Dupieux, coprotagon­izado por Lea Seydoux, Vincent Lindon y Louis Garrel. Los rumores indican que la rama francesa de #MeToo promete una avalancha de denuncias de abuso sexual que coincidirí­an con la jornada inicial, o se darían a conocer en el transcurso del festival. Un artículo del periódico conservado­r francés Le Figaro titulado “#MeToo: antes del Festival de Cannes, la industria del cine está sudando frío” logró que la usina de rumores funcionara a toda máquina.

Sin dar nombres, el artículo sugiere que alrededor de una docena de prominente­s directores, actores y productore­s franceses podrían ser objeto de acusacione­s públicas de #MeToo en los próximos días. Y para ratificar la seriedad de su investigac­ión, Le Figaro reveló que la presidenta del Festival de Cannes, Iris Knobloch, contrató a una empresa de relaciones públicas de gestión de crisis para ayudar al evento a capear la posible tormenta que se avecina.

En la misma dirección de sentido, el delegado general del festival, Thierry Frémaux, programó para la apertura de la sección Una Cierta Mirada el cortometra­je Moi aussi, de la actriz, guionista y directora Judith Godrèche, en el que sintetiza centenares de casos de acoso sexual. La propia Godrèche ya presentó ante la justicia una denuncia contra el director Benoît Jacquot, acusándolo de violencia sexual y física cuando ella tenía 14 años. Y el 23 de febrero pasado la actriz se convirtió en la nueva figura francesa del movimiento #MeToo durante la 49° entrega de los premios César de la industria local cuando instó a tener el coraje de decir en voz alta lo que “todos murmuramos en voz baja” y fustigó el silencio en torno “al tráfico ilícito de niñas” en el mundo del cine. Ayer lunes, para echar nafta al fuego, Godrèche pidió la suspensión en su cargo del presidente del Centro Nacional de Cinematogr­afia (CNC), Dominique Boutonnat, mientras se desarrolla una investigac­ión judicial sobre el tema que lo involucra.

Mientras tanto, uno de los films en competenci­a oficial se presentará en el inmenso Grand Théâtre Lumière con su director prófugo de la justicia de su país. Se trata de La semilla de la higuera sagrada, del realizador iraní Mohammad Rasoulof, reconocido disidente político que acaba de ser condenado por el régimen teocrático de Teherán a ocho años de prisión, una multa económica, confiscaci­ón de sus bienes y… una sesión de latigazos. Según su abogado defensor, la decisión de la Corte Islámica Revolucion­aria se debe a que el cineasta “firma peticiones y hace películas que según el tribunal configuran delitos contra la seguridad del país”. Ante semejante condena, Rasoulof decidió exiliarse clandestin­amente y, desde un país europeo no determinad­o, pidió ayer lunes la solidarida­d de la comunidad cinematogr­áfica internacio­nal reunida en Cannes.

El caso más famoso de un cineasta iraní perseguido por el régimen es el de Jafar Panahi, que también sufrió el rigor de las cárceles de su país, pero ahora Rasoulof es quien cobra una triste notoriedad, aunque su calvario no es nuevo. En 2020, Rasoulof ganó el Oso de Oro de la Berlinale por su película No hay maldad, un encendido alegato contra la pena de muerte, y ya entonces el director no pudo estar presente porque las autoridade­s le retuvieron su pasaporte, una práctica habitual del estado de los ayatolas contra los disidentes políticos.

A su vez, la guerra en Ucrania estará presente en Cannes a través del La invasión, del gran documental­ista Sergei Loznitsa, un abonné del festival, donde estrena regularmen­te su obra, conocida en la Argentina a través de festivales y plataforma­s. Y el conflicto en Medio Oriente también tendrá su caja de resonancia en la Croisette, con una película del realizador danés de origen palestino Mahdi Fleifel que promete ser una de las revelacion­es de la sección paralela Quincena de los cineastas. Se titula To a Land Unknown y retrata el calvario de dos primos palestinos que logran escapar del asedio israelí y quedan varados en la calles de Atenas, esperando llegar algún día a Alemania.

En la competenci­a oficial hay, como es habitual, grandes nombres del cine actual, empezando por el de Francis Ford Coppola, que este viernes presentará personalme­nte, a los 85 años, el estreno mundial de Megalopoli­s, un proyecto que viene gestando hace casi cuatro décadas y que tiene un elenco encabezado por Adam Driver y Dustin Hoffman, que prometen estar en la alfombra roja. Lo mismo sucederá con Emma Stone y Willem Dafoe que llegan a Cannes para defender Tipos de gentileza, la nueva película del griego Yorgos Lanthimos después de su exitosa Pobres criaturas, que dio a conocer en la Mostra de Venecia apenas nueve meses atrás.

Dos años después de la impresiona­nte Crímenes del futuro, el canadiense insumiso David Cronenberg vuelve a Cannes, ahora con The Shrouds (Los sudarios), protagoniz­ada por Vincent Cassel como un empresario que, desolado por la muerte de su esposa, crea un controvert­ido dispositiv­o denominado GraveTech, que permite a los vivos conectarse 14 con sus seres queridos ya fallecidos 05 a través de sus mortajas. 24 Otros cineastas de peso, como

PI12 el estadounid­ense Sean Baker, el portugués Miguel Gomes, el chino Jia Zhang-ke, el italiano Paolo Sorrentino y el brasileño Karim Aïnouz también forman parte del concurso oficial, donde de las 22 películas en concurso solamente cuatro están dirigidas por mujeres: la británica Andrea Arnold, las francesas Coralie Fargeat y Agathe Riedinger, y la excelente realizador­a india Payal Kapadia. Esa disparidad de género que siempre se le cuestiona a la competenci­a de Cannes será compensada por el jurado oficial, presidido por la directora de Barbie, Greta Gerwig, quien estará acompañada por otras actrices y directoras como Lily Gladstone, Eva Green, Nadine Labaki y Ebru Ceylan.

Fuera de concurso aparece un nuevo cortometra­je póstumo de Jean-Luc Godard, Scénarios, que habría sido rodado el día anterior a su muerte voluntaria asistida, el 13 de septiembre de 2022. En ese difícil equilibrio que Cannes siempre consigue entre el cine de autor y el de gran espectácul­o, el festival incluye de un lado los nuevos largometra­jes de Leos Carax y Alain Guiraudie. Mientras que el flanco Hollywood –un imán para los paparazzi– está cubierto por la Palma de Honor a Meryl Streep, que la recibirá esta noche en la ceremonia de apertura, y los estrenos especiales de tanques como Furiosa: A Mad Max Saga, de George Miller, y la primera parte del western épico Horizon: An American Saga, dirigido por Kevin Costner, que promete otras dos entregas a lo largo del 2024 hasta completar una trilogía.

 ?? ?? Moi aussi, de Judith Godrèche, sintetiza centenares de casos de acoso sexual.
Moi aussi, de Judith Godrèche, sintetiza centenares de casos de acoso sexual.
 ?? ?? Adam Driver en Megalopoli­s, de Francis Ford Coppola.
Adam Driver en Megalopoli­s, de Francis Ford Coppola.
 ?? ?? Chiara Mastroiann­i en
Marcello Mio.
Chiara Mastroiann­i en Marcello Mio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina