Para Ti Decoracion

Casa Foa:

Circulo de diseño

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1 y 2. Hugo Di Marco y Josefina Badía crearon un loft de 140 m2 para un diseñador de indumentar­ia; un espacio multifunci­onal, escenográf­ico y monocromát­ico, atravesado por dos grandes vitrinas de 3,5 m de alto, con los larguísimo­s sillones del diseñador Cristian Mohaded al centro y el color borgoña (Alba) como emblema. La cocina se armó en la curva del que fuera el viejo vestuario del club militar. Y apela a esa morfología en su formato. Resuelta como un altar, con una isla con mesada retroilumi­nada de Cuarcita Lumix (Canteras del Mundo) y banquetas retro con cuerpo de acrílico (Landmark). Todas las paredes del espacio estaban unidas por una cinta perimetral inspirada en un rollo de género desplegado sobre una mesa de corte. 3. El estilo de vida fit estuvo representa­do por el espacio de Carla Barconte y Ludmila Drudi. Un miniloft con una paleta cromática suave y los perfiles lumínicos de Atrim dibujando caminos de luz. En su kitchenett­e, barra y mesada en Silestone Miami White (Canteras del Mundo).

4. La Arq. Viviana Melamed presentó un monoambien­te de 32 m2 para una pareja joven con cielorraso de madera lustre grey de Patagonia Flooring, paredes en los grises Adoquín y Jeans Grises (Alba), kitchenett­e en melamina Venecia (Faplac) y pisos de porcellana­to Antico Ivory (Vite). Los muebles de Matriz Design hacían el resto.

5. La cocina y comedor diario de Maia Launferman y Leandro de Angelo, del Estudio Arenal: paredes y techo en colores plenos y yuxtaposic­iones de materiales y texturas actuaban como un gran cuadro que contenía los muebles de La

Feliz. 6. “Pensar, decir, hacer”, el espacio de la desarrolla­dora Zentrum developers a cargo de las Arqs. Carolina Feller y Melisa Herc. Revestimie­ntos melamínico­s de la nueva línea Étnica de Faplac en los tonos “Sahara”, “Tribal” y “Tuareg” generaban un ritmo de materiales suaves, aterciopel­ados, en acabado mate, rematados por los perfiles luminosos de Atrim. Como revestimie­nto en pisos, Basaltina Black colección Piedra (Vite Porcellana­to).

1. El bar y cava de María Ponce Quintero, Marcela Rodríguez y Lorena Spinola para cocinas De Otro Tiempo sumergía al visitante en un espacio subterráne­o, envuelto en placas de porcellana­to Balta (Vite), de distintas secciones y colocadas en forma irregular con pastina de Klaukol negra que remite a la madera. Como remate, zócalos de Atrim. 2. El “espacio para un escritor”, de la Arq. Diana

Reisfeld. Un ambiente tranquilo, acogedor, que se desarrolló con el foco en un material noble como la madera y recibió por ello el premio Patagonia Flooring a la mejor aplicación de producto. 3. Trabajo y glamour fueron de la mano en el gran espacio de coworking que presentaro­n los Arqs. Juan Caram, Flavio Domínguez y Diego Segoura (@baplanning y @flavio-dominguezo­k). Con muebles de Grupo(a)2 y Archivos Activos, este espacio colaborati­vo de 160 m2 aprovechab­a la línea curva del edificio para proponer unos simpáticos privacy con paneles acrílicos, entelados y tapizados en todas las gamas del rosa, el color protagonis­ta. 4. Una pérgola de hormigón con forma de cuadrícula que luego irrumpía en el estar le daba un marco imponente a la terraza del espacio de Hugo Gallego, Pamela Martos y César Stivaletta, con muebles de la diseñadora italiana Paola Lenti. Colores fuertes y tejidos artesanale­s eran de la partida.

1. Eva y Martín Gómez Soto se llevaron la medalla de oro al paisajismo por este espacio exterior que invitaba a reflexiona­r sobre la tierra y su perpetuo movimiento. Una gran plataforma resuelta con un deck de madera de teka para exteriores (Patagonia Flooring), con planos irregulare­s de vegetación, superficie­s blancas de terrazo y la iluminació­n enfatizand­o el quiebre y la fragilidad de la vida en esta tierra. 2. La terraza de Gabriela Barrionuev­o y Adriana Sierchuk fue la favorita de las Foa nights: 250 m2 con diversos livings al aire libre o bajo las pérgolas camufladas. Mesas y sillones de la firma Malibú se disponían sobre el gran deck elevado. 3. Samantha Kuperschmi­t y Laura Kalmus fueron las autoras de Eclipse Lunar, uno de los baños públicos by Roca. El espacio tuvo como protagonis­ta a un muro símil piedra realizado por la artista Lara Scorbini con pastina Klaukol Design, un producto para juntas con glitter que ayuda a realzar la luz e imitar el brillo natural de la piedra. También se usaron cerámicos Mármol Bianco Apuano y Cemento Urban Pearl (Vite Porcellana­to), pedestales de Cuarcita Blue Roma (Canteras del Mundo) y bachas de acero de Roca. 4. Otra propuesta en baños: la Sala de Aguas de Eugenia Landaboure. Curvas, desniveles, transparen­cias le daban movimiento al espacio. El área de ducha contemplab­a un jacuzzi oculto bajo una placa de Dekton Kisognera Mate, y mesadas de Sogne Pulido (Canteras del Mundo). Perfiles luminosos (Atrim) realzaban el ambiente. En pisos, placas de Mármol Onciato Ivory Pulido (Vite Porcellana­to).

 ??  ?? Medalla de oro a la arquitectu­ra y el diseño interior 2019, la cocina ideada por la Arq. María Delia Zaccagnini resultó un festín para los sentidos. El espacio, pensado como refugio de una pastelera, se animaba a jugar con la arquitectu­ra racionalis­ta del edificio, con sus curvas acentuadas en el dibujo que se le dio a los grandes ventanales, jerarquiza­dos morfológic­amente en esta propuesta. Al centro, la maravillos­a isla de Johnson Amoblamien­tos –centro de operacione­s para la imaginaria chef– plasmaba toda la funcionali­dad necesaria en una auténtica cocina de autor, rematada por grifería y piletas (Johnson Aceros) en acabado cobre, elegantísi­mas y a tono con los terracota y tierra que guiaban toda la ambientaci­ón. En superficie­s de trabajo y un sector de la pared se usó Superficie Mineral Ultracompa­cta (Dekton). Materiales nobles, tecnología aplicada, colores pastel y un aroma dulzón permanente hacían el resto.
Medalla de oro a la arquitectu­ra y el diseño interior 2019, la cocina ideada por la Arq. María Delia Zaccagnini resultó un festín para los sentidos. El espacio, pensado como refugio de una pastelera, se animaba a jugar con la arquitectu­ra racionalis­ta del edificio, con sus curvas acentuadas en el dibujo que se le dio a los grandes ventanales, jerarquiza­dos morfológic­amente en esta propuesta. Al centro, la maravillos­a isla de Johnson Amoblamien­tos –centro de operacione­s para la imaginaria chef– plasmaba toda la funcionali­dad necesaria en una auténtica cocina de autor, rematada por grifería y piletas (Johnson Aceros) en acabado cobre, elegantísi­mas y a tono con los terracota y tierra que guiaban toda la ambientaci­ón. En superficie­s de trabajo y un sector de la pared se usó Superficie Mineral Ultracompa­cta (Dekton). Materiales nobles, tecnología aplicada, colores pastel y un aroma dulzón permanente hacían el resto.
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