CONSEJOS Jorge Omar Del Rio
A pesar de que la mayoría de las personas se cree “conductor experto”, hay muchas cuestiones que se pueden aprender para evitar consecuencias lamentables a la hora de salir a la calle.
El “Profesor” Jorge Omar del Rio es el creador, hace 21 años, de la Escuela de Manejo Avanzado, y cuenta con una gran trayectoria en el automovilismo. Entre sus tantos títulos deportivos, a nivel nacional cuenta con un Campeonato de Fórmula 1 Argentina y tres de TC 2000. Con la humildad y claridad que lo caracteriza, en esta nota nos habla de sus cursos de manejo.
“Siempre se puede mejorar”
Algunos de nuestros alumnos nos comentaban que sus conocidos siempre les preguntan sobre lo que aprendieron, porque no tienen claro que se trata lo que se puede aprender. Es que, en general, la mayoría de los conductores cree que “ya sabe manejar” y, por lo tanto, no ve claramente que, en realidad, es necesario aprender muchas cuestiones.
Por otra parte, también están los que sienten cierta inseguridad cuando conducen, pero tampoco saben cómo resolver esa inquietud. Ahí aparece la necesidad de explicar qué es lo que contiene este concepto del manejo avanzado, que tuve la vocación de crear en aquellos tiempos.
Los cursos fueron el resultado de toda la experiencia que había acumulado en mi trabajo con la Escuela de Pilotos de Competición, en la que buscaba transmitir los conocimientos importantes de esa actividad, para que quienes se iniciaban como pilotos pudieran acortar los tiempos que les llevaba alcanzar su máximo rendimiento.
Pero fuimos notando que hacía falta dedicarle mucho tiempo al proceso inicial de formación del conductor. Es decir, que antes de intentar ver las actividades relacionadas con la velocidad, resultaba imprescindible mejorar mucho la capacidad conductiva de esas personas, para que pudieran controlar mejor los vehículos de calle.
De esta manera fuimos comprobando, desde adentro, que la mayoría de los conductores no había tenido la oportunidad de recibir, durante su formación, una cantidad importante de conocimientos respecto a la realidad física del desplazamiento de los automóviles, además del efecto que producen en el desplazamiento del vehículo las maniobras que se realizan con pedales y volante.
De esta manera, el Programa de Manejo Avanzado resultó un nuevo concepto, que apunta a brindarles a los asistentes los conocimientos técnicos y la práctica sobre muchas maniobras de la conducción que no han tenido la oportunidad de recibir durante su aprendizaje “casero”.
A través de ese mayor conocimiento teórico y de la posibilidad de practicar situaciones reales, se consigue incorporar técnicas de manejo y reacciones conductivas que modifican a favor todas las posibilidades respecto a la seguridad.
Es decir, disminuyen las chances de que se vean envueltos en situaciones de accidentes, porque se aprende a evitar el inicio del problema y, eventualmente, reaccionar con maniobras más adecuadas cuando las exigencias son mayores, como por ejemplo cambios bruscos de adherencia del camino o imprevistas situaciones de tránsito.
Escenarios reales
En nuestra sede de Benavidez hemos creado distintos tipos de caminos y trazados que permiten reflejar la mayor parte de las condiciones que enfrentan los conductores cuando transitan, tanto en la ciudad como en la ruta. Tenemos tres trazados diferentes. En varios lugares contamos con riego artificial para experimentar la circulación sobre pisos resbaladizos, y también para algunos cursos con pistas especiales de deslizamiento. Por otra parte, hemos construido instalaciones administrativas que están totalmente climatizadas, y ello nos permite brindar las clases teóricas y la atención a los participantes con la mayor comodidad.
Los cursos constan de clases teóricas y prácticas, porque consideramos que la actividad de conducir se produce en tiempo real y no hay tiempo de ir a un manual a consultar lo que corresponde hacer cuando se está en medio de una situación complicada. El conductor debe resolver la situación con una respuesta instantánea.
Manejar profesionalmente
Los cursos están destinados a todos los hombres y mujeres que manejan, ya que les permite aprender una cantidad de conceptos técnicos y aspectos importantes sobre la circulación de vehículos. Esto es especialmente útil para el personal de las empresas que poseen flotas de vehículos, donde es muy importante disminuir el número de accidentes que sufre la compañía. Por ejemplo, hace ya muchos años que comenzamos a desarrollar Programas de Manejo Avanzado especialmente preparados para las industrias petrolera y agropecuaria, o las flotas de correo o servicios de emergencia, donde las condiciones de circulación son más exigentes. Gracias a estos cursos en grandes empresas, tenemos la satisfacción de comprobar que se han logrado resultados significativos en la disminución de la siniestralidad.
Resultados a la vista
Cuando nos preguntan qué diferencia se aprecia en las personas que egresan de los cursos, la respuesta es que hemos comprobado que, en general, aprenden a dominar su vehículo con conocimientos que antes no tenían. Y también a cómo utilizar su automóvil en calles y rutas, de tal manera que puedan disminuir las chances de peligro. La mayor parte de los accidentes suceden porque el conductor se pone a sí mismo en situación de emergencia, sin darse cuenta de que lo está haciendo. Además, ante una circunstancia de peligro, y sin el conocimiento adecuado, la reacción instintiva del organismo le hace producir maniobras que en muchos casos no resultan las más convenientes, y las consecuencias se agravan.
Más allá de que en la actualidad los automóviles son mucho más seguros, protegen mejor a sus ocupantes y tienen una importantísima cantidad de elementos de seguridad (como los cinturones de seguridad, los airbags y los sistemas de control electrónico), en nuestro país tenemos una tasa de accidentes demasiado elevada. Y las estadísticas siguen revelando que más del 80/85%, se producen por errores de conducción. Esto equivale a decir que alguna de las personas involucradas en la situación cometió un error de apreciación (respecto a las características del camino o la condición climática, etc.), o de maniobra (alguna acción conductiva que no le permitió controlar su vehículo de la mejor manera), y que finalmente derivó en el accidente.
En otras palabras, se puede pensar que muchos de estos casos podrían ser evitables. Estamos, entonces, en la tarea de ayudar a los conductores para disminuir la posibilidad de que se vean involucrados en situaciones de riesgo. Tratamos de remarcar el hecho de que cada uno de los conductores es el artífice de su propia seguridad. Los vehículos solamente van a donde los llevan las maniobras que realizan quienes los conducen, y es el conductor el que debe determinar la forma y la velocidad con que lo hace en cada ocasión.
El objetivo prioritario de nuestra tarea es conseguir que cada persona, a través del conocimiento, incorpore las actitudes y la manera de conducir su vehículo de manera que disminuya la posibilidad de que sufra accidentes.
Con el paso de los años, estamos teniendo la satisfacción de comprobar que el cambio es muy positivo...