FORD KA FREESTYLE
La actualización del compacto llegará al país en octubre. Incorpora control de estabilidad en toda la gama, motor 1.5 de 3 cilindros y 123 CV, y, según la versión, caja automática de sexta. Manejamos la variante Freestyle.
CONTACTO. Con look aventurero, nuevo motor y más equipamiento.
La actualización del pequeño Ka (ya no tan pequeño, en realidad) es una suerte de respuesta de Ford frente a la avanzada de sus rivales más directos. En Brasil, país donde se fabrica, tiene que enfrentar a productos de la talla del Chevrolet Onix y el Hyundai HB20, mientras que en la Argentina rivaliza con el modelo de Chevrolet y el Toyota Etios.
Por eso, este ajuste en el más chico de la marca del óvalo azul es lo suficientemente importante como para intentar mejorar su performance de ventas, aunque para saber si esta estrategia es la adecuada, tendremos que esperar hasta fines de este año, ya que la nueva gama Ka llegará al país en el mes de octubre. No obstante, Ford Argentina prevé iniciar la comercialización a través de Plan Óvalo a mediados de agosto.
Con estos cambios, la familia Ka queda conformada por las opciones hatchback y sedán en variantes de equipamiento S, SE y SEL, a las cuales -en la silueta hatch- se suma la Freestyle, que ocupará la posición de tope de gama en lugar de la opción Titanium que, aunque no llegará a la Argentina, se venderá en Brasil, país donde también habrá versiones con motor 1.0.
Los cambios
La apariencia del Ka 2019 (así lo llaman) ha recibido algunos leves ajustes, pero los más importantes no se ven. Hay un trabajo de ingeniería que mejora algunos aspectos vitales, tales como, por ejemplo, el refuerzo de la estructura o las mejoras en la insonorización y el coeficiente de resistencia aerodinámica.
En el primer ítem, aplicaron acero de alta resistencia en puntos clave para lograr una mejor respuesta de la estructura frente a colisiones. También mejoraron la resistencia del techo gracias al aumento del espesor de los refuerzos en 1,2 mm. Con estos cambios, según los ingenieros de Ford Brasil, se ha logrado mejorar la rigidez torsional en ambas siluetas.
La incorporación de un paquete acústico para reducir el ruido del viento y de neumáticos, la nueva calibración de los bujes de las suspensiones para bajar la rumorosidad del rodaje, el parabrisas acústico y los refuerzos que ayudan a mejorar la absorción de los ruidos, son algunas de las modificaciones que tienden a mejorar el confort de marcha del nuevo Ka.
En este apartado, otros cambios aparecen en pequeños ajustes en la carrocería, entre los que podemos mencionar la reformulación de los deflectores inferiores y de las rejillas en la trompa, y el rediseño de los grupos ópticos posteriores, que ayudan a mejorar el flujo de aire. Con estos cambios,
los responsables de la marca a han logrado reducir el Cx de e 0,34 a 0,33.
Otras mejoras vinculadas con n el desempeño aparecen en el l agregado de controles elec- trónicos específicos, los cuales s tienden a optimizar la dinámica del vehículo. Por ejemplo, la dirección eléctrica tiene asistencia variable y se complementa con Pull Drift Compensation (o PDC, que reduce el torque en el volante en posición de inclinación lateral) y Active Nibble Control (atenúa la vibración en el volante causada por pequeños desequilibrios).
Otra de las principales novedades de la gama 2019 del Ka es la incorporación del motor Dragon 1.5 Ti-VCT de 3 cilindros que ofrece 123 CV de potencia y 15,2 kgm de torque, propulsor que fuera estrenado en nuestro
- s país por la nueva EcoSport.
También hay modificaciones en la transmisión. La tracción sigue siendo delantera y se complementa con una nueva caja manual de cinco velocidades (en realidad, es nuevo el ajuste de las relaciones) o, según la versión, con una transmisión automática de seis relaciones, sistema que se ofrece por primera vez en la historia del más pequeño de Ford. Vale destacar que la variante Freestyle que llegará a la Argentina lo hará solamente con caja manual.
Sin embargo, una de las novedades más importantes afecta a toda la gama: indepedientemente de la silueta y del nivel de equipamiento, todos los Ford Ka "2019" equipan control de tracción y estabilidad de serie.
El equipo forma con...
También hay novedades en la dotación, aunque aparecen en las variantes más encumbradas. Las opciones más básicas, S, cuentan con (además de los ya mencionados control de tracción y estabilidad, asistente de arranque en pendientes, y los obligatorios doble airbag y ABS), dirección eléctrica, computadora de a bordo, levantavidrios eléctricos delanteros, butaca del conductor con ajuste en altura, radio con sistema My Ford Dock (un soporte para instalar el celular), aire acondicionado, cierre central, respaldos traseros abatibles 60/40 y llantas de chapa de 14 pulgadas. Esta versión se ofrecerá sólo con caja manual.
Le sigue la SE, en la que aparecen sistema de conectividad Sync3 con pantalla flotante de 6,5” compatible con Android Auto y Apple Car Play, sistema My Key, sensores traseros de estacionamiento, comandos de audio en el volante, levantavidrios eléctricos también traseros, y faros antiniebla.
Luces de giro en retrovisores, llantas de aleación de 15”, tapizados que combinan tela y símil cuero, alarma volumétrica, cámara de marcha atrás y airbags laterales y de cortina, aparecen entre los diferenciales de las versiones SEL. Las opciones con caja automática agregan control de velocidad crucero y llantas de acero de 15”. En cuanto a los detalles particulares de cada versión, podemos mencionar la capacidad del baúl del Ka+ (sedán) de 445 litros, y la decoración específica del Freestyle (que en Europa llevará el nombre
Active), con grilla delantera y terminaciones interiores exclusivas, además de una carrocería sobreelevada (el despeje es de 188 mm), rack de techo (puede cargar hasta 50 kg), protector de umbral de la puerta y llantas de aleación de 15 pulgadas, también con diseño exclusivo.
En cuanto al precio, todavía no hay mucho que decir. Teniendo en cuenta que la idea de Ford Argentina es lanzarlo en octubre, adelantar algún valor sería descabellado, especialmente en un país tan impredecible como el nuestro.
Por Gramado
El contacto con el nuevo Ford Ka fue realmente muy breve: apenas 95 kilómetros por Gramado, localidad turística de montaña del estado de Río Grande del Sur, Brasil. Se desarrolló en un trayecto en el cual abundan las curvas, subidas y bajadas, así como amplios sectores urbanos, y si bien hubo tramos en los que la señalización marcaba 80 km/h de máxima, el tránsito y las indicaciones de la organización
(un recorrido en caravana con pocas o nulas posibilidades de sobrepaso), en ningún momento me resultó posible superar los 70 km/h. Sin embargo, a pesar de esas condiciones, pude lograr redondear una primera impresión sobre este producto.
En líneas generales, la calidad percibida es aceptable, y, al parecer, los materiales utilizados y los encastres están bien logrados. La posición de manejo se logra con relativa facilidad, aunque sería más fácil si el volante se ajustara también en profundidad. El tablero es el que ya conocemos, aunque con algún detalle estético, y del mismo modo que aquél, no cuenta con termómetro para el refrigerante del motor.
El sector posterior es amplio y ofrece espacio suficiente para que dos adultos de contextura grande puedan viajar con comodidad. La plaza central es realmente muy pequeña. Por su parte, el baúl también lo es (ofrece 275 litros), y en él se aloja la rueda de repuesto, que es de 14 pulgadas: evidentemente, es la misma para todas las versiones.
El motor Dragon le queda muy bien a este Ka. Es ágil, y gracias a la caja bien relacionada para aprovechar esa condición, su respuesta es inmediata. Sin embargo, por el tipo de trazado y las condiciones en las que se realizó esta prueba (incluyendo las climatológicas, ya que llovía), no tuvimos muchas oportunidades de transitar en los cambios más altos.
La respuesta de las suspensiones apunta al confort, lo mismo que la dirección, que se mostró muy suave y eficaz en todo momento. También frena bien, aunque no ofrece discos en las ruedas traseras.
Con el nuevo Ka, Ford busca ofrecer una alternativa para los usuarios del segmento B, y con el Freestyle una variante que responde a las tendencias del mercado, aquellas que señalan a los modelos con cierto estilo aventurero.
La marca del óvalo tiene grandes expectativas puestas en este modelo, pero para que ellas se concreten habrá que esperar el precio. El Ford Ka ha dejado atrás a aquel modelo simpático de diseño extravagante y se ha transformado en un joven que experimenta su crecimiento en un mercado muy complejo, al modo en que acaso lo hacen los adolescentes en su proceso natural de crecimiento.