DE MOÑO NEGRO
Con estilo diferenciado, esta variante de la conocida pick-up pic se posiciona entre las versiones intermedias LT y LTZ. El iimpulsor es el mismo en toda la gama, con caja manual de sexta tanto tan en las 4x2 como en las 4x4.
Pensada por Chevrolet Estados Unidos, esta original versión de la S10 se destaca por lucir una carrocería negra, que la marca denomina Black Meet Kettle. La acompañan llantas de 18 pulgadas, parrilla delantera, barra de San Antonio, lona marítima y los logos de Chevrolet, todos estos en tonos oscuros. Su arribo a la Argentina obedece a una nueva tendencia en estilo: vehículos totalmente negros, incluyendo la carrocería y los apliques.
El interior también tiene elementos exclusivos, como el revestimiento del techo y paneles en color oscuro, además de los tapizados de los asientos de tela en color Jet Black. Al mismo tiempo, el nombre de esta versión “nocturnal” está grabado en una placa de acero en las manijas internas de la parte delantera y en lugares clave de la carrocería, como la puerta del conductor y el portón de la caja de carga.
Uno para todos
La S10 Midnight cuenta con el motor turbodiésel de 200 CV que en nuestro mercado equipa a toda la gama. Dicho impulsor de 2.8 litros -que entrega 51 kgm de torque ya desde las 2.000 vueltas-, le otorga a este vehículo prestaciones marcadamente favorables para el segmento. Así, llegamos a los 179,2 km/h de velocidad máxima y a una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,2 segundos, junto a una elasticidad de 80 a 120 km/h (en cuarta) de 8,3 segundos, valores que hablan a las claras de que, además de confiable y poco rumoroso, es ágil y se desenvuelve con soltura en la ruta. Y si bien el rendimiento promedio no es su fuerte, debido principalmente al consumo de 7,9 km/l en ciudad, las cifras en ruta,
a 90 km/h y 120 km/h, resultan adecuadas, con un valor de 9 y 12,7 km/h, respectivamente.
Con una caja a la que sólo se le puede criticar la selectora porque cuesta colocar la marcha atrás (está en el extremo inferior derecho, al lado de la sexta), la marcada sobremarcha le permite viajar en ruta a 130 km/h con el cuentavueltas apenas en las 2.000 rpm. Bien escalonada, y con la alternativa de la reductora y la tracción en las cuatro ruedas, aprovecha al máximo el elevado torque para salir de situaciones complicadas o mover pesos mucho más elevados de los que se anuncian en los manuales.
No sólo facha
Por ser el tope de gama del modelo, la Midnight ofrece una amplia lista de elementos de seguridad, confort y conectividad. Entre los más destacados podemos mencionar los faros antiniebla, los frenos ABS, los controles de estabilidad, de tracción y de descenso, el equipo multimedia MyLink compatible con Android Auto y Apple CarPlay, y el sistema de asistencia OnStar. También dispone de computadora de a bordo, control
de velocidad crucero, levantavidrios en las cuatro puertas y cierre centralizado. Pero, a pesar de considerarse “full”, no cuenta con cámara de marcha atrás, ni navegador ni sensores de estacionamiento, y el aire acondicionado carece de climatizador automático.
En concordancia con lo que ofrece el segmento, la rueda de auxilio es homogénea, y siguiendo con el equipamiento, el exiguo par de airbags delanteros le resta nivel a un ítem tan importante como el de la seguridad.
Por otro lado, con 45 metros para detenerse desde los 100 km/h, las distancias de frenado se encuentran entre las mejores del segmento.
Confortable
Con una butaca delantera bastante ergonómica, que se ajusta sólo en el caso de la del conductor manualmente en altura, la posición de manejo es cómoda, a pesar de que el volante no cuenta con regulación en profundidad. Atrás ofrece buen espacio para las piernas y las caderas, pero su respaldo se encuentra en una posición marcadamente perpen- dicular al cojín.
En un habitáculo con una insonorización que sólo se ve afectada cuando se circula por encima de las velocidades máximas permitidas, el confort de marcha es otra de las virtudes de la S10, aunque en la ruta no sea muy estable, debido, justamente, a sus mullidas suspensiones.
La dirección está entre los puntos más altos del modelo, gracias a la asistencia eléctrica que la hace muy liviana a baja velocidad y al momento de maniobrar en el estacionamiento, pero oportunamente hace notar su firmeza, a medida que aumenta la velocidad.
Superando apenas la tonelada, kilos más, kilos menos, la capacidad de carga también está a tono con la competencia, lo mismo que los 3.500 kilos de peso autorizado para remolque con frenos.
Como lo venimos destacando en pruebas anteriores, el modelo ofrece capacidades off-road bastante destacadas, que se resumen en un ángulo de ataque de 31,4°, de salida de 22,6°, una capacidad de vadeo de 80 cm y un despeje (no tan generoso) de 20,5 centímetros.
El plus de la atracción
Esta versión, que fue exhibida por primera vez en la última edición del Salón del Automóvil de San Pablo en 2016 como un Concept Car, cuesta 1.231.900 pesos. Sin un aspecto tan diferencial como el de esta variante, pero con características similares por encontrarse cada una en el medio de la gama, sus principales rivales son la Toyota Hilux 4x4 SRV 2.8 TDI, a 1.128.600 pesos; la Ford Ranger 3.2 XLT 4x4, a 1.129.600 pesos, y la Volkswagen Amarok 2.0 TDI Comfortline 4x4, a 1.237.185 de la misma moneda. Al cierre de la esta edición de Parabrisas se definían los precios de la Frontier nacional, cuya versión XE 4x4 va a sumarse a la lista de las competidoras.
Por lo pronto, esta variante Midnight es una buena alternativa para romper con el estereotipo de la pick-up puramente de trabajo, con un aspecto más polifuncional, manteniendo las virtudes y la confiabilidad mecánica. Por lo demás, su garantía de tres años ó 100.000 kilómetros empieza a quedarse atrás frente a marcas como Ford y Toyota, que ya ofrecen dos años más.