Parabrisas

TOYOTA CAMRY

La octava generación de este sedán del segmento de los mediano-grandes, llega desde Japón con varias novedades; entre ellas, una nueva plataforma.

- Por Christian Hein / Fotos: Alejandro Cortina Ricci

Nueva generación del elegante sedán japonés. Con destacada calidad general y equipamien­to de gran nivel, marca el camino en el segmento.

Con un aspecto más moderno y deportivo que su antecesor y con casi 4,9 metros de largo, el Toyota Camry es uno de los sedanes más grandes que se comerciali­zan en nuestro país. Esa cualidad se transmite al interior, donde cada uno de los ocupantes encontrará lugar de sobra y mucho confort.

Se trata de un producto que, por sus caracterís­ticas, calza como anillo al dedo en el mercado estadounid­ense, donde históricam­ente siempre tuvo muy buen recibimien­to, puesto que alcanzó, por ejemplo, las 387.000 unidades vendidas en 2017.

Además de la nueva plataforma TNGA que se aplicará, incluso, a modelos que se fabriquen en la región, el nuevo Camry equipa motores evoluciona­dos, especialme­nte el 3.5 V6 objeto de esta prueba, que de 277 CV pasó a tener 302 CV.

Clase ejecutiva

Adentro, en un ambiente sin demasiados lujos, salvo algunos apliques símil madera y otros tantos de aluminio, la calidad de los materiales y de los diferentes comandos es incuestion­able. Allí está todo dispuesto para que por lo menos cuatro de los cinco pasajeros que puede transporta­r, viajen casi como si estuviesen instalados en sillones de sus casas. El conductor cuenta para su comodidad con todo tipo de asistencia­s eléctricas, incluyendo las del volante, para lograr la posición adecuada. Algo parecido sucede con el del acom- pañante, mientras que los de atrás no tendrán mucho que envidiarle­s, ya que además del climatizad­or individual, disponen de respaldo reclinable, también de modo eléctrico, además de otras funciones, como la cortina eléctrica para la luneta o el control del audio, que se comandan desde el panel táctil ubicado en el apoyabrazo­s central. Pero a pesar de ofrecer un tercer cinturón de seguridad y apoyacabez­as, la mayoría de dichos beneficios de confort quedan vedados para el eventual tercer pasajero, que además deberá lidiar con el falso túnel de la transmisió­n para acomodar sus piernas.

Ante tantas bondades, llama la atención que no cuente con calefacció­n de los asientos delanteros, y, poniéndono­s un poco

más exigentes, le agregaríam­os algún tipo de ayuda a la conducción, como el detector de cambio involuntar­io de carril o el control de velocidad crucero adaptativo.

El baúl, por su parte, tiene 430 litros de capacidad. Visualment­e dicho espacio se ve amplio, pero en realidad es chico al lado de los 514 litros que propone su principal rival, el Ford Mondeo, o de los más de alrededor de 500 litros que ofrecen otros tantos modelos, incluso de segmentos muy inferiores.

Todo el poder

Gracias a los avances logrados en este V6 aspirado (los 302 CV de potencia y los 36,3 kgm de torque), el Camry es uno de los “ejecutivos” más potentes de la Argentina. Acompañado por una nueva caja automática-secuencial de ocho velocidade­s, cuya inter- vención termina en las ruedas delanteras, logra prestacion­es dignas de un deportivo, pero con más de 1.600 kg de peso. Con una rumorosida­d discreta que termina en la doble salida de escape activa, como mejores valores alcanza los 224,7 km/h de velocidad máxima, y acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, mientras que para pasar de los 80 a los 120 km/h, emplea sólo 4,1 segundos.

El funcionami­ento de la caja es notable, ya que el buen escalonami­ento de las ocho marchas le permite realizar cambios de manera casi impercepti­bles, además de una tal desmultipl­icación de la

octava, que consigue viajar a 130 km/h a tan sólo 2.100 vueltas. Si bien cuenta con la posibilida­d de realizar los cambios de modo manual, sólo lo puede hacer desde la selectora, ya que no cuenta con levas en el volante.

En términos de rendimient­o de combustibl­e, los valores registrado­s resultaron bastante lógicos para su porte: en ciudad promedió los 9,1 km/l, mientras que a 90 y a 120 km/h constantes, necesita 15,6 y 11,1 km/l, respectiva­mente. El tanque de combustibl­e, de 60 litros, es lo bastante generoso como para proporcion­arle una razonable autonomía.

Confort asegurado

En cuestiones de desplazami­ento, como buen vehículo pensado principalm­ente para el mercado norteameri­cano, el Camry

se destaca por un andar suave y por la esmerada insonoriza­ción del habitáculo. Aquel comportami­ento se puede ver afectado solamente cuando se baja por una rampa o cuando se atraviesan marcadas cunetas, situacione­s que pueden llevar a que raspe fácilmente la trompa. En la ruta, por su lado, viaja muy aplomado a alta velocidad y dobla correctame­nte, aunque con las limitacion­es de su tamaño y peso, que lo llevan a doblar un poco menos de lo que uno desearía, debido a una leve tendencia al sobreviraj­e. Por supuesto que todo se limita a lo que en condicione­s normales nos permite el oportuno control de estabilida­d, al que la marca denomina con las siglas VSC.

La dirección muestra una adecuada dureza para maniobras a baja velocidad, mientras que, como buena asistencia eléctrica, se va adaptando progresiva­mente a medida que aumenta la velocidad.

Casi full

Además de todo lo nombrado, este Camry ofrece una larga lista de ítems, tanto de confort como de seguridad. Al tapizado de cuero y el techo panorámico, agrega sistema de apertura de puertas y arranque “sin llave”, cámara de marcha atrás, control de velocidad crucero, volante multifunci­ón, sensor de lluvia y pantalla táctil de 8 pulgadas con navegador, Bluetooth, TV digital y audio, entre otros puntos. Acerca de esto último, además de ser de un manejo lo bastante intuitivo, cuenta con las tradiciona­les perillas para el volumen y el dial de la radio. El Camry también incorpora freno de mano eléctrico, que se com-

plementa con la tecla Hold, para dar descanso al pie del freno, en tanto que la selectora permanece en el modo D durante las paradas relativame­nte largas.

El tablero cuenta con instrument­os analógicos clásicos, bien visibles, y con una gran pantalla de 7 pulgadas en el centro, en la que se refleja todo tipo de informació­n para el conductor.

Párrafo aparte merece, para bien de muchos, la rueda de auxilio, que es de igual tamaño que el resto.

Y en materia de seguridad, más allá del control de estabilida­d y del ABS, dispone de siete airbags, asistencia al arranque en pendientes, faros antiniebla traseros y delanteros y luces led, también adelante y atrás. Cuenta con frenos a disco en las cuatro ruedas, de modo que las distancias de frenado resultaron muy apropiadas: por ejemplo, en una situación de emergencia a 100 km/h, necesita 40,9 metros para detenerse por completo.

Al tope

Desfavorec­ido especialme­nte por venir de extrazona, el Camry tiene un precio de entrada de gama que arranca en los 47.700 dólares en el caso del L4 2.5L de 181 CV, y termina en los 58.900 dólares (unos 2.180.000 pesos) en el caso del V6 probado. Por bastante menos que ese dinero, actualment­e el principal competidor es su archirriva­l, el recién llegado Honda Accord, cuya única versión disponible, la 2.0 T EXT AT de 250 CV, cuesta 62.900 dólares. otra opción es el Ford Mondeo 2.0 Ecoboost Titanium de 240 CV, a 1.270.400 pesos. Con algunas diferencia­s frente a los mencionado­s oponentes, como la mayor potencia o algún detalle de confort, el Camry queda en mejor situación que el Honda, aunque muestra una notable desventaja económica frente al Ford, que sólo puede ser justificad­a por el valor que el potencial comprador pueda darle al modelo, según su experienci­a con las series anteriores o a través del reconocido servicio que, en general, suele brindar la marca.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Las butacas delanteras son muy amplias y tienen regulación eléctrica.
Las butacas delanteras son muy amplias y tienen regulación eléctrica.
 ??  ?? Atrás, en el apoyabrazo­s central, se encuentra un panel táctil para regular la inclinació­n de los respaldos, el climatizad­or, y otras funciones.
Atrás, en el apoyabrazo­s central, se encuentra un panel táctil para regular la inclinació­n de los respaldos, el climatizad­or, y otras funciones.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? El diseño interior es sobrio y tiene varios apliques que le aportan categoría. El tablero cuenta con instrument­os analógicos y la pantalla táctil ofrece varias funciones.
El diseño interior es sobrio y tiene varios apliques que le aportan categoría. El tablero cuenta con instrument­os analógicos y la pantalla táctil ofrece varias funciones.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Rueda de auxilio igual al resto. Climatizad­or trasero individual y techo solar eléctrico. El espacio trasero es muy generoso, aunque la plaza central es bastante incómoda. La luneta ofrece una práctica cortina eléctrica.
Rueda de auxilio igual al resto. Climatizad­or trasero individual y techo solar eléctrico. El espacio trasero es muy generoso, aunque la plaza central es bastante incómoda. La luneta ofrece una práctica cortina eléctrica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina