ACERTADO CONCEPTO
Una versión más sofisticada del modelo que le generó éxito a la marca alemana. Más compacto que el X1 y con un diseño personal, se destaca por un aplomo deportivo y prestaciones razonables.
Las tendencias de diseño continuistas suelen generar polémicas, y aunque a los productos exitosos se los modifica poco y nada, siempre hay una vuelta de tuerca para mejorar algo desde el punto de vista estilístico. Eso es lo que hizo BMW con el X2, un modelo nuevo con el que la marca alemana pone un pie en el segmento de los crossovers compactos y deportivos. Se ofrece con tracción delantera y comparte plataforma con el BMW X1 y el Mini Countryman. Su concepción es más generalista, ya que como dijimos, apela a la tracción delantera, por lo que es más económico de producir, pero es a la vez más espacioso. En la Argentina, los modelos de la Clase X de BMW representan el 43 por ciento de las ventas, y la demanda sigue creciendo. Salvando algunas diferencias, el X2 puede competir con al Audi Q3 y el Q5, pero también con el Mercedes-Benz GLA y el Range Rover Evoque.
Diferente
El BMW X2 es uno de esos ve- hículos que aglutinan gente a su alrededor. Su planteo estético combina deportividad con cierto toque elegante y también nostálgico. Esto último se representa en un detalle no menor: el logo ubicado sobre el ancho parante trasero que apela al recuerdo, ya que este recurso es utilizado por modelos de las décadas de los sesenta y setenta, como el BMW 2000 CS y el BMW 3.0 CSL.
Los rasgos del X2 combinan algo de un auto compacto con algunos elementos de SUV, como la altura más elevada, la línea de cintura elevada y el aspecto musculoso. Además, la leve caída del techo le otorga un aire “coupé”.
En la trompa se destaca la parrilla de doble riñón, típica de la casa bávara, pero esta vez tiene una forma trapezoidal invertida que le da un look más moderno, fuera de lo convencional. Los grupos ópticos muestran una imagen más agresiva. El paragolpes tiene una toma de aire en el centro y dos tomas simuladas en los extremos, en forma triangular. El remate tiene un aspecto muy deportivo, con un portón trasero que
deja una boca de carga alta, unas ópticas horizontales y dobles salidas de escape.
En términos de dimensiones mide 4,36 metros de largo, y si bien está construido sobre la misma plataforma del BMW X1, en el X2 es 8 centímetros más corta y 7 cm más baja (el ancho no cambia). Aerodinámicamente está muy bien logrado, con un Cx de 0,29 y muy poco ruido de viento en ruta. Sólo notamos ruidos de rodamientos en asfaltos con mayor rugosidad.
Interior personal
El interior refleja un patrón de diseño similar al del BMW X1 y otros modelos de la marca. El panel central está levemente orientado al conductor, hay pocos botones muy bien ordenados, y la ergonomía está realmente bien trabajada. En la parte superior encontramos una pantalla táctil para el sistema multimedia que resulta intuitiva. El entorno es bastante envolvente. Las butacas son deportivas, con un singular tapizado en Alcántara con costuras en tono azul y detalles con los colores distintivos de la división M. La posición de manejo es cómoda, aunque las regulaciones del asiento son manuales y, al igual que la del volante, que posee levas, se puede reglar en altura y profundidad. Como sucede en otros modelos de la marca, los materiales empleados son de buena calidad, con algunos revestimientos suaves y acolchados. No hay ruidos parásitos ni grillos. Aunque la dotación de confort es profusa, adeuda regulaciones eléctricas de los asientos, ya que sólo ofrece un comando lumbar
desde un botón; el resto es mediante palancas. El climatizador bi-zona ofrece buen desempeño, y el techo panorámico posee una cortina que aísla bastante el calor en días agobiantes. El espacio atrás es ideal para dos, aunque si son de contextura media, mejor. Por su parte, el baúl ofrece una capacidad digna, que en condiciones normales alcanza 470 dm3 cubiertos. El estilo de la carrocería hace que la visibilidad hacia atrás sea bastante limitada, lo que obliga a recurrir mucho a la cámara de marcha atrás.
Menú de modos
Como sucede en otros modelos, es posible seleccionar, mediante un comando, diferentes modos de conducción: Ecopro, Comfort y Sport. Los cambios que se producen en las respuestas del motor y la caja, en la firmeza de la suspensión y en la asistencia de la dirección, son significativos. Aunque habitualmente utilizamos el modo Comfort y Ecopro, queda claro que el X2 -por sus ángulos característicos, el despeje, el recorrido de las suspensiones y el tipo de neumáticos- no está pensado para alejarse del asfalto. En Europa se ofrece una versión con tracción en las cuatro ruedas, aunque de todas maneras consideramos que no es un vehículo recomendable para animarse al off-road. Con el pack M, la puesta a punto de este X2 se disfruta en los asfaltos prolijos de autopista. Dobla con solvencia gracias a un sistema de dirección firme y directo. Las suspensiones reflejan un gran aplomo, a pesar de que en pisos irregulares sacrifican bastante el confort de marcha. El conjunto es algo áspero, pero en gran parte por el tipo de neumáticos de perfil bajo. En ciudad, maniobrarlo requiere cierta precaución por la limitada visibilidad hacia atrás.
Eficiente y ágil
El motor naftero que se ofrece actualmente es similar al que equipan otros modelos de la marca. Se trata de un cuatro cilindros en línea 2.0 que desarrolla 192 caballos. Se destaca por su torque de 28,5 kgm, que se lo siente desde muy bajas vueltas. Su funcionamiento es destacable: suave y elástico a bajas vueltas, se pone nervioso cuando comienza a escalar el tacómetro y un sutil sonido deportivo invade el habitáculo, sobre todo cuando está seleccionado el modo Sport.
Las prestaciones son razonables: acelera de 0 a 100 en 8,4 segundos, y alcanza una máxima de 228 km/h. En el consumo se reveló mejor, con buenos valores en ruta (12,7 km/l a 120 km/h), y
algo peor en ciudad, con 9 km/l. La caja de doble embrague y siete marchas responde correctamente, y cuando se solicita el modo manual mediante las levas del volante, la reacción es muy rápida, sobre todo en la fase de ascenso de cambios. Si se viaja a 90 km/h es posible conectar rápidamente la séptima marcha de modo manual para que bajen las rpm.
Seguridad y costo
Las distancias de frenado del X2 no sorprenden, pero se encuentran dentro de valores razonables para un modelo de su porte y peso. Utilizó 41 metros para detenerse desde 100 km/h. El pedal es dosificable, pero es necesario tomar con firmeza el volante ante un frenado muy exigido. El equipo de seguridad es aceptable, con múltiples airbags, control de tracción y estabilidad, eficiente sistema de iluminación y una carrocería muy preparada para absorber impactos. Pero si consideramos su precio, ya debería ofrecer algunos elementos como el sensor de cambio involuntario de carril, el alerta de choque y el sensor de alerta de punto ciego, algo de lo que ya disponen varios modelos de marcas generalistas.
El precio de 73.700 dólares es algo elevado, sobre todo si tenemos en cuenta que por valores parecidos es posible acceder a modelos de similares características con tracción en las cuatro
ruedas, lo que significa un plus en seguridad y recreación. El X2 es un vehículo en el cual el plus que hace la diferencia se encuentra en el diseño y la estética, aspectos intangibles que, sin embargo, pesan (y mucho) a la hora de definir una compra.