CLÁSICAS
Moto Guzzi V8 (1955)
Giulio Cesare Carcano había sido el encargado de dar vida a modelos de competición que fueron protagonistas en todos los circuitos del mundo, cosechando victorias impresionantes. Cóndor, Dondolino, Gambalunga, algunas de las creaciones de este magistral diseñador, habían logrado posicionar a Moto Guzzi en lo más alto del podio en múltiples oportunidades. Sin embargo, para fines de la temporada de 1954 la tetracilíndrica diseñada para arrebatarle las victorias a Gilera y MV Agusta había experimentado un inesperado fracaso y la marca decidió encargarle a Carcano un nuevo proyecto.
El trabajo de Carcano arrancó desde cero. Tanto su mecánica como su diseño serían obra del italiano. Moto Guzzi no estaba preparada para despedirse definitivamente de las carreras y aguardaba con ansias un proyecto que debía culminar en tiempo récord y devolverla a la primera plana. Carcano barajó diferentes alternativas, desde un completamente nuevo motor de cuatro cilindros en línea transversales a otros similares de seis cilindros, y también las configuraciones en V. Pero se terminó decidiendo por una estructura totalmente diferente y transgresora: un motor V8 con el cigüeñal transversal.
¿Ventajas? era apenas más ancho que un tricilíndrico, podía utilizar una transmisión por cadena, y con cilindros tan peque- ños era sencillo lograr una potencia muy elevada gracias al aumento del régimen de giro. Tenía cotas cuadradas (44 x 42 mm), con sólo 62,33 cm3 en cada cilindro y entregaba una potencia en torno a los 65 CV a 12.000 rpm (cifra que aumentó luego hasta los 80 CV a 14.000 rpm). La refrigeración era por agua, con bombas accionadas por la distribución DOHC, y el cárter de magnesio. También disponía de 8 carburadores Dell’Orto de 20 mm.
El chasis era tubular de espina central y empleaba la clásica horquilla Moto Guzzi diseñada por el propio Carcano. Sólo pesaba 135 kg. En materia de diseño equipaba carenados que iban desde los completos de tipo dustbin, capaces de lanzarla a velocidades nunca vistas, a otros más pequeños para mejorar la manejabilidad.
La Moto Guzzi V8 se desarrolló en tiempo récord: apareció en el circuito de Senigallia en 1955 y su estreno oficial en una carrera fue en la Imola Gold Cup de 1956. Su primera victoria llegó en Siracusa, en marzo de 1957, con Giuseppe Colnago a sus mandos. Sin embargo, su mayor logro fue el hecho de haber sido cronometrada a 286 km/h en el circuito belga de Spa-Francorchamps, de la mano de Keith Campbell, algo jamás visto hasta entonces.
Lamentablemente la V8 no pudo demostrar su potencial, ya que Moto Guzzi decidió ‒sorpresivamente‒ retirase de la competición a finales de ese año. De todas formas, logró convertirse en un mito: es la única moto de ocho cilindros construida en la historia del Mundial, y una de las mayores obras de arte de la industria.