FÓRMULA E
Fecha en Santiago, Chile
Si el futuro del automóvil va hacia la electrificación, el automovilismo también comienza a transitar ese cambio. El máximo exponente actual es la Fórmula E, que disputa un nuevo campeonato completamente renovada. Pero, ¿puede un auto de carreras eléctrico causar el mismo impacto que uno a combustión?
Para quien se crió yendo a un autódromo, escuchando el ensordecedor sonido de un auto de carreras, el simple hecho de saber que existe uno similar eléctrico puede provocar una repulsión inmediata. A mí me sucedió, y nos pasa a todos los que de alguna manera nos consideramos amantes de los autos. Pero no debemos ser necios y cerrarnos a lo nuevo...
La FIA (Federación Internacional de Automovilismo) impulsa desde hace algunos años la Fórmula E, que ya tuvo su paso por las calles de Puerto Madero en sus primeras temporadas. Precisamente esa es una de las soluciones que se ha buscado para acercar este nuevo automovilismo al público: casi todos los circuitos que transita durante la temporada son callejeros, la mayoría de ellos céntricos.
La fecha que previamente se realizaba en Buenos Aires fue reemplazada por Santiago de Chile, y en esta ocasión compartimos con el equipo Nissan e.dams el fin de semana completo, válido por la tercera fecha del certamen 2018-2019.
La Fórmula E transita su quinta temporada, pero para esta en particular el monoplaza ha ganado modificaciones importantes. Conocido como Gen2, el chasis (similar para todos los equipos) fue obra de la empresa Dallara, que introdujo un diseño exterior mucho más futurista. Asimismo, incorpora de una manera bastante natural el halo, el elemento se seguridad de protección para la cabeza del piloto, que en 2018 introdujo la Fórmula 1. Cada equipo desarrolla el motor (que puede o no tener caja de velocidades) y el eje trasero.
El espectáculo
Otra de las grandes novedades de cara a este año pasa por el espectáculo. En los campeonatos previos. la poca autonomía que proporcionaban las baterías determinaba que a mitad de carrera los pilotos debieran ingresar a boxes para cambiar de unidad. Eso ya no sucede, debido a que el nuevo proveedor de baterías ‒McLaren‒, ha logrado aumentar la capacidad de los acumuladores. También se incrementó la
potencia de los motores ‒pasó de 200 a 250 kW‒, es decir unos 335 caballos de fuerza para la clasificación, que se reducen a unos 270 caballos (200 kW) para la carrera.
A pesar de esto, una de las máximas complicaciones de correr en callejeros es la baja probabilidad de sobrepasos, lo que perjudica el espectáculo. Para ello se desarrolló una solución, digamos, un tanto fantasiosa. Denominada Attack Mode, en carrera proporciona una energía máxima de 225 kW (25 kW extras) durante cuatro minutos. Se activa al pisar una zona delineada de la pista, luego de que el piloto presiona una tecla en su auto. El público puede observar cuándo permanece activo el Attack Mode, mediante una luz azul que recorre el halo.
Siempre el único sonido que emite la mecánica eléctrica se manifiesta a través de un zumbido, mientras que en las curvas es claramente audible el ruido de los neumáticos que friccionan contra el asfalto. Poco más.
A modo eléctrico
Para que esta fórmula llegue al éxito se han tenido que tomar diversas decisiones. En primer lugar, los circuitos callejeros no son únicamente un capricho para acercar los autos al público, sino que deben tener rectas no demasiado largas. Todos los trazados incluyen en sus diseños curvas de muy baja velocidad, lo que redunda en más frenajes, con la posibilidad de recuperar energía. El nuevo auto puede alcanzar los 280 km/h de velocidad máxima, pero los circuitos limitan esta prestación.
Los ingenieros nos comentaban que en el eje trasero se utiliza muy poca carga aerodinámica, para no comprometer el consumo de energía, mientras que los neumáticos (provistos por Michelin) presentan dibujo, como si fuesen preparados para la lluvia. No se utilizan slicks (o lisos), ya que la mayor adherencia de estos incrementaría la resistencia en las curvas, con el consiguiente consumo extra.
El nuevo reglamento hizo que, de alguna manera, se extraiga mayor competitividad y hasta dinamismo durante las carreras, mientras que los monoplazas son ahora más potentes y más atractivos a la vista. Eso sí: aún están lejos de causar fervor popular.
Puede que el futuro se vislumbre así, debiendo migrar hacia un automovilismo electrificado. ¿Usted está preparado?